Cambio ministro que haga mercado y colas por pobre con chofer y jet privado

Si algo positivo tiene el hacer colas en abastos y supermercados, cuando llegan los productos que escasean, es el tiempo que uno tiene para pensar y reflexionar en cualquier disparate que le pase por la mente.

El otro día en unas de esas colas para comprar algo que se me había terminado y necesitaba, me puse a observar con detenimiento a todas las personas que estaban en la cola, esperando pacientemente el turno para pasar al establecimiento y pensé ¡ aquí no se ve ningún Oligarca ¡ aquí lo que hay es puro pueblo, y me pregunté ¿ será que los Ministros hacen mercados y estas colas, como cualquier asalariado, como cualquier mortal ?, ¿ y los Diputados ?, ¿ y los integrantes de la Dirección Nacional del PSUV ?, ¿ y los miembros del Alto Mando de la Revolución, como los llaman ?, ¿ y los magistrados del Tribunal Supremo de Justica ?, ¿ y la Defensora del Pueblo ?, ¿ y la Fiscal General?, ¿ y José Vicente Rangel ?, ¿ y Eleazar Díaz Rangel ?, ¿ y los muchachos de Zurda Konducta ?, y ¿ y Pérez Pírela ?, YO CREO QUE NO, PORQUE SINO DESDE CUAAAANDO SE HUBIERA RESUELTO ESTE PROBLEMA.

Sería RECOMENDABLE que ese gentío que nombré hiciera mercado y se calen unas cuantas colas, que compraran ellos mismos las medicinas cuando eventualmente las necesiten, o un repuesto, o una batería, para que tomen conciencia de la magnitud del problema y tal vez se apresuren o ejerzan presión para solucionar este padecimiento del pueblo. La única forma de aprender es experimentar las cosas en carne propia. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que encontrar un ministro haciendo mercado y mucho menos haciendo cola. Digo esto no porque sea un escuálido y quiera tirarle al gobierno, no, que nadie se confunda y mucho menos se confundan los funcionarios a quienes va dirigido el mensasaje, no señores, no soy escuálido, soy una persona entre muchas que cree en este proceso revolucionario, pero que no puede ser indiferente, ser indiferente si me convertiria en escualido.

En principio un funcionario público, cualquiera sea su rango, debería estar al servicio incondicional del pueblo y acompañarlo a solucionar sus problemas, para ello debe ser una persona con una elevada capacidad de empatía. Pero, paradójicamente, cuando se ejerce el poder, en estos cargos públicos, se produce un divorcio, un distanciamiento con el pueblo, al cual está obligado a servir, y se encierran en cúpulas inaccesibles perdiendo todo contacto con la realidad que vive ese pueblo, y en consecuencia pierde la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.



Salazarpjh1@gmail.com

¡Chávez vive, la patria sigue!.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 5003 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter