Isabel Delgado: “Mujeres venezolanas son el objetivo de la guerra económica”

La titular del Ministerio de Comercio, Isabel Delgado Arria, tiene a su cargo la Jefatura Presidencial para las Exportaciones.

La titular del Ministerio de Comercio, Isabel Delgado Arria, tiene a su cargo la Jefatura Presidencial para las Exportaciones.

Credito: Luis Graterol

24 Mar. 2015 - La ministra de Comercio, Isabel Delgado, explica que el ataque se ha dirigido a la mujer ama de casa, a la mujer madre, como un objetivo principal, "porque somos un país donde la mujer es el centro del desarrollo de la familia y el reto de la mujer ha sido siempre mantener su hogar abastecido y su familia sana y nutrida", Indicó que la guerra se ha manejado con una estructura de marcas y de target contra la mujer, uno de los puntales de la Revolución Bolivariana.

Para Isabel Delgado Arria, la única mujer en el gabinete económico del gobierno de Nicolás Maduro, la "guerra económica" tiene como objetivo a la mujer venezolana y especialmente a la madre.

Lo dice no sólo como mujer sino como ministra de Comercio, cargo que ocupa desde el pasado mes de septiembre, y desde donde le ha tocado enfrentar cara a cara a los representantes de la burguesía local y transnacional que dirigen la ofensiva contra Venezuela.

–¿Estamos perdiendo la guerra económica?
–No, para nada…

–¿Por que no? Siguen las colas—
–Es una guerra que no está perdida en lo absoluto, es una guerra que hemos ido ganando dando pasos sustantivos. Primero, no han logrado que la gente deje de tener acceso a los productos, han logrado que haya niveles importantes de dificultad en algunos productos y en otros no tanto, han logrado crear un espacio importante de zozobra en la población. Especialmente en algunos momentos como enero, pero la gente accede y nadie ha dejado de comer arepa, por ejemplo. Y la harina precocida de maiz fue el primero y sigue siendo uno de los productos sobre los cuales se ha apuntalado la guerra económica.

–¿Contra quien se dirige esa guerra?
–La guerra se ha manejado casi que con una estructura de marcas y de target. Vamos hacia la mujer ama de casa o vamos hacia la mujer madre, ese ha sido el apuntalamiento principal de la guerra económica.

–¿Por que hacen eso?
–Hicimos un trabajo para visualizar los productos que están en desabastecimiento y sus marcas. Y hemos encontrado que la mayoría son marcas dirigidas a la mujer ama de casa, tal como lo han declarado en el momento que fue registrada la marca en el organismo de propiedad intelectual. Creemos que el objetivo ha sido la mujer, y especialmente la madre, porque somos un país donde la mujer es el centro del desarrollo de la familia, y el reto de la mujer ha sido siempre mantener su hogar abastecido y su familia sana y nutrida y sobre eso han montado la guerra económica. También hemos pensado que tiene que ver con el hecho de que del papel de la mujer en el desarrollo de los cambios que están ocurriendo en la sociedad venezolana es muy fuerte. Y eso significa que somos uno de los principales puntales de la Revolución Bolivariana. Por eso el objetivo es golpear a la mujer dentro de su opción política de echar palante la Revolución Bolivariana.

–El objetivo han sido los productos industriales, pero no han faltado alimentos sin procesar ¿Porque ocurre eso?
–Los productos frescos son de agricultura familiar y ese sector no está en la guerra económica. Hay una estructura comercial de este tipo de productos que sí se ha metido en la guerra económica, y que históricamente ha sido factor de especulación.

En los otros productos participa la agroindustria o la industria transnacional. Asimismo están los de higiene personal y del hogar que son hechos básicamente por transnacionales o grandes empresas, con niveles de complejidad importantes. Mientras que otros requieren insumos que en muy buena parte no se producen en el país. Son intensivos en uso de divisas aunque se produzca aqui. Los que no tienen esa complejidad como el jabón tienen una estrategia marcaria brutal que hace que la gente busque marcas específicas. Y hay un nivel de monopolización de esos productos en forma muy importante. Sólo la Procter tiene el 70 por ciento del mercado de detergentes. Eso te debe crear una alarma importante pues se trata de una empresa con toda la capacidad para manipular el mercado.

