Realmente la vida es muy corta para desperdiciarla en estar peleando con nuestros congéneres, en vez de estar ayudando a construir una mejor vida, por supuesto que no se trata de obviar las injusticias y ser indulgente con el perverso (a) y ladrón (a). Pero nuestro norte debe estar identificado por la construcción y edificación de la nueva estructura orgánica del estado, comprendida esencialmente por sus instituciones verdaderamente públicas, que la transferencia del poder político y económico al pueblo se materialice efectivamente.
El Presidente Chávez lo exigía con su proceder y con su verbo; siempre nos demostró su amor por la humanidad, por la vida, por el ambiente. El fue una ofrenda gloriosa al amor por nosotros. Tratemos de emular esa hazaña emblemática, digna de hombres y mujeres que se entregan a construir amaneceres, a partir de saltos progresistas que catapultan al hombre, fuera del oscurantismo humano. El enemigo; el opositor, quien es a su vez, su peor enemigo, al contener y expresar su odio visceral y su egoísmo existencial, es necesario ayudarlo con conocimiento de causa, dándole respuestas a sus críticas que lleven a cuesta el planteamiento de soluciones viables, porque debemos reconocer que la crítica al igual que la contradicción, son necesarias, porque generan la perfección.
Observo con optimismo y esperanza revolucionaria, la realidad tangible, de que la corrupción está siendo atacada sostenidamente en varios flancos; El Presidente Maduro lo prometió en el arranque de su gestión y es una de sus banderas tal como lo es del Presidente Chávez. Necesario es el fuego para purificar, tal como dijo una de nuestras camaradas más emblemáticas; “En la lucha contra la corrupción debemos ser implacables, venga de donde venga; igualmente la impunidad ante este tipo de desviaciones, deben ser considerados como traición a la Patria, traición a la Revolución que solo trae malestar y desesperanza, no las podemos dejar pasar y creo, sin temor a equivocarme que este es un clamor de nuestro Pueblo". Esa cruzada debe estar diseñada sobre la base del conocimiento y la ciencia, recién anunciado por el Presidente en el segundo motor de revolución y por supuesto trasversal izado por el Plan Patria.
Ahora bien; por un lado vamos combatiendo la mala hierba y por el otro, vamos cultivando los arboles de buenos frutos, que son innumerables, los encontramos a nuestro paso jugando, trabajando, estudiando y en fin construyendo cada quien a su manera la patria buena, que no es otra, que la familia, el hijo, el nieto, el padre, la madre, la familia, esa es la patria. Viviremos y Venceremos..
