“Pequeños” grandes aportes a la sanidad del país

1.- El mundo al revés: clínicas   médicoasistenciales mercantiles burguesas.-

 

Como sabemos, hemos estado prenaciendo,  naciendo, viviendo, enfermándonos y recibiendo servicios sanitarios privados en una sociedad donde “sólo los solventes van pa’l baile”.

 

 En las clínicas medicoasistenciales y afines de Venezuela, y en las del resto de los países aburguesados, jamás verá usted una alerta profiláctica fuera del consultorio visitado, mucho menos un servicio de atención gratuita a algún enfermo, ni siquiera mediante sorteos aleatorios, ni como publicidad para agrandar su cuota de mercado clientelar. Así de monopolizadoras se consideran y actúan estas empresas privadas y propias de la Medicina y centros afines. Tenemos entendido que la Constitución vigente de la República prohíbe prácticas mono y paramonopolísticas. Quedan salvos aquellos profesionales cuyas mentalidades no comparten estas indeseables prácticas comerciales y antisociales, pero acallan porque el gremio mismo los condenaría.  Las instituciones públicas nacionales y extranjeras (OMS, ONU) también los acompañarían en dichas prácticas ilícitas por omisión, si viene al caso. Estas empresas mercantiles en poco se diferencian del bodeguero cuando este le niega un pan al niño hambriento que pase por su establecimiento; arguye que él no es casa de beneficencia ni que su  inventario es como su nombre lo dice, no para regalarlo.

 

2.- Prendas de vestir para vendedores de comidas, fijos y ambulantes.-

  

Por lo general, los trabajadores de bares, restoranes, cafés, estación de servicios de combustibles, trabajadores del aseo domiciliario y urbano, y de otros servicios públicos, se muestran renuentes al uso de guantes, de bragas, de batas, de gorros.  ¡Cómo ha costado inculcar el hábito del casco y cinturones de  seguridad! Creemos que es una clara demostración del grado de ignorancia que caracteriza todavía a buena parte de nuestra alfabetizada gente, a pesar de que el Estado ha gastado toneladas de dólares petroleomineros en su educación. Esto nos permite inferir que ora aprobaron sus cursos amañadamente, ora sus maestros no cumplieron con sus obligaciones programáticas, y terminaron jubilándose con prestaciones completicas como si hubieran prestado un mejor servicio como docentes. También observamos que la mayoría de los artesanos: plomeros, albañiles, herreros, mecánicos de vehículos automotores y otros, suelen andar muy sucios en sus vestiduras. A quienes a ellos les increpen semejante e inmunda vestimenta les ripostan que “se trata de ropa de trabajo”. Ignoran que es todo lo contrario, que por esa misma razón la frecuencia de su lavado debería ser mayor. Si ese mejor aseo les encarece su costo de vida, con incrementar sus tarifas resolverían la dificultad.

 

3.- Desde hace varias décadas rige una norma sanitaria, según la cual, ascensores y sanitarios de bares, cafés, estación de servicios de combustibles y otros servicios    están obligados a la contratación de personal exclusivo y permanente para su mantenimiento durante tantas horas diarias como las que esas empresas habilitan para la prestación de sus servicios al público. El Estado debería repotenciar y reactivar las correspondientes disposiciones sanitarias vigentes.

 

4.- La   manipulación del sucio dinero por parte de quienes expenden y manipulan comidas.-

 

Esta morbosa práctica corre a cargo hasta de los encopetados expendios de “primera” calidad. Y

 

5.- Los excesivos días feriados nacionales no pueden regir para todas las empresas. Por ejemplo, la banca pública y la privada son entes tan vitales “económicamente” como los hospitales, máxime hoy cuando los salarios y jubilaciones de hasta los más humildes y de menores ingresos pasan por la tramitación administrativa de esas empresas financieras. Esta es una razón de peso para que tales empresas trabajen todos los días del año con rotaciones anuales para algunos pocos días de asueto.

 

Todas estas deficiencias laborales nos ponen en evidencia nacional nuestro bajo perfil en materia civilizatoria y cultural, en su sentido más amplio, más allá de las danzas, el folclore, las canciones, la Historia, teatro, academias,   universidades y   afines.

09/04/2014 12:57:42



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Manuel C. Martínez


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