–¿Tenemos control sobre la producción de esas empresas?
–En este momento sí lo tenemos. Incluso ya terminamos de hacer un sistema en el que todas las empresas vierten su información y nosotros estamos estructurando la información cruzada de orden gubernamental. Asi podremos ir determinando hasta la ruta que lleva la mercancía, porque cada vez que hay una transacción quedan rastros electrónicos que estamos recogiendo. Ese es un sistema que se está haciendo en este momento…

–Se está haciendo, no está operando en este momento?
–No, sí está operando, lo que pasa es que está creciendo. Está operando en lubricantes, aceites, aseo personal y se está terminando de meter la información de limpieza del hogar, y vamos hacia insdutrias gráficas.

–¿Cuales serían las fuentes para alimentar esa gran base de datos?
–Cuando el sistema esté completo debe tener información de autorizaciones de divisas, la información de puerto, la del Seniat, la de las empresas, la de las distribuidoras de las empresas y la de comercialización al detal. Y que se cruce con la información impositiva del Seniat y que podamos saber incluso a quien se le vendió el producto. Estamos estructurando un nivel de panoptico de toda la estructura comercial que nos pueda ir dando los datos de, por ejemplo, el desvío de mercancía. Con esto además esperamos poder controlar precios, saber donde se originan los saltos especulativos.

–En 2014 P&G recibió el 30% de las divisas otorgadas en los 9 años anteriores pero es cuando se agudiza la escasez ¿Se puede presumir que sobrefacturó para apropiarse de las divisas a tasa preferencial?
–Hay un tema con el otorgamiento de divisas en el marco de la guerra economica, y que producto del contrabando de extracción y de la manipulación sicológica de que te quedas desabastecido, se ha generado una sobredistribución de productos. Eso hizo que se tuviera que comprar más de lo que históricamente se había hecho y por tanto otorgar más divisas y se alteró el histórico del país para lograr el abastecimiento. Eso pasó con muchísimas empresas. En el caso de Procter recibió un monto de divisas superior al que había recibido históricamente. Alli pudiese haber pasado que hay un contrabando de extracción muy fuerte. En la intervención de Herrera (que tenía principalmente productos de P&G), durante la noche, llegaron los "bachaqueros", y no fue a protestar sino porque iban todas las noches. Allí había incluso una estructura de facturación nocturna, porque esa empresa entregaba de noche toda su mercancia y por eso la tomamos. Allí hubo un nivel importante de fuga de mercancías. Creo que todas las empresa, incluyendo a P&G, que han recibido esas cantidades de divisas deben ser investigadas y rendir cuentas de cada una de las divisas que recibieron. Allí hay cosas que pasan que nosotros tenemos que controlar. En casi todas las empresas transnacionales hay un nivel importante de manipulación de la estructura de negocio. Por ejemplo, si soy una empresa que distribuye al detal debo tener un plan de abastecimiento que le indique que al quedar el 20 por ciento debe hacer su solicitud de reposición.

–¿Entonces ese requerimiento adicional de divisas debe atribuirse al bachaqueo, o a un intento de estas empresas para apoderarse de las divisas a tasa oficial?
–No. Ambas cosas están sucediendo. En cada una de las cadenas de los negocios hay manipulación de las estructuras del negocio, que te producen guerra económica y te producen una maximización de las ganancias.

–Puntualmente, ¿están inflando los precios de transferencia?
–Puntualmente yo te puedo decir que hay un porcentaje más alto del 50 por ciento de las facturaciones que nos estaban haciendo a nosotros que vienen de paraísos fiscales.

–¿De donde? ¿Suiza?
–No, paraísos fiscales diversos. Islas Vírgenes, Suiza…Los productos son fabricados en otros lugares pero la comercialización se hace desde paraísos fiscales. ¿Y por que se hace en paraísos fiscales? Porque no hay impuestos.

–¿Y no debería la factura estar relacionada con el origen de cada producto?
–No necesariamente. No hay una ley ni internacional ni nacional al respecto. Esa es una de las cosas que estamos corrigiendo.

