El precio de la carne y la especulación

La especulación en productos regulados es el arma más agresiva que algunos productores y distribuidores de alimentos emplean para desestabilizar. La carne de res es uno de los rubros que a pesar de la regulación, sufre graves alteraciones en el precio establecido, afectando negativamente a muchos hogares.

Probablemente uno de los factores que permite a los especuladores aumentar los precios deliberadamente, sea la falta de conocimiento de usuarios y usuarias sobre los cortes de la carne, su clasificación así como sus respectivas regulaciones de precios.

Diariamente en las carnicerías muchas personas piden un kilo de bistec, en vez de un kilo de “ganso” o “pulpa negra”; al no conocer la diferencia entre cada uno de estos cortes estamos expuestos a que nos den gato por liebre. Otro aspecto a tomar en cuenta cuando vamos a los supermercados, es que la carne esta picada y envasada, con una supuesta identificación del corte, pero cuando compramos carne molida, no sabemos qué tipo es. Incluso nos guiamos sólo por su color.

Es necesario recordar que en años anteriores el consumo de la carne estaba reservado sólo para quienes tenían mayores ingresos económicos, consumir algunos cortes era considerado un lujo para la mayoría de los venezolanos. Con la llegada de la Revolución Bolivariana dirigida por el Comandante Hugo Chávez, cambió el panorama y hoy en día todos deberían tener acceso a este rubro, de no ser por especuladores y tramposos que juegan con la comida de los venezolanos.

Esta gran problemática hace casi imposible conseguir la carne a precios regulados en carnicerías o supermercados; por lo que se hace necesario unirnos a la lucha que mantiene día a día el Indepabis para evitar el aumento indiscriminado de este rubro. Proponemos hacer un boicot a los carniceros y productores que vendan por encima de los 90Bs. los cortes de primera. No podemos retroceder y dejar una vez más que el consumo de carne sea únicamente para quienes tienen mayor nivel adquisitivo, la carne de res no es un lujo y debe ser una de las proteínas principales en nuestra mesa.

En el mercado internacional la carne se comercializa a bajo costo con respecto al dólar: en Argentina se consiguen cortes de primera en 12 $; en Panamá a 7,50 y en Colombia a 8,80 $, pero en nuestro país la estamos consiguiendo casi al doble, es evidente que el problema se encuentra en algún punto de la cadena de distribución, producción y consumo.

La carne que se distribuye a través de la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (CASA), es vendida por debajo de la regulación para ser comercializada al precio justo, pero cuando vamos a los supermercados nos indican que es carne importada y que la regulada no les ha llegado.

¿A dónde va a parar esta carne, quién la distribuye y por qué no llega a la mayoría de los hogares venezolanos? Es simple, existe una mafia consagrada que impide la venta del rubro con la regulación y que disfraza la regulada por importada. Eduardo Samán, Presidente del Indepabis, ha declarado al respecto que se está fiscalizando especialmente este rubro para garantizar el acceso justo, señalando que la carne distribuida por CASA es vendida a los comercios en 22 Bs. con la finalidad que llegue al público a 27,26 el kilo de primera.

Luchemos juntos para garantizar el acceso justo a los bienes y servicios y así consagrar el sueño de Bolívar y de nuestro Comandante Supremo.

 

¡Yo sigo luchando por la Patria Grande!



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