Corrupción en Francia: Petróleo por alimentos y dinero por armas

PARÍS, oct (IPS) La justicia francesa investiga varios casos de corrupción
internacional en los que se hallan envueltos ex altos funcionarios del
gobierno.

El ex embajador de Francia ante las Naciones Unidas, Jean-Bernard
Mérimée, está acusado de "tráfico de influencias" y "corrupción de
funcionarios del servicio exterior" debido a su participación en el
polémico programa "petróleo por alimentos" para Iraq, administrado por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Dicho programa, que permitía a Iraq vender una determinada cantidad de
petróleo para financiar la importación de alimentos y otras provisiones de
naturaleza humanitaria, se implantó entre 1996 y 2003, mientras el país
estaba sujeto a sanciones internacionales por haber invadido Kuwait en 1990.

Las denuncias de corrupción en la administración del programa hicieron
caer ya a varios altos funcionarios de la ONU y salpicaron inclusive a su
secretario general, Kofi Annan.

Los cargos contra Mérimée fueron formulados por el juez Philippe
Courroye, quien investiga supuestos sobornos pagados por el derrocado
régimen iraquí de Saddam Hussein a funcionarios y diplomáticos franceses y
a varias empresas.

Se sospecha que Mérimée recibió cupones por dos millones de barriles de
petróleo durante el período 2001-2003 y los vendió a dos compañías
francesas que estaban operando en Iraq.

Antes de Mérimée, el ex embajador Serge Boidevaix fue acusado de haber
recibido "pagos" en forma de vales por 36,6 millones de barriles del
gobierno iraquí.

El diplomático Mérimée, de 68 años, fue representante de Francia en la
ONU entre 1991 y 1995. Más tarde, se desempeñó como embajador en Italia y
como asesor en asuntos europeos del secretario general Annan.

Entre las compañías privadas cuyos ejecutivos afrontan cargos de
corrupción se halla la gigante francesa petrolera Total.

En 2002, la agencia francesa encargada de perseguir delitos de lavado
de dinero, Tracfin, sostuvo que Total llegó a pagar hasta cinco millones de
dólares en sobornos a funcionarios iraquíes mediante una red de cuentas
bancarias en Suiza.

A principios de este año, un informe policial indicó que "existe amplia
evidencia de que Total estuvo envuelta en muchas infracciones (del programa
petróleo por alimentos), ya sea directamente, mediante la adquisición de
productos petroleros, o indirectamente, por el pago a funcionarios iraquíes
a través de intermediarios".

Jerarcas franceses también son investigados por escándalos de
corrupción vinculados a negocios militares.

La fiscal Marie-Christine Daubigney calificó al ex colaborador del
Ministerio del Interior, Jean-Charles Marchiani, de "estafador" y solicitó
que fuera penado con 4 años de cárcel y una multa de 180.000 dólares.

Marchiani es investigado por un tribunal de París por su papel en el
contrabando de armas a Emiratos Árabes Unidos.

La fiscal Daubigney dijo que Marchiani recibió un soborno de 1,6
millones de dólares por parte de fabricantes franceses y alemanes de armas
en pago de sus actividades de intermediación.

Marchiani admitió haber recibido el dinero, pero explicó que fue una
remuneración por "operaciones del servicio secreto" aprobadas por el
gobierno francés e incluso por el propio presidente Jaques Chirac.

Ningún miembro del gobierno ha testimoniado en apoyo de Marchiani.

Los servicios de inteligencia franceses también están acusados de haber
participado en ventas ilegales de equipamiento militar de procedencia
alemana a Arabia Saudita, a principios de los años 90.

Documentos requisados por la policía alemana en ocasión del arresto en
2004 del viceministro de Defensa alemán Ludwig Holger Pfahls muestran que
logró escapar de la justicia durante cinco años gracias a la ayuda de los
servicios secretos franceses.

Pfahls admitió haber recibido 2,3 millones de dólares en "comisiones"
del traficante de armas Karlheinz Schreiber por su intermediación en un
negocio ilegal con Arabia Saudita en 1991.

Luego que la policía alemana emitiera una orden internacional de arresto
en su contra, en 1999, Pfahls vivió clandestinamente en diversos países del
sudeste asiático, Gran Bretaña, Sudáfrica y Francia. Fue detenido el 13 de
julio del año pasado en París.

Los investigadores alemanes manifestaron que los documentos encontrados
sugieren que durante sus años de clandestinidad, Pfahls contó con la
protección de los servicios de inteligencia franceses.

También indican que cada vez que se encontraba en dificultades, Pfahls
llamaba a un número de teléfono y alguien aparecía enseguida ara ayudarlo a
escapar a otro país.

En agosto, un tribunal alemán halló culpable a Pfahls de los delitos de
corrupción y evasión impositiva y lo sentenció a dos años y medio de
prisión. Pero el ex funcionario obtuvo su libertad el 1 de septiembre, pues
ya había cumplido casi la mitad de la pena en prisión preventiva.


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