El malestar social se hace sentir en la zona norte del Estado Anzoátegui, debido al deterioro del servicio eléctrico que se presta en la región; Innumerable son las quejas que el pueblo oriental ha elevado a las autoridades competentes a través de distintos medios sin que hasta ahora haya habido respuesta satisfactoria alguna.
Por esa razón, hoy los reclamos han tomado otra intensidad, pues el pueblo oriental, compresiblemente descontento, ha optado por cerrar arterias viables para ver si de una vez por todas se le da solución a este problema que afecta a miles de familias.
Las autoridades no deben olvidar que si le cierran las puertas a un pueblo que, de manera pacífica reclama para obtener la solución a sus problemas, corren el riesgo de que ese pueblo derrumbe las puertas y utilice mecanismos drásticos de presión para reclamar y haga valer sus derechos afectando negativamente el proceso de cambio que eligió el pueblo venezolano recientemente.
Muchas han sido las lecturas que se le dan a las deficiencias de CORPOELEC, atribuyendo responsabilidades a distintas razones que van desde la ineptitud de quienes están al frente hasta la responsabilidad de iguanas.
Para nadie es un secreto que existen factores oposición que conspiran para perturbar la gestión del primer mandatario nacional pero es necesario detenerse un momento y hacerse esta interrogante ¿Acaso la ineptitud no es una manera de conspirar?.
Hasta la fecha no hay despidos, sancionados o expulsados, en fin nadie ha sido responsable directo de estae caos eléctrico, lo que pone en entredicho la eficiencia de las autoridades en todos los niveles, pues o no están aptos para dar respuestas satisfactorias o sencillamente son partícipes de una conspiración pasiva, al no ser capaces de actuar frente a los factores perturbadores y poner los correctivos a que hubiere lugar.
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