Un dólar oficial no ajustado a la realidad ocasiona distorsiones grandes a la economía de un país que pueden resultar peores a la de un dólar libre.
Algunas de ellas es que los habitantes de un país conozcan más un sitio turístico internacional que uno nacional (con la consecuente pérdida de empleos a nivel nacional en el sector turismo). También ocasiona que sea más barato en ocasiones estudiar afuera que en el país profesiones que perfectamente pueden estudiarse aquí (con la consecuente pérdida de empleos de profesionales de la educación aquí). Esto lleva como perjuicio adicional que se ocasione fuga de talentos y se cree una generación de chamos que creen que cualquier país es mejor que este “Por que allá todo es más barato” (A tasa oficial)
No entiendo cómo se le da tanta vuelta al necesario ajuste del precio de la divisa internacional.
Sin ser economista entiendo perfectamente que un país que se diga revolucionario debe garantizar el buen uso de las divisas principalísimamente para el desarrollo productivo nacional. Para fortalezar la industria local y aumentar la producción de bienes y servicios en el país y no la de afuera.
El ajuste del dólar a niveles lógicos es algo necesario para el buen desenvolvimiento de la economía del país.
Es otro tema el cómo garatizar mayor disponibilidad de divisas. Aunque en principio pareciera que lo más sencillo es producir la mayoría de los bienes y servicios en el país (sobre todo la comida) –evitando gastar divisas en cosas que podemos hacer aquí- y buscar otras entradas de divisas (petroquímica, turismo principalmente) en el caso de la República Bolivariana de Venezuela.
Creo allí está la tarea, basta ver si la cumplimos.
Julio.briceno@gmail.com
