¿Sacudón, reestructuración, repotenciación o rectificación?

Que tales expresiones tengan significados diferentes, no quiere decir que no pudieren estar orientadas al cumplimiento de los mismos fines: consolidar, profundizar y acelerar la transición hacia el Socialismo. Ello pareciera estar en el fondo de las palabras, con que el Presidente Maduro ha hecho el llamado, una vez más, de orientar la gestión de gobierno en consonancia con el desarrollo en curso, de un verdadero e irreversible proceso revolucionario.

El anterior llamado, también fue realizado por el Comandante Chávez, en la oportunidad de las 3R y del Golpe de Timón, como a su vez es la ratificación de los Seis Ejes de Gobierno, presentados al país al inicio del mandato del Presidente Maduro (23-04-2013), Las 12 Líneas Estratégicas de Gobierno (28-07-2013) y Las Ocho Líneas Estratégicas del Gobierno de Calle (01-04-2014). Tales planes de acción, salvo muy escasas excepciones, no podrían materializarse en la cotidianidad, con solo aplicar las estrategias de “cambios de nombres de altos funcionarios o su enroque”, pues de lo que se trata es de introducir los elementos necesarios para la reafirmación del Socialismo, a partir de determinados y precisos objetivos políticos, sociales y económicos. De otro modo, cualquier cambio que se produzca en el ejercicio del poder público, no podrían ser interpretados sino como aquellos necesarios, para que todo quede igual.

De lo anterior se desprende que el sacudón, la reestructuración, la repotenciación o rectificación, debe volcarse necesariamente, sobre personas y sobre estructuras. Por lo que respecta a las personas que ocupan altos cargos en órganos y entes públicos (25 ministros, más de 100 viceministros y unos 300 presidentes de empresas públicas, refiriéndonos solo al Poder Ejecutivo), deben ser evaluadas a la luz de los resultados reales de su gestión, de su compromiso real y efectivo con el Gobierno, con el Pueblo y con los Trabajadores. En relación al criterio objetivo de la medición de la Gestión, resulta que no existe un instrumento normativo que permita determinarla, de tal modo que un alto funcionario pasa 2 o más años en un alto cargo público y jamás responde ante el Gobierno y menos ante el Pueblo, por lo que hizo mal o no hizo o lo que hizo con los recursos financieros puestos a su disposición. Sobre este aspecto, ya nos hemos referido con anterioridad en recomendaciones contenidas en el documento “La corrupción acompaña al poder, como la sombra al cuerpo” (http://www.aporrea.org/contraloria/a170222.html).

Respecto de la forma de medir el compromiso con el Gobierno, el Pueblo y los Trabajadores, quizás ninguna falta haga disponer de un instrumento especializado, para comprobarlo. Ello se evidencia y se desprende de su cotidiano desempeño, pues se caracterizan en general, por la ausencia de convicciones políticas, su ineficiencia, su derroche de recursos públicos, el abuso de poder y muchas otras cualidades bien heredadas de la cuarta republica y sobre lo cual, también hemos advertido en oportunidad anterior, en el documento “Carta al Presidente Maduro: A nueve años del nacimiento del Comando Maisanta” (http://ensartaos.com.ve/2013/10/29/articulo/36801).

Sobre tal elemento o variable personal, el sacudón, la reestructuración y sobre todo la rectificación, necesariamente tienen un amplio bosque donde actuar, lo cual evidente y fácilmente, puede lograse en el muy corto plazo de 15 días, anunciado por el Presidente Maduro.

