Una de las estrategias más usadas contra un adversario es el uso de la llamada “Quinta Columna”, la cual, consiste en minar al adversario desde dentro. Otro fenómeno común de los procesos políticos es el arribismo, el cual ocurre cuando llega un nuevo gobierno, y una cantidad de personajes fanáticos de privilegios, prebendas y del enriquecimiento fácil, buscan por todos los medios de ubicarse en posiciones que les permitan parasitar al nuevo gobierno, sea este del signo que sea, para ellos lo único importantes es lograr su cometido al costo que sea, y una vez en posición se venden al mejor postor, usufructan esa posición sin ningún escrúpulo, llegando fácilmente a la traición.
Si de algo pecan los procesos revolucionarios, es la inocencia y consideración, muchas veces manifestada, con quienes no dudarían en traicionarla, y en sus hechos muchas veces ya han traicionado sus valores. Un dirigente histórico decía que ojalá el pueblo fuera al menos una décima parte de implacable, de lo que la burguesía es contra él.
No acostumbro poner ejemplos con nombres concretos, pero a veces es buena la excepción. He recibido información, la cual he verificado, de un ejemplo que amerita la excepción. Tal sería el caso de la ciudadana Mercedes Rosario Sánchez Rodríguez, actual Jueza del Juzgado Segundo Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado Bolívar, estado en el que pasan muchas cosas inexplicables, como persecución y represión de la gobernación a los trabajadores, y un sinnúmero de otras arbitrariedades, quizás por aquello del excremento del diablo, que en el estado es el hierro, el aluminio, la bauxita, el oro, los diamantes, y pare usted de contar, todas ellas riquezas que si bien hay que dar gracias a la naturaleza por ellas, aún en revolución son vistas como un indeclinable botín para el arribismo, siempre vinculado a los quinta columna, ya que comparten una esencia, el bojote, que aunque de santos se vistan siempre se les ve.
Bueno, la mencionada ciudadana pretende y se ha postulado para Magistrada del Tribunal Supremo de Justicia, pero tiene un bojote que le ve a simple vista. Fue destituida como Jueza Suplente, luego del debido proceso, por decisión del siempre bien recordado Camarada Carlos Escarra, cuando fue Magistrado del TSJ, ya que actuando como Juez Suplente del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Penal y Salvaguarda del Patrimonio Público del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, liberó a los hermanos Reinier y Boris Piñero, quienes conjuntamente con Juan José Avendaño, (a) “El Capitán Avendaño”; Luis Enrique Martínez Ojeda, Abel Antonio Rodríguez Rangel, e Ivone Martínez Sortijo, quienes asaltaron una avioneta de Transvalcar, acribillaron al piloto, al copiloto y a dos vigilantes, apoderándose de 86 millones de bolívares y varios lingotes de oro; y una vez liberados por la Jueza desaparecieron. Decisión puede leerse en la página del TSJ, bajo el link http://www.tsj.gov.ve/
Lo misterioso es que habiendo sido destituida resulta que ahora es Jueza Superior. Si así llueve que no escampe, que maravilla ser destituida, reaparecer de Jueza Superior, y ahora aspirando al Tribunal Supremo. No hay que ser Nostradamus para concluir que manos llenas de pelos la reinstalaron en una instancia superior por su habilidad demostrada en casos como el de Transvalcar. Esa eximia representante de la justicia debe haberse alegrado mucho con el fallecimiento del Camarada Escarra, ya que de estar aún vivo, seguro de encargaría de llevar el caso a oídos del Presidente. Pero alguien tiene que tratar de hacerle el quite al Camarada, y por eso este humilde intento, el cual es un deber.
Mercedes Sánchez Rodríguez, durante todos estos años ha sido la esposa del Ciudadano Saúl Ramón Cordero González, quien es un imputado por la presunta comisión de los delitos de privación ilegítima de libertad, ocultamiento de arma de fuego, concusión y posesión ilícita de substancias estupefacientes y psicotrópicas, tipificados en los artículos 175 y 275 del Código Penal, 60 de la Ley Contra la Corrupción, y 36 de la Ley Orgánica Sobre Substancias Estupefacientes y Psicotrópicas respectivamente; y homicidio intencional calificado con alevosía bajo la participación criminal de complicidad correspectiva, uso indebido de arma de fuego y simulación de hecho punible, tipificados en los artículos 408 (numeral 1), 282 y 240 del Código Penal. Como quien dice “Tal para cual”. Información sobre esto disponible en la página del TSJ, bajo el link http://www.tsj.gov.ve/
Como puede verse, la referida ciudadana no reúne las condiciones exigidas en el Artículo 263 de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el Artículo 37 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y en el Artículo 44 del Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana de ser ciudadano o ciudadana de reconocida honorabilidad, conducta ética y moral intachables, probidad y honestidad. De ser elegida como Magistrada del Tribunal Supremo de Justicia, comprometería la credibilidad y confianza que es, y debe ser, consustancial con el sistema de justicia y su funcionamiento, y en cuyo resultado e integridad sus miembros son factor fundamental, y tal hecho sería incoherente y contradictorio con la ética, uno de los valores superiores del ordenamiento jurídico que propugna el Estado Democrático y Social de Derecho.
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