El cáncer de mama como negocio

El domingo 19 de octubre pasado hubo un conjunto de actividades, supuestamente para concientizar a la población sobre la necesidad de lograr un diagnóstico precoz del cáncer de mama, principalmente en mujeres, porque eso, según los promotores, aumenta las posibilidades de curación. Fue una actividad netamente mercantilista para beneficio de los médicos, clínicas y los laboratorios farmacológicos. Fue una promoción a las consultas médicas, mamografías, hospitalización, cirugía, radioterapia y quimioterapia. Y la inducción de temor solapadamente: Si el paciente fallece es su culpa porque tardíamente ocurrió a la consulta médica. Llama la atención que en ningún momento se habló de las medidas para prevenir tan terrible enfermedad, aún cuando hay evidencias científicas de que ello es posible.

Según un estudio del Instituto Gustave-Roussy al sur de París, las mujeres con altos niveles de ácidos grasos “trans” vinculados al consumo de margarina, pastelería, papas fritas, pasta de pizza y frituras con manteca vegetal, tienen el doble de riesgo de sufrir un cáncer de mama. El Instituto Gustave-Roussy es una institución especializada en cáncer. Es el primer centro europeo de lucha contra el cáncer.

En ese estudio, los investigadores, basaron su trabajo en muestras de sangre tomadas a 25.000 mujeres y mostraron que "el riesgo de cáncer de mama aumenta con el nivel de ácidos grasos 'trans'". Los ácidos grasos trans se forman en el proceso industrial de hidrogenación parcial que se realiza sobre los aceites vegetales con el fin de solidificarlos, para utilizarlos en diferentes alimentos. Resultados de tal proceso son la margarina y la manteca vegetal utilizada para freír alimentos, debido a su bajo costo y la especial textura que les da. Las grasas parcialmente hidrogenadas, contentivas de altas proporciones de ácidos grasoso trans se utilizan en comidas rápidas, productos comerciales de pastelería, alimentos procesados y fritos.

El profesor Martijn Katan, del Centro Wageningen para Ciencias de la Alimentación y la División de Nutrición Humana y Epidemiología de la Universidad de Wageningen (Holanda), fue uno de los primeros investigadores que señaló los perjudiciales efectos de las grasas con ácidos grasos trans. Katan. Publicó en 1990 un artículo en The New England Journal of Medicine donde mostraba que un leve incremento en el colesterol inducido por las grasas trans, llevaba a un gran aumento del colesterol LDL (colesterol malo) y un descenso del colesterol HDL (bueno). Trabajos posteriores han agregado datos acerca del perjudicial efecto de las grasas con ácidos grasos trans sobre la salud que, según investigadores estadounidenses, son responsables indirectas de más de 30.000 muertes anuales en los EEUU.

A partir de 1990 aparecieron trabajos científicos demostrativos de los efectos nocivos para el organismo humano de las grasas parcialmente hidrogenadas, por su alto contenido de ácidos grasos insaturados trans.

En 1994 el Consejo de Nutrición de Dinamarca concluyó que las grasas parcialmente hidrogenadas propician la aterosclerosis. Nueve años más tarde, en el 2003, concluyó que el consumo de este tipo de grasa aumenta el colesterol LDL, (el colesterol "malo") incrementando la relación colesterol total /HDL colesterol, un poderoso medio de predecir el riesgo de enfermedad coronaria, la cual termina generalmente con un infarto del miocardio.

El Consejo recomendó cesar el uso de grasas formadas por ácidos grasos trans producidos industrialmente. La prohibición se hizo ley e incluyó no sólo a las procesadoras de alimentos sino también a restaurantes, panaderías, pastelerías, cafeterías y comedores. Un año después de estar vigente esta prohibición, las muertes relacionadas por enfermedades cardiovasculares habían disminuido en cerca de un 10% en Dinamarca. En Suiza también se prohibió el uso de grasas formadas por ácidos grasos trans producidos industrialmente.

Los ácidos grasos trans tienen otros efectos nocivos además de los señalados anteriormente, tales como el riesgo de diabetes demostrado en un trabajo realizado con 84.941 enfermeras, a las cuales se les hizo un seguimiento de 16 años y en quienes la presencia de diabetes fue convalidada con información periódica de la dieta diaria.

No hay duda, de que los riesgos de enfermedad coronaria, la diabetes y el cáncer de mama en las mujeres, están aumentados con la ingesta de margarina y otras grasas provenientes de la hidrogenación parcial de ácidos grasos insaturados de los aceites naturales.

Desde el 1 de julio de 2008 los establecimientos de servicio de comidas en la ciudad de New York les fue prohibido almacenar, usar o servir algún alimento que contenga aceites, mantecas o margarinas vegetales parcialmente hidrogenados con 0,5 gramos o más de grasas trans por porción", explica el Departamento de Salud de Nueva York en su página web.

California fue el primer estado de Estados Unidos en prohibir los ácidos grasos trans en restaurantes. Para el 1 de enero de 2010, los restaurantes californianos tuvieron prohibición de utilizar mantecas y margarinas que contengan ácidos grasos trans "artificiales" para untar o para freír.

En Venezuela, el total del consumo de margarina alcanza a más de 90 mil toneladas al año. Las frituras con manteca vegetal están en la dieta de todos los venezolanos. ¿Qué haremos? ¿Seguiremos como si nada estuviera pasando? Esta es una guerra entre los industriales de la margarina y quienes creen en los resultados científicos.



rengifoa@gmail.com


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