Escasez y Especulación: ¿Quién Tiene la Culpa?

A finales de octubre del 2014, en cadena nacional el presidente Nicolás Maduro, anuncio el descubrimiento en el Estado Aragua de dos enormes galpones de insumos médicos. Mientras se realizaba la transmisión, se observaba las grandes estanterías llenas de agujas, material médico quirúrgicas, y ¡hasta sillas de ruedas! Maduro dijo que había suficiente insumos para satisfacer las necesidades del sector público de salud para un año. Los responsables para la importación de tales insumos, eran dos compañías de un mismo dueño, quienes importaron con dólares preferenciales las mercancías halladas. A dichas empresas se le había otorgado desde el 2004 $236,2 millones de dólares y $24 millones solo en lo que va de este año, todos aprobado por el gobierno nacional.

De igual manera se han realizado allanamientos en mercados municipales, galpones etc., los cuales se han encontrado llenos de comida y otros productos de consumo masivo como el detergente en polvo y líquido para lavar ropas y utensilios de cocina, así como pañales desechables para bebes. En algunos casos los dueños no podían justificar los insumos, productos en su mayoría importados porque no tenían las facturas de la aduana, entre otra documentación.

La escasez de comida ha llegado hasta 30% según el Banco Central de Venezuela (BCV), este mismo ente oficial informo que la inflación anualizada (septiembre) es de 63.5%. Esta escasez no es solo de alimentos y productos de aseo personal o limpieza para el hogar; los hospitales públicos están carentes de equipos médicos quirúrgicos y los pacientes y sus familiares tienen que buscar y proveerse de productos básicos como agujas y vendas.

El gobierno sigue echándole la culpa de la escasez y la inflación a la derecha y la burguesía como parte de su sabotaje y guerra económica, así como también del contrabando de los alimentos regulados dentro de Venezuela y hacia Colombia.

¿Quién está saboteando a quién?

Sin duda, que hay responsabilidad de la burguesía, los empresarios y de los partidos de derechas, quienes desde la muerte de Chávez, han intensificado su campaña de desestabilización. La burguesía, algunas de ellos de manera oportunista han sacado provecho de las primeras etapa de la mesa de dialogo por la paz. Llegando en acuerdos con el gobierno para incrementar la producción y la entrega de dólares para importar y ayudar en la distribución de los alimentos y demás productos de consumo masivo.

Pero al mismo tiempo, otro sector de la burguesía o la misma que acuerdan con el gobierno, se queja de la no entrega suficiente de dólares por parte del gobierno, así como critican de manera hipócrita la ineficiencia de los órganos burocráticos del Estado que gestionan la entrega de dólares. Como el Cencoex.

La escasez de alimentos y otros bienes por meses seguidos, por periodos intermitentes en el que aparecen en los anaqueles, generan un ambiente de ansiedad e incertidumbre, de que quizás los productos no serian conseguidos otra vez por meses, lo que promueve las compras nerviosas, amplificando la “escasez”.

También el sector privado retiene la distribución de sus productos de primera necesidad para presionar el gobierno a aumentar el precio regulado; y el gobierno cede en sus demandas. La pasta por ejemplo subió 300% recientemente.

Pero nada resuelve la escasez, ni otorgamiento de dólares, ni fiscalización, controles de precios, aumento de precios o subsidios. La escasez continúa, y aun cuando hay productos ya en anaqueles, las personas deben visitar entre 3 y 5 establecimiento diferentes para conseguirlos y soportar largas colas de entre 2 y 6 horas, aumento el estrés que vive la gente en su cotidianidad, mermando su calidad de vida.

Pero no es suficiente para el gobierno decir que la derecha es responsable de esta situación cuando ellos también son responsables. El gobierno tiene el control de la industria petrolera a través de PDVSA, que es el motor principal de la economía en un 90%. Tiene control de la divisas o dólares que ingresan al país, las cuales 95% de ellas la genera la industria petrolera. Y es el gobierno quien da los dólares y establece la tasa de cambio para que el sector privado participe de la economía nacional.

¿Quién está dirigiendo la llamada guerra económica?

Una de las contradicciones enormes del Chavismo, entiéndase su sector dirigente, funcionarios etc., es que hablan del socialismo y que en Venezuela ya hay un sistema socialista. Pero en realidad se mantiene el capitalismo y todas las distorsiones y contradicciones que este trae consigo.