En relación a los cambios estructurales, también resulta evidente que no podrían ejecutarse en tan perentorio plazo, más sin embargo, su anuncio preliminar y la promesa de la exigencia de su más férreo cumplimiento, enviarían las señales necesarias de haberse retomado el camino, que conduce a la mayor suma de bienestar para nuestro pueblo. Entre talles cambios y por razones de espacio, incluiríamos: (i) La reorientación de la economía, que supone entre otros aspectos: el abatimiento de la inflación, a partir del rediseño de las políticas cambiarias, monetarias y fiscales, Reactivación del sistema y del aparato productivo (venido a menos, porque resulta más barato importar que producir), Control del Contrabando de Extracción (40% de los productos importados para Mercal y PDVAL, terminan en territorio colombiano), Control y prevención de nuevas modalidades de guerra económica. (ii) Nuevo Modelo del Ejercicio de la Función Pública, lo que supone establecer mecanismos para medir la eficiencia individual de cada órgano o ente público, e integralmente considerados, Prevención, minimización y castigo de la corrupción, Control de la arbitrariedad, Redimensionamiento del tamaño del aparato público, destinado al cumplimiento de los fines del Estado, Integración de Planes interministeriales, Rendición de Cuentas, al gobierno, al pueblo y a los trabajadores, (iii) Permitir el real y efectivo papel protagónico del Poder Popular. Señaló en Comandante Chávez en su discurso del Golpe de Timón: “Es desde las comunas de donde se resuelven los problemas, no desde Miraflores, ni desde los ministerios”, por lo que ninguna otra justificación adicional se requiere, para propiciar tal participación protagónica del pueblo.

No podemos dejar de precisar que en todas aquellas Líneas Estratégicas, definidas por el Presidente Maduro, durante 2013 y 2014, que a determinados Ministerios correspondía desarrollar y convertir en políticas públicas, lo cual no se hizo ni se ha hecho, se han mantenido invariables, las siguientes: (i) Consolidar la Operación Eficiencia o Nada y la Lucha contra la corrupción, (ii)Consolidar y acelerar la recuperación de la economía Nacional.

No será posible afrontar el problema de la eficiencia del aparato público, hasta tanto y de manera concurrente: (a) Se disponga de un mecanismo apropiado para medirla, (b) Sean revisados y actualizados, todos ( o al menos los más reiterativos) los procedimientos administrativos que realizan órganos y entes, (c) Sean automatizados los mecanismos para hacer del conocimiento público, los resultados de toda gestión pública y de todo tramite o solicitud que formulen los ciudadanos, tal como se desprende de la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos y de la Ley de Infogobierno, está ultima que entrará en vigencia a mediados de agosto, y de la cual, ya el Ministerio de Ciencia y Tecnología, demostró su incapacidad para permitir su ejecución.

La corrupción debe ser atacada, venga de donde venga. Así lo ha venido señalando el Presidente Maduro, desde el inicio de su gobierno, lo cual no puede ser interpretado sino como la voluntad de un hombre revolucionario y honesto que ha visto el peligro que tal flagelo representa para asegurar la transición al socialismo, como debe ser interpretado a su vez, como la invitación a todo el pueblo a denunciarla y combatirla. Peces gordos y no tan gordos, públicos y privados, amanecerán atrapados en sus redes de complicidades, si se ordena realizar una auditoría seria e imparcial, de todos aquellos que administran Fondos de Responsabilidad Social, cuyo monto oscila entre el 1 y el 5% de todas las compras y contratos que realizan órganos y entes públicos, incluidas las Empresas del Estado, que deberían estar orientados a satisfacer necesidades del pueblo (sin que se afecte el presupuesto público), pero en no pocos casos, pasan fraudulentamente a engrosar el patrimonio personal de aquellos responsables de la realización de la compra o suscripción de los contratos o en su defecto, ganando intereses en los bancos, públicos o privados, que terminan en los bolsillos de privilegiados, y nunca en beneficio de las comunidades, únicas destinatarias de dichos fondos.

Una última aclaratoria, necesaria en nuestra opinión para evitar ataques innecesarios: el Presidente Maduro, ha señalado que en alguna magnitud se realizaran cambios en el gobierno, más en ningún momento se ha referido a cambios (sobre personas o estructuras), en las demás instituciones del Estado, es decir, no se trata de una “Reforma del Estado”, a la usanza de la cuarta republica, sino de ajustes necesarios en el accionar del gobierno, que el Presidente ha juzgado necesarios e inaplazables.

NO PODEMOS ESPERAR QUE NUESTRA REVOLUCIÓN SEA PERFECTA PARA CONVERTIRLA EN IRREVERSIBLE.


amilanovera@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2231 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter




Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Ideología y Socialismo del Siglo XXI


Revise artículos similares en la sección:
Anticorrupción y Contraloría Social