Tal como fue anunciando por el líder del proceso bolivariano, luego de la victoria "perfecta", su nuevo período de gobierno comenzó ahora mismo, sin mayores preámbulos ni ceremoniales, sino haciendo énfasis en la poderosa herramienta de la crítica y la autocrítica.
El camino por recorrer 2013-2016 no será fácil, muchos baches internos tendrán que superarse y habrá que enfrentar provocaciones de todo tipo provenientes del exterior y para eso se hace necesario una verdadera vanguardia, ideológica y políticamente claras, lo suficiente para garantizar la eficiencia en las tareas encomendadas. No será suficiente con uniformarse de revolucionario o portar un carnet del partido, debe demostrarse en la práctica que se es revolucionario, que se trabaja en función de la construcción del camino hacia la revolución. Todo ese ejército de cachuchas rojas que se exhiben como dirigentes, deben probar en la práctica, en el terreno, sin prepotencia y con suma honradez que tienen conciencia de la responsabilidad asumida y si no sirven para ello, sin una suerte de afortunados del amiguismo bueno, que abandonen, se autocritiquen y se incorporen a un trabajo de formación política e ideológica si se sienten verdaderos revolucionarios.
No es cualquier cosa construir el camino hacia el socialismo en un país lleno de vicios culturales burgueses por todos los lados, ni esto tampoco se logrará con académicos de la revolución. Como dice el poeta: "caminante no hay camino se hace camino al andar". Y eso en esencia es lo planteado por Chávez, corregir errores sin detener la marcha, y en ello un motor importante es la crítica y la autocrítica, la formación ideológica y política y su terrenalización tampoco se quieren jilgueros del socialismo, sino quienes en su práctica diaria, en todas las áreas, desde el portero hasta el Ministro demuestren que en su labor diaria están trabajando por la construcción del camino hacia el socialismo.
El sacudón de Chávez no debe quedarse en el papel o en el comentario alegre de los "filósofos" y de habladores de zoquetadas; entonces, a ponerse las alpargatas porque el joropo empezó y quien no sabe bailarlo que aprenda .pero, rápido porque no hay tiempo que perder.
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