Carta de Freddy Gutiérrez

(VIDEO) Foro: A 26 años del 27F, ayer y hoy, una mirada desde el Movimiento Popular

Freddy Gutiérrez, abogado constitucionalista y defensor de los derechos humanos

Freddy Gutiérrez, abogado constitucionalista y defensor de los derechos humanos

El diputado Juan Contreras leyendo la carta enviada por Freddy Gutiérrez en el foro A 26 años del 27F, ayer y hoy, una mirada desde el Movimiento Popular

El diputado Juan Contreras leyendo la carta enviada por Freddy Gutiérrez en el foro A 26 años del 27F, ayer y hoy, una mirada desde el Movimiento Popular

Credito: aporrea tvi

Lunes, 09 de marzo de 2015.- En Caracas, en el 23 de Enero, en una de sus zonas mas representativas La Cañada, justo en la emplanada y vecina al bulevar Simón Bolivar, se encuentra una construcción, a la entrada del estacionamiento, a mano derecha, que en el pasado albergaba un cuartel de la Policía Metropolitana, su diseño nos recuerda a una serie de pequeños cuartelitos que se construyeron para albergar a las policìas y tener presencia en las comunidades.

Las cosas han cambiado con la Revolución Bolivariana, lo que fue un cuartel de la Policía Metropolitana, "La Metro", como se le conocía, se ha transformado en un centro comunal donde funcionan diferentes la radio comunitaria Al Son del 23, un Infocentro, una librería, tienen los habitantes el sector donde sacar la cédula, en fin un centro que sirve a la comunidad y no la reprime como en el pasado sucedía.

En el patio central de este antiguo cuartelito, donde seguramente se daban partes, ordenes y formaciones matutinas, la Coordinadora Simón Bolívar organizó un Foro: A 26 años del 27F, ayer y hoy, una mirada desde el Movimiento Popular con tres invitados: Freddy Gutiérrez, Juan García Viloria y Manuel Sutherland.

En este primer video, el diputado a la Asamblea Nacional Juan Contreras dio la bienvenida a los presentes y abrió el foro con un pasaje rasante sobre la historia reciente del país y los eventos y circunstancias que rodearon al 27 y 28 de febrero de 1989.

El primer ponente, Freddy Gutiérrez, no pudo asistir por razones de salud, pero envió una carta, que mas que carta fue una clase de política escrita y que fue leída por Contreras.

Caracas, 26 de Febrero de 2015

Amigos

JUAN CONTRERAS

JUAN VILORIA

TONY NAVAS

Presente.-

            Mis queridos amigos,  pido disculpas por mi ausencia de la conferencia en el 23 de Enero, que dictaría tal día como hoy. Motivos de salud sobrevenidos me impiden estar presente.

            Tal día como hoy, hace 26 años, la sociedad venezolana padecía situaciones de asfixia  en todos los órdenes de su desenvolvimiento. Recordemos que los productos de primera necesidad no se conseguían por ninguna parte y cuando se lograban alcanzar eran incomprables por los precios siderales que estaban marcados, se había convertido en un milagro que una joven pareja que decidía construir su vida encontrase vivienda digna y si la encontraba los costos y precios inmobiliarios impedían el acceso, y si la había comprado recientemente estaba en la circunstancia de tener que entregarla por la liberación de las tasas de interés. El acceso a los servicios dignos de salud se habían cerrado y cuando se encontraba alguna puerta abierta, el peaje que debía pagarse podía llevar a la ruina. La precarización del salario que se traducía en el impedimento de comprar productos para hacer la vida vivible,  provocaba el descenso de modos razonables de realización de la cotidianidad. De modo deliberado se habían hecho obsolescentes las industrias del aluminio, del hierro, del carbón, del oro y del acero, de tal manera de subastarlas al mejor postor.

            Frente a la condiciones descritas el venezolano no tenia interlocutores válidos para presentar las necesarias quejas que las circunstancias demandaban. Un estado ciego, sordo y mudo, desconectado de la realidad, mediocre e indolente  había articulado una amalgama en la cual los poderes ejecutivo, legislativo y judicial no marcaban fronteras de distinción entre uno y otro. Se había convertido al venezolano, por supuesto, en una víctima sobre la cual se descargaba todo el peso de la indecencia.

            La ausencia de salidas políticas válidas hizo que el río se saliera del lecho madre, y que se desbordara como se desbordó. El pueblo convertido en furia no creyó en nadie ni en nada, pero, asimismo, la bestialidad del estado se hizo presente desencadenando la más brutal de las represiones conocidas y mató sin distinción hombres, mujeres y niños, todo, menos la esperanza.

              La realidad presente no parece diferente a la que causó los hechos que desencadenaron los acontecimientos de febrero del 89, no pareciera ser sustantivamente distinta. Hoy ha venido tomando cuerpo la desilusión y la desesperanza. Las cifras dan cuenta de que el 80% de los venezolanos están invadidos por la incertidumbre, de que 7 de cada 10 venezolanos reprueba la conducta que ha asumido un estado venezolano al que se le ha ido de las manos el control real y efectivo de las finanzas públicas, que no tiene las riendas de una situación inflacionaria galopante,  que no ejerce con eficacia e inteligencia la autoridad en la protección de las personas y que sólo vive un mundo virtual. Los ministros en su mayoría se comunican entre sí por twitter, dictan resoluciones por twitter, adoptan medidas por twitter,  nombran y remueven personal por twitter, atacan y se defienden por twitter, ¿qué es eso?, es un verdadero divorcio entre el mundo real y el mundo virtual.

            A pesar de los pesares es importante hoy, cultivar la esperanza, no aquélla que no tiene base, que sólo se vive de modo religioso pensando que sólo Dios Proveerá, no la esperanza que pregona el pare de sufrir, y que solamente experimenta momentos efímeros de alegría,  que se evapora cuando se vive el día a día, ni la esperanza que se queda atrapada en los casinos, tampoco la esperanza que se regodea en las glorias del pasado pero que no tiene la mas mínima vitalidad para alcanzar el porvenir . En cambio, sí nos referimos a la esperanza real, fundada en las capacidades creadoras y de construcción de alternativas, de un pueblo organizado capaz de deslindar la tristeza y la desilusión, y que insufla vida al proyecto incesante de cambio civilizatorio que ha guardado sin restricciones y siempre, nuestra bendecida sociedad venezolana.

            Con mi mayor afecto e imbricado en esa esperanza común y compartida, les deseo la mayor de las suertes en los debates que se verificarán en el decurso del día de hoy.

Freddy Gutiérrez

[email protected]

             



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