Producto de la crisis económica

UNETE-CTR: Clase media tiende a desaparecer en Venezuela

Portavoz de la Central de Trabajadores UNETE.

Portavoz de la Central de Trabajadores UNETE.

Credito: Prensa UNETE

Cumaná, 25 de septiembre de2016). Cubrir las necesidades básicas de una población a través de su salario, es sin duda entre otros aspectos lo que facilita una mejor calidad de vida, condición que para sectores sindicales en Venezuela se ha perdido, así lo manifestó la mañana de este domingo José Antonio García portavoz de la Central de Trabajadores UNETE al asegurar que en Venezuela la mayoría de los asalariados pasaron a formar parte de la población pobre del país.

De acuerdo a los datos de esta organización, la población trabajadora está distribuida entre la labor universitaria, magisterio, empleados público, organismo policial, obreros, trabajadores del sector comercio, trasporte y servicio en su mayoría, en una sociedad donde para la UNETE comer supera el ingreso de estos grupos de trabajadores.

70% de los trabajadores en Venezuela percibe ingresos por debajo 3 salarios mínimo, de modo que 3 de cada 4 trabajadores no perciben ingresos suficientes para cubrir ni si quiera la alimentación de la familia” preciso el también líder de la URT Sucre.  

García explicó que entre el año 2.000 y hasta el 2.013 los ingresos de la clase trabajadora aunado a otras políticas sociales permitieron sacar de la pobreza a más del 30% de población venezolana llevando a la mayoría de las familias asalariada a formar parte de la clase media, no obstante, aseguró que este panorama cambio los dos últimos años al pulverizar a tal nivel el poder adquisitivo que, millones de familias cayeran en pobreza.

EL portavoz de UNETE aseguró que en Venezuela la clase media trabajadora casi desaparece y ahora forma parte de la clase pobre, segmento de la población que estiman supera el 70%, UNETE asegura que vivir de un salario en el país es tener una vida de carencias y limitaciones.

Vivienda y pobreza

         El vocero de UNETE también indicó que debido al incremento de la pobreza en el país, las viviendas de la clase trabajadora han visto deteriorar su habitabilidad (servicios, higiene, confort) y seguridad conforme a las más esenciales normas urbanísticas.

            Detalló como en estos días es común que las viviendas existan pocetas, tomacorrientes y tuberías dañadas, llaves de aguas goteando, cuartos sin bombillos, paredes sin pintura, puerta sin cerraduras a consecuencia de la falta de ingresos familiares para su reparación o mantenimiento.

            Sostuvo que este drama social ya no solo es exclusivo de las barriadas, sino que se extendido a las urbanizaciones.



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