Ya las marchas pautadas para el día de hoy finalizaron, aparentemente sin mayores hechos que lamentar. Desconozco la cantidad de personas que asistieron a la marcha de la oposición (aunque como dije, a eso de las 10.30 am habían como 7 mil personas en Chacaíto), pero sí quedé sorprendido e impresionado por varias cosas: La cantidad de personas que fueron espontáneamente a Llaguno: más de 5 mil en determinados momentos, y eso a pesar de la lluvia. El EXCELENTE operativo de seguridad implantado por la Guardia Nacional en los alrededores de Miraflores, operativo que si se hubiera realizado el 11 de abril hubiera impedido la terrible tragedia que todos conocemos. En efecto, la Guardia Nacional tomó todas las inmediaciones de la Av. Baralt y varias cuadras a la redonda de Miraflores, ocupando además los techos de varios edificios contíguos. Varias avenidas estaban completamente bloqueadas por grupos de guardias nacionales armados con equipos antibotines, incluso en las cercanías de la Plaza Bolívar, constituyendo una especie de anillo de protección de varias capas.
La GN impidió la presencia de protestantes en frente del Palacio de Miraflores; ni siquiera permitía que alguien se parara en las entradas o salidas de automóviles. Incluso en Puente Llaguno dos camiones de GNs estuvieron presentes, y una docena de oficiales impidieron que los manifestantes se apoyaran en la baranda sur del puente para evitar que alguien acusara a los pacíficos manifestantes de disparar desde el puente.
El civismo de los presentes en Llaguno: muy bueno, de verdad, aunque hubo momentos tensos. A eso de la 4.30 pm se informó que una cantidad pequeña pero significativa de manifestantes de la oposición acompañados de agentes de la Policía de Chacao se acercaban a Puente Llaguno; a ello, un "pelotoncito" de civiles con banderas en mano estaban preparándose para repelerlos, pero la GN tomó el control de la situación, devolvió a los chavistas a Llaguno y se encargó de disuadir a los opositores.
Otro hecho triste ocurrió cuando se acusó a un automóvil que subía por la esquina de Carmelitas de contener presuntos infiltrados... resulta que eran Carlos Carlés y la gente de Radio Perola, sendas personalidades en Caricuao y entre los comunicadores sociales, pero no tan conocidos en el centro de Caracas. Afortunadamente todo terminó bien, aunque algo asustados.
Diversas personalidades políticas se hicieron presentes en el lugar:
Freddy Bernal, Elias Jaua, Lina Ron... Hubo pequeñas concentraciones
espontáneas en otros puntos de la ciudad. En la salida del metro de La
Hoyada una pequeña concentración de vendedores informales adeptos
a Chávez se reunieron a eso de las 3 pm para gritar consignas pacíficamente
a los opositores que entraban en el Metro; la Policía Metropolitana acudió
para proteger a su gente y mantener separados a ambos bandos. Saludos, y sigamos
en la lucha.