La corrupción y complicidad se extienden hasta las fuerzas armadas. Maduro ha dicho que parte de la guerra económica ha sido el contrabando de alimentos y otros productos que alcanza el 40% de los alimentos que se producen en el país o se importan, que son llevados a Colombia, a través de la frontera con este vecino país.

Estos productos, en su mayoría regulados, están siendo comprados en cantidades enormes con bolívares que fueron producto de la compra y venta de dólares en el mercado paralelo. Para ser después revendidos en Colombia en un precio según el mercado de ese país, o reingresados al país, en el caso de productos importados con el doble de su precio, generando ganancias masivas para los empresarios mafiosos y parásitos.

No puede ser más obvio que esta operación de contrabando, que incluye a la gasolina subsidiada por el Estado venezolano y que también genera grandes pérdidas a la nación, no podría funcionar sin la cooperación implícita de sectores de las fuerzas armadas y elementos dentro del gobierno, especialmente en los estados fronterizos como Zulia y Táchira, quienes tienen en su poder estatal a factores de oposición y el Chavismo respectivamente.

El Sector Informal “los buhoneros”

42% de la fuerza laboral, es decir de trabajador@s en el país, son informales y un porcentaje significante de ell@s, conocidos como buhoneros, se ganan la vida vendiendo alimentos, ropas y otros productos en las calles.

En la historia reciente, en momentos de escasez todavía se podían conseguir muchos productos de primera necesidad como la azúcar, el café, harina de maíz etc. con los buhoneros, pero mas recientemente los precios de estos productos, en alta demanda y con poco oferta, estaban siendo vendidos a 50-100% mas caro del precio regulado o del que se consiguen en las cadena de los supermercados públicos o privados.

Esto llevo al gobierno, desde el 1 de noviembre, a implementar una ley que norme la venta de productos por este sector de la economía y de los trabajadores. Quienes sigan vendiendo productos de la cesta básica, seria inicialmente educados sobre la ley y sus productos confiscados recibiendo un rembolso de la mercancía en base al costo del precio regulado o establecido por ley. Si después de esta primera sanción continúan en la venta de estos productos, recibirán una multa; y por último serian mandando a la fiscalía con la posibilidad de recibir una pena de privación de libertad máximo de 12 años.

Además el gobierno ha dicho que si no son venezolan@s podrían ser revocados de su nacionalidad, en los casos de extranjeros que se le ha otorgado este derecho de nacionalización, esta medida afectaría a una población importante de los trabajadores informales, que son extranjeros nacionalizados, en su mayoría colombianos y haitianos.

Claramente los que serán castigados son l@s buhoner@s y no las mafias organizadas quienes les suministran los productos.

Aunque la medida de regular y poner control sobre la venta de productos de la cesta básica a precios súper inflados por los buhoneros, quizás sería bienvenida por un sector amplio de la sociedad, del pueblo, no es una respuesta al problema de fondo y no lo solucionara. Al contrario creara aún más problemas como la creciente estigmatización, criminalización, xenofobia y racismo porque se está generando sobre las comunidades de colombianos, haitianos y chinos en el país. Y nada de esto tiene que ver con el socialismo.

El Sector Formal

La ironía de castigar, o revocar de la nacionalidad venezolana a extranjeros, aquell@s ubicados en lo más bajo en la cadena de la economía, distribución, venta de alimentos, por ejemplo, no debería ser defendido por la clase trabajadora y lo más explotados y oprimidos.

Quienes frecuentemente vamos a los mercados municipales o los pequeños supermercados privados para comprar productos, los conseguimos a un precio también aumentado por sus dueños quienes "legalmente" están vendiéndolos.

Muchos de los productos que ofrecen estas cadenas o establecimientos de venta y distribución de alimentos, los adquieren por dólares preferenciales que les otorgan el gobierno o son subsidiados como los productos de la cesta básica, pero igual lo venden a precios muy por encima del dólar preferencial que reciben. Está muy claro su especulación y el impacto que esto tiene en la alta inflación.

Igual pasa con los fabricantes o productores como Polar, que ante las regulaciones de productos de la cesta básica como la harina de maíz, el arroz, etc. inventan productos “mejorados” del mismo alimento para justificar un precio “legal” superior al regulado del alimento en su presentación normal o básica.

Entonces mientras se criminaliza y fiscaliza con severidad al sector informal, al sector formal se le dan todas las concesiones y se le permite de manera “legal” que nos roben.