–¿Que implicaría esa nueva norma?
–Que la factura debe corresponder al origen de la mercancia, y si no deberías tener una explicación importante si vas a comprar en algún paraíso fiscal.

–El costo por kilo de medicamentos en Venezuela pasó de 17 dólares en 2000 a 81 en 2014…
–Eso pasa con mucha frecuencia. Por ejemplo los medicamentos franceses generalmente vienen de Suiza, o medicamentos argentinos que te facturan en Panamá.

–¿Tenemos algún parámetro que nos diga que el costo promedio de un producto en unidades físicas no debe superar en tal porcentaje el precio internacional?
–No hay una norma al respecto, pero si hacemos una extensión de lo que hemos establecido en la Ley de Precio Justo, no debería superar el 30 por ciento. Pero nosotros hemos encontrado el 280 por ciento con respecto a los precios internacionales. Ya nosotros establecimos un parámetro de precios internacionales con consultas de bases de datos diferentes y estamos chequeando eso en relación con la asignación de divisa y en relación con el marcaje del precio justo.

–¿El gobierno conoce cual es la estructura de distribución de las grandes empresas de bienes de consumo masivo?
–Nosotros estamos haciendo el mapa de distribución del país. En algunos sectores los tenemos hechos. La llegada a Herrera es producto de esa investigación. Los hemos estado haciendo por sectores y por empresa. Alli hay dos corrientes que se complementan: una que monopoliza y otra que despliega. Por ejemplo, Herrera era un monopolio pero que estaba desplegado en unas 18 empresas, y entonces cuando vienes a buscar el monopolio resulta que es un cascarón vacío. Esa estructura la usan las transnacionales en todo el mundo, para que si la llegan a tocar en realidad no tienen nada, aunque tengan todo el poder sobre esa estructura.

–¿Como potenciar un comercio alternativo a las grandes cadenas con bodegas y pequeños abastos?
–Nosotros ya lo estamos haciendo. Estamos montando una red de distribución a las bodeguitas y ampliando los mecanismos de distribución para que en los barrios haya abastecimiento. Lo estamos haciendo con las comunas y con la estructura de las jefaturas cívico-militares contra la guerra económica, esa es una gran fortaleza de la Revolución Bolivariana. También estaremos abriendo dentro de muy poco una escuela popular de comercio justo con formación en disciplina comercial, contabilidad y reposición de inventarios. También estamos promoviendo cooperativas de abastecimiento que permitan la inclusión de todos los consumidores de esa comunidad y compren directamente a los productores.

–¿Que se va a hacer con Farmatodo?
–Yo creo que fundamentalmente no hay que hacer con Farmatodo. Hay que hacer con nuestras pequeñas farmacias tradicionales de Venezuela, que fueron absolutamente desplazadas por la estructura transnacional. Hay que abastecerlas con productos de higiene personal y de belleza. Darles conectividad con la banca pública y que tengan diversidad de medios de pagos es fundamental. El empoderamiento de la pequeña farmacia es una de las soluciones estructurales contra la guerra económica, porque si no mantendríamos una situación de oligopolio. El Presidente ha sido supergeneroso con Farmatodo, le está dando un chance para que realmente desarrollen su negocio respetando las normas del mercado y a su clientes, que en realidad son pacientes, porque es una farmacia.

–¿Es promisorio el horizonte con respecto al desabastecimiento programado?
–En la medida que tengamos la información, los sistemas nos den las alarmas tempranas y logremos empoderar al pueblo sobre su sector comercio, y que tengamos a ese sector comercio apuntalando a la industria y no aplastándola, que podamos imponer prohibiciones de importación de productos que tenemos capacidad de hacer, o que no entreguemos dólares para que determinadas empresas traigan productos terminados, nosotros vamos a ir saliendo de este proceso. Porque es un proceso de guerra económica que yo no creo que ellos paren, sinceramente, y por eso tenemos que montar los escudos para fortalecer nuestra economía de forma estructural.

