Estados Unidos ha encontrado finalmente armas bioquímicas de destrucción masiva, pero no en Irak, sino a unas 50 millas de Washington, en las instalaciones militares de Fort Detrick, según informa el "The Washington Post".
El alijo de armas encontrado incluye 100 dosis de ántrax y otras peligrosas bacterias, que podrían ser los restos de un programa de guerra bacteriológica supuestamente abandonado durante la guerra fría.
Además de ántrax, se han hallado también agentes de guerra biológica como la "brucella melitensis", que causa la brucelosis, y la "klebsiella pneumoniae", que provoca una forma de neumonía.
El hallazgo se produjo en una gran operación de limpieza de residuos militares y basuras en el área de Fort Detrick, que, tras el inesperado hallazgo de agentes químicos, se ha convertido en un trabajo de coste muy elevado que requerirá un presupuesto de 25 millones de dólares.
El diario británico "The Guardian", se hace eco de esta información y destaca que, aparte del "Washington Post", ha pasado inadvertida en Estados Unidos.
Además, "The Guardian" subraya que las autoridades norteamericanas, al igual que ocurrió con las del régimen iraquí de Sadam Husein, alegan que no disponen de documentación sobre los agentes químicos encontrados.
De hecho, el "Washington Post" cita al coronel norteamericano John Ball, comandante de guarnición de Fort Derrick, haciendo las siguientes manifestaciones: "Lo encuentras, lo aislas y tratas de averiguar lo que es. Estamos aprendiendo, pero es muy caro".