Las Medidas del gobierno

Las medidas del gobierno de supervisar, allanar tiendas, galpones y mercados para monitorear y estar seguro que vendan a los precios según la ley han tenido poco éxito; salvo las grandes cadenas de supermercados respecto a los productos de la cesta básica. Aunque hay líneas telefónicas para denunciar las ventas en sobre precio y que ha habido dueños que han recibido multas; y en muchos lugares hay grandes carteles mostrando los precios regulados. En general estas medidas han hecho poco para acabar con la escasez, especulación y la inflación.

En los últimos diez años, el gobierno ha abierto sus propias redes de distribución y supermercados; y ha aumentado las importaciones teniendo un impacto positivo para la clase trabajadora y explotada. Los supermercados Bicentenarios, por ejemplo, garantizaban los productos de primera necesidad al precio regulado.

Sin embargo, todo el cuadro anteriormente descrito, ha dejado en evidencia las limitaciones de dichas medidas y su impacto progresivo en el tiempo. Tenemos que agregar que gran parte de la importación de alimentos se realiza por las ganancias que se obtiene de la renta del petróleo, principal fuente de divisas del país. Ante la actual caída de los precios y la creciente corrupción dentro y fuera del gobierno y en general del estado venezolano, deja muy vulnerable las medidas de protección y subsidios de productos básicos para la población.

La política absurda del gobierno suministrándole a la clase dominante parasita millones de millones dólares mientras que la mayoría de la población están luchando para sobrevivir y alimentarse con lo básico, tiene que parar. Pero la única manera que se detenga esta situación es a través de la lucha, y organización autónoma, independiente, revolucionaria y consciente de la clase trabajadora y el pueblo pobre y explotado armado con un programa revolucionario para el cambio radical hacia el socialismo verdadero, revolucionario y democrático.

Exigimos, Planteamos, Proponemos:

  • Que todos los productos deben tener sus (marcaje del PVP) precios claramente estampados antes de salir de sus fábricas. O puntos principales de distribución.

  • Una auditoria por las comunidades organizadas sobre las empresas privadas quienes han recibido dólares y hacer rendir cuentas por cada $ recibido; y terminar con la corrupción que siguen empobreciendo a la clase trabajadora y al pueblo explotado.

  • Reformas fiscales, quien más gane más pague. Impuesto al lujo (Mansiones, Autos de súper lujo, Jets privados, etc.) Derogación de los tratados de doble tributación que son contrarios a los interés nacionales y promueve la fuga de capitales a paraíso fiscales. Derogación del IVA en los alimentos y medicinas. Revisión y debate público, popular sobre los distintos mecanismos de subsidios que otorga al gobierno al sector transporte (gasolina-combustibles), alimentos que no están beneficiando al pueblo y a los trabajadores, o no son retribuidos en calidad de producto y servicios. Por ejemplo los precios del transporte públicos, la venta de productos derivados del café, la harina de maíz o la leche.

  • Todo el poder, al poder popular, a las comunas, a los consejos comunales, a los consejos trabajadores, sin complejos. La única forma de profundizar el proceso y la única forma de derrotar a la derecha, de vencer al burocratismo y la corrupción, es asumiendo el poder desde la organización social de base revolucionaria.

  • Iniciar un proceso de planificación de la economía desde los comités de fábricas, industrias, empresas y comercios, comunas, donde el eje sean las necesidades reales de la sociedad y no del mercado y el lucro, en pleno equilibrio con el desarrollo sustentable y conservación del medio ambiente.

  • Nacionalizar bajo el control de l@s trabajador@s, las importaciones y exportaciones, así como del comercio interior y exterior, que acaben con la especulación y fuga de capitales. Esta medida ha sido tomada parcialmente por el gobierno actual, creando el CENCOEX, que sustituye al CADIVI, pero siguen en manos de la misma burocracia y sin ninguna control desde abajo de los trabajadores y el poder popular.

  •  Nacionalización total de la banca, abajo los monopolios y oligopolios privados, nacionalización y socialización de los medios de producción bajo el control democrático de los trabajadores y el pueblo organizado.

 

¡Ni un bolívar o dólar más a la burguesía!

¡No existe burguesía buena, ni burguesía mala, todas son las misma, parasitas y enemigas del pueblo y los trabajadores!

¡Corrupción, burocratismo, reformismo, ineficiencia, no son revolución, no son el socialismo!

 


www.socialismorevolucionario.org.ve
@fuserjarv



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