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Estos micros son para retrasmitirlos en todas las radios ANMCLA y todos los medios alternativos, libres y comunales, es necesario multiplicar estas consignas y republicar de todas las maneras, sus consignas. Todos a la marcha por la defensa del agua y de la vida, todos contra el ALCA, La IIRSA y el Plan Puebla Panamá Todos contra el Plan Colombia. Soberanía y derechos indígenas, paz para nuestra frontera y derechos ambientales, no al plan de la banca internacional y de las trasnacionales, no más carbón en Perijá, por una alternativa de desarrollo endógeno y sutentable con el protagonismo de las comunidades. Por la revolución bolivariana y el socialismo. Compañero Presidente anule las concesiones.
ANMCLA
producción, comunicación, vida social y defensa
volante informativo para copiar y circular en todos los colectivos comunicacionales de base.
Por la defensa del Agua y la Vida
Más de 250 mil hectáreas del piedemonte de la Sierra de Perijá, brazo occidental del final de la Cordillera Andina, han sido otorgadas en el Zulia, Venezuela, para poder satisfacer la inmediata demanda de 36 millones de toneladas de carbón anuales de Brasil, Europea, pero principalmente de los Estados Unidos.
Esta extracción minera se ejecuta desde el año 1987 en tierras de los indígenas Wayúu, en los frágiles bosques de la cuenca del río Guasare, en las minas Norte y Paso Diablo a razón de 8 millones de toneladas anuales por parte del mismo estado venezolano a través de CORPOZULIA/CARBOZULIA en asociaciones con el gran capital multinacional de las empresas Anglo American Coal (ingleses surafricanos), Ruhrkohle (alemanes) [Carbones del Guasare, S.A.] y la Inter-American Coal-Chevron [Carbones de La Guajira, S.A.]. Hoy estos mismos entes mineros amplían sus actuales minas y pretenden continuar abriendo otras nuevas en tierras Wayúu de las cuencas de los ríos Socuy, Maché y Cachirí, pero esta vez acompañados con la gigante brasileña Vale do Rio Doce (CARBOSURAMÉRICA), la irlandesa Carbonífera Caño Seco, para llegar le exportación en La Guajira a 22,5 millones de toneladas.
Para llegar a la meta inmediata de 36 millones de toneladas métricas también el Gobiernos a través del Ministerio de Energía y Mina y CORPOZULIA presiona a los indígenas Barí y Yukpa en sus territorios y se niega a reconocer las tierras autodemarcadas por los indígenas tal como determina la nueva constitución y la Ley de Demarcación de las Tierras Indígenas. Esta vez, los capitales son los de las empresas Corporación Carbones del Perijá (chilena), Tomen (japonesa), Excel (australiana), TrasMar Coal y Minera MAICCA (estadounidense).
Son muchos los trabajadores enfermos de neumoconiosis de las empresas mixtas Carbones del Guasare y Carbones de la Guajira tirados a la calle para que a solas le llegue la muerte en sus casas, en el municipio Mara no existen familias que no tengan un ser querido lisiados o muertos por los constantes accidentes viales originados a lo largo de la carretera por donde en gandolas se transporta el carbón mineral desde las minas hacia los terminales de embarque a orilla del Lago de Maracaibo, todo el recorrido esta lleno de polvo y partículas de carbón, al igual que centros poblado aledaños a los terminales de embarque de Santa Cruz de Mara, El Bajo de San Francisco, la Ceiba y la Cañada de Urdaneta.
Las escombreras donde se deposita la materia inerte de las minas hoy forman varias hectáreas de montañas pre construidas afectando todo el sistema de escorrentía del río Guasare, millones de litros de agua subterráneas y superficiales del río y caños se contaminan y desaparecen a diario desde 1987 por la explotación de Mina Norte y Paso Diablo, hoy toman agua contaminada varios poblados indígenas Wayúu como el Paso y el Escondido, así como todos los ubicados hasta el sector Siloé en Carrasquero. Bosques, fauna, poblados Wayúu y hacienda fueron destruidos para darle paso a la actual explotación del carbón.