–La foto del desabastecimiento es de Farmatodo pero los medios le echan la culpa al gobierno. ¿Será que esta guerra la estamos perdiendo en lo simbólico?
–Yo creo que hemos sido afectados pero no estamos perdiendo. La gente no es tonta y aqui se le ha visto el rostro a la guerra. Si no, no estaríamos nosotros como estamos en las encuestas. Y la gente sabe que de la tienda y de la estructura económica de derecha viene gran parte del atraco que hacen con la especulación y del tiempo que pierden en la búsqueda de los productos que necesitan. Y no creo que mucha gente piense que el problema está en el gobierno, aunque ciertamente hemos sido víctimas de una manipulación brutal.

–¿Que debemos hacer para que Venezuela avance hacia una economía exportadora no petrolera?
–Queremos tener los suficientes incentivos financieros, de inversión y monetarios para que las empresas puedan producir y puedan comercializar al extranjero esos bienes. En eso ha una dimensión de conocimiento, calidad, trazabilidad, formación, producción, logística, infraestructura, marketing en los mercados. Son múltiples las dimensiones que terminan en la exportación y en el hecho de que la empresa que exporta rinda ante el Banco Central de Venezuela una parte de sus ganancias para seguir apuntalando ese proceso.

–¿Que implica la rendición de esas divisas?
–Las divisas tienen que venir aquí en un 100 por ciento. Estamos trabajando en la normativa con el BCV. El exportador puede usar parte para la compra de insumos y materia prima

–¿Con quienes se va a impulsar este proceso?¿O serían empresas que saldrían debajo de la manga?
–Nosotros estamos invitando a todo el mundo. Y queremos sacar empresas de debajo de la manga. Queremos que los pequeños exporten. El modelo es que todo el que produzca puede exportar y que se va a convertir después en todo el que produzca tiene que exportar. El productor es el que va a romper la dependencia de la renta petrolera. Y tenemos de todo, desde grandes empresas de la tradicional burguesía venezolana, y estamos acompañando también a los pequeños y a los medianos.

–¿Cuales son las expectativas de incremento de las exportaciones no petroleras en 2015?
–El año pasado fueron 3 mil 996 millones de dólares. Tenemos un escenario de proyección de duplicar ese monto y creemos que lo podemos hacer. Estamos pensando en llegar a 10 mil millones en un lapso de dos años.

–¿Como lograr que la gente comience a ver su actividad productiva como potencialmente exportadora?
–Es importantísimo el trabajo mediático sobre esa esperanza productora. Tenemos que comenzar a ver a las empresas. Todos deberíamos saber como y en que cantidad se produce el cocuy de pecaya, y lo maravilloso que es. Hay que ponerle las cámaras encima e ir haciendo los reportajes de las experiencias productivas.

–¿Como funcionarán las ciudadelas comerciales?
–Las ciudadelas son espacios de exportación dentro del país, en las fronteras. Nosotros vamos a recibir allí los productos de Venezuela para que sean comercializados en divisas y adquiridos por personas que quieran venir a comprarlos. Va a haber ventas al detal, ventas al mayor, con ofertas interesantes en el ámbito económico.

–¿Donde estarán?
–Todavía estamos escogiendo los sitios. Van a estas en todas las fronteras, incluyendo Colombia, el Caribe, Brasil y Guyana.

–¿Hacia Brasil y el Mercosur como se va a potenciar la exportación?
–Nuestro esquema con el Mercosur va a ser sumamente potente. Estamos por hacer grupos bilaterales con cada uno de los paises para apuntalar las exportaciones de Venezuela hacia el bloque. Ya con Brasil tenemos estructurados cursos y talleres sobre como exportar, con las empresas y también lo vamos a hacer con la prensa.

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BIOGRAFÍA MÍNINA

Isabel Delgado Arria es abogada, egresada de la UCV, y es la ministra de Comercio desde septiembre de 2014. Además es la responsable de la Jefatura Presidencial para la Economía Productiva rumbo a la Exportación Anteriormente se desempeñó como embajadora de Venezuela ante el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), posición donde tuvo a cargo la adaptación del país a los procesos del bloque comercial.

VICTOR HUGO MAJANO/CIUDAD CCS



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