En los años que lleva la revolución después del año 2003, la “Eficiencia” ha sido letra muerta.

He visto con mucho entusiasmo y motivación revolucionaria, la manera como el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela ha impulsado el éxito de los próximos 6 años del Socialismo Bolivariano Democrático y antiimperialista.

La frase mágica y llena de poder “eficiencia”, en las palabras del jefe de Estado fortalece el camino hacia la construcción del Socialismo Venezolano, deslastrado de los errores del pasado y otros más frescos que se han cometido en éste presente, este ofrecimiento refresca el espíritu revolucionario de los que siempre hemos creído en este proceso de revolución cuya Dirección Estratégica es ser un país potencia en lo económico, social, político y geopolítico, etc.

Es decir una noble e implacable soberanía pacífica y democrática, inexpugnable por país extranjero alguno.

Leyes inexorables socialistas, el derecho socialista, el estado socialista y el socialismo de estado deben prevalecer sobre el capitalismo, que aunque haga falta en una pequeña proporción, porque no podemos como Estado vivir en la comunidad mundial alejados del sistema económico que rige a los demás Estado, pues esta condición podemos incluirlas en nuestras leyes pero que no sean vinculantes para la política económica y social domestica.

Esta estrategia política y económica bien concebida en una planificación estratégica a largo plazo donde se incluya el próximo periodo presidencial de la revolución, permitirá establecer una Dirección Estratégica que consolide el desarrollo industrial (puestos, aeropuertos y vías ferroviarias), el desarrollo tecnológico (satelital, informática y farmacéutico), educativo, social, turístico, geopolítico, militar etc.

En los próximos años es necesario consolidar el Socialismo, para cerrarle a aquellos que ya conocemos y tenemos identificados, la posibilidad de retornar las riendas del país, y si llegaran a hacerlo en un supuesto ya negado, que les cueste lo que nos ha costado a nosotros desmontar la política económica, legal, laboral, social, geopolítica, educativa y exterior capitalista que heredamos en el año 2000 (siglo XXI).

Las venezolanas y venezolanos que pasamos de los sesenta años queremos ver esta nueva Patria, queremos vivir en un país donde no exista inseguridad, donde no tenga paso la impunidad y donde la inflación sea letra muerta, es decir esas implacables tres 3 ( i ). Y a ellas con más ahínco y fortaleza es necesario aplicarle la bien calificada “Eficiencia Política” de Nelson S. 2009, mediante las ya conocidas tres 3 (R) si todavía es posible.

Por todas estas razones al oír la frase “eficiencia” ésta inmediatamente se alumbra en nuestra imaginación como sinónimo de progreso, seguridad física, bienestar social y seguridad política.

Sin embargo la “eficiencia” no existe sola, pues de practicarla así, es como imaginarnos una isla desierta en el océano con dos (2) matas de coco para colocar la hamaca.

La “eficiencia” requiere para cubrir todo el trayecto de la Dirección Estratégica planificada, de otros dos (2) elementos que dependen uno del otro y son entre los tres (3) interdependientes. Estos son: La eficiencia, la efectividad y la eficacia.

Es decir, la trilogía antes señalada conforman la ecuación de la excelencia, y si la llevamos al término de la actuación en pleno desarrollo de las difíciles actividades ministeriales, gubernamentales o empresariales, ésta ecuación debe estar en la agenda de uso diario de todo gerente y dirigente gubernamental.

Existen definiciones de cada uno de estos fundamentos, necesarios para medir la ejecución de los objetivos, razón que es imperativa aceptar y comprender que son susceptibles al “Control y Seguimiento”, elemento éste de vital importancia para alcanzar y materializar el máximo objetivo previsto en cada Dirección Estratégica trazada.

A éste máximo objetivo estratégico final se le puede llamar la Visión del Líder. El líder de la revolución tuvo y tiene una Visión, y con el “seguimiento” éste elemento ahora es su más estrecho, leal y fusionado cómplice para lograr la Visión. Ahora es fundamental que la revolución no deje escapar ni empañar esta oportunidad. Que no ocurra como las tres 3 (R), que a veces la oímos nombrar y todo sigue igual.

Patria Socialista del Pueblo Soberano, necesario es vencer.

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