Esta puntual tragedia hoy amenaza a todos los indígenas, parcelas agrícolas y haciendas, aguas, biodiversidad, montañas y bellezas escénicas de todo el piedemonte de la Sierra de Perijá, así como los ríos Catatumbo y Zulia, el estado Táchira, los poblados del Sur del Lago Encontrado y Santa Rosa, La Fría, La Ceiba, Nazareth, Sabaneta de Montiel y las islas del Golfo, hábitat tradicional de los indígenas Añúu, a través del complejo vial y multimodal Puerto América que financia el Gobierno de Holanda, el Banco Mundial, la empresa holandesa Alkyon, PDVSA (con dinero del campo petrolero Ceuta Tomoporo) y CORPOZULIA, sólo para complacer intereses foráneos energéticos a costa del dolor, el desplazamiento de indígena y campesinos, la muerte y la desgracia del Zulia.
Este proyecto minero portuario vial es la piedra angular en el occidente del país del Plan Puebla Panamá (PPP) y de la Integración de la Infraestructura Regional Sur Americana (IIRSA), que se expresa por medio de los Ejes de Integración Andino, Río de la Plata Amazona y Orinoco-Apure y Brasil, Venezuela, Cuyana y Surinam. Infraestructuras esta vial energéticas por donde saldrá hacia el Atlántico desde Colombia y Brasil por Venezuela sus capitales exportadores y multinacionales de recursos naturales energético-mineros, madereros, agrícolas y de biodiversidad a la costa este de los Estados Unidos y Europa, por ello la paralización de la demarcación de las tierras indígena por parte del Ministerio del Ambiente y de Energía y Minas, el Instituto Nacional de Tierras (INTI) y la Ley de Tierra hoy en manos de los ganaderos, la amenaza real de los negocios con transgénicos las nuevas plantas carboeléctricas en Zulia y Táchira, la devastación de Imataca y el Delta de los Guaraos, el tendido eléctrico por tierras de los indígenas Pemones, los puentes sobre el río Orinoco, los dragados de ríos y caños, el gaseoductos Venezuela-Colombia-Panamá-Centro América-México-Estado Unidos y el dirigido al norte de Brasil, así como la electricidad generada de la represa hidroeléctrica que se construye con prestamos de Brasil sobre el río Caroní, la fibra óptica, las carreteras y vía ferroviarias desde Manaos hacia el puerto de aguas profundas a construirse en el estado Sucre.
En estos proyectos no sólo está en juego las infraestructuras y un desarrollo interno atendiendo necesidades foráneas, sino la democracia participativa y protagónica y peor aún la soberanía de nuestro país, por ello que en Venezuela no hace falta el ALCA, pues esta ya está recompensada con la entrega del gas, de campos petroleros maduros, de más carbón, la aplicación del PPP y la IIRSA, la flexibilización fronteriza, jurídica, arancelaria, aduanal.
Por eso le decimos al compañero Presidente que anule las concesiones a las trasnacionales mineras en la Sierra de Perijá y entregue la titularidad de la tierra indígena a los pueblos Wayúu, Barí, Yukpa, Añúu y Japreira, ancestrales poseedores de los derechos que hoy consagra nuestra Constitución Bolivariana.
Que ponga la aplicación de la Reforma Agraria en manos de movimiento campesino y reforme la ley de tierras reestableciendo el derecho a ocupación de tierras ociosas.
Que impulsemos un desarrollo endógeno sustentable diseñado y protagonizado por las comunidades.
Que la frontera sea un espacio de paz, de ciudadanía plena y de derechos plenos para cerrarle el paso a las pretensiones guerreristas del imperio.
Repensemos el modelo de desarrollo que estamos aplicando desde la perspectiva del proyecto Bolivariano.