Economista Benjamín Tripier: Unificar el tipo de cambio pasa por facilitar el acceso a las divisas

economista Benjamín Tripier, presidente del Consejo consultivo de la Cámara de Comercio Venezolano- Argentina (Cavenarg).

economista Benjamín Tripier, presidente del Consejo consultivo de la Cámara de Comercio Venezolano- Argentina (Cavenarg).

Credito: Correo del Orinoco

21 julio 2014 - Estructurar una política de cambio unificada pasa por facilitar el acceso a las divisas, porque de lo contrario se generará un mercado paralelo al que se podrá acceder sin restricciones, pero que daría como resultado un cambio diferencial, sostuvo el economista Benjamín Tripier, presidente del Consejo consultivo de la Cámara de Comercio Venezolano- Argentina (Cavenarg).

“Tendríamos el que no se consigue al precio oficial y el que sí se consigue en el mercado ilegal. Por eso, considero que el suministro de divisas es muy importante. Hay que prepararse para la unificación cambiaria, un prerrequisito es tener suficiente inventario de divisas y de bonos para complementar el flujo de caja”, aseveró el asesor en temas de Mercosur.

Aclaró que no es partidario de eliminar el control de cambio, pero recomendó reformar el mecanismo de asignación. En su criterio se debe mantener, pero solo desde el punto de vista del registro de cada transacción superior a 10 mil dólares y tener un tipo de cambio único, referido a una cesta de monedas, que permita una flotación y minimice la discrecionalidad en la emisión monetaria.

Propone calcular de “manera sencilla” el tipo de cambio, mediante la relación entre la masa monetaria y las reservas, el resultado de esa división debe ser la paridad del bolívar, explicó.

Con respecto al Sistema Cambiario Alternativo (Sicad II), a su criterio “hace atractivas las exportaciones desde el país, porque todo el valor de las ventas en el exterior se calcularán a esa tasa”, sostuvo el economista.

UNA GRAN OPORTUNIDAD

Con esta ventaja cambiaria, Tripier aseguró que la gran oportunidad que tiene Venezuela como miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur) no es comprar, sino ofrecer sus productos distintos al petróleo. “El ingreso no nos hará mejores compradores, pero si mejores vendedores”.

Por supuesto, esas oportunidades requieren una serie de condiciones macroeconómicas, como el tipo de cambio para los exportadores, que “constituyó un paso en esa dirección, pero no debe ser el único”.

El Sicad II para exportadores fue un tema que surgió en la mesa de diálogo con empresarios y que se han ido aplicando, pero se deben considerarse otros aspectos, como los regulatorios y fiscales.

Las expectativas con el ingreso pleno de Venezuela al Mercosur, es que se va a refrescar al acuerdo subregional en una cantidad de temas, uno de ellos es la armonización de las variables macroeconómicas, además del tipo de cambio único, mencionó la necesidad aplicar políticas que lleven a una inflación anual más o menos equivalentes entre los países miembros.

Otras de las medidas es establecer una política de subsidios complementaria, una emisión monetaria coordinada con las metas de inflación y el tipo de cambio y el arancel externo común, que si bien es una variable lineal, si no se armoniza va a perjudicar a algunos y beneficiar a otros, por eso se crea la secuencialidad en cuanto a la incorporación de productos a ese esquema, especificó.

CONTROLES POSTERIORES

El Gobierno venezolano ha dado los primeros pasos sobre lo que es necesario hacer. En las mesas de diálogo se han planteado estos temas de manera sistemática y las arquitecturas de control que tiene el país en este momento.

“Si al mismo tiempo que se mejora el entorno macroeconómico se bajan los controles, se tendrá un impacto directo en Mercosur siempre que la empresa puede desenvolverse, por supuesto, sin dejar de cumplir con las normas”, apuntó.

Consideró este un punto importante, porque si se asume que el empresario va actuar de manera correcta, de acuerdo a la legislación, “no es necesario pedirle solvencias a cada rato que funcionan como una especie de alcabalas”.

El asesor en temas de Mercosur puso como ejemplo al Seniat, “una de las instituciones de control más exitosas de Venezuela, que no le está preguntando al empresario a cada rato si hizo o no hizo una declaración. Este es el tipo de control que es necesario extender a toda la economía, de forma tal de no frenar la operatividad, sino que estimula”.

Según el economista, ese es el tipo de sistema regulatorio que se debe estimular, posterior y por muestreo, no previó y a todos. “Esto es importante considerarlo porque a las empresas, además de que están influenciadas por el entorno macroeconómico, también es importante darles capacidad de maniobra”.

SEÑALES DE CONFIANZA

Los Gobiernos no hacen transacciones comerciales, sino que manejan el entramado institucional para que las compañías puedan actuar. Por eso considera importante “restaurar la confianza y la credibilidad entre los diferentes actores como base para construir un sistema que funcione mejor”.

Las empresas mixtas que se han creado mediante alianzas con capital chino le parecen un paso hacia adelante. En general toda asociación le parece bien, pero consideró que cuando esas compañías son de capital mayoritario estatal, por la legislación venezolana, se les recarga de una serie de obligaciones y normativas que les restan competitividad.

La empresa mixta es una buena idea si se maneja con la flexibilidad de una empresa privada, no aferrada al burocratismo público, porque en economía es necesario moverse rápido y si tiene actuar como pública en un mercado privado le “van a dar golpes por todas partes”.

CONSOLIDAR EL MERCOSUR ANTES DE PENSAR EN OTROS MERCADOS

Con respecto al encuentro en los países del Grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) con Unasur y Celac, Benjamín Tripier considera que es necesario ir por etapas. Lo primero es convertirnos en exportadores de productos diferentes del petróleo; lo siguiente son los mercados que es necesario ir identificando.

“Como estamos en Mercosur tenemos que pasar por el proceso de identificar dónde están nuestras oportunidades para llevar productos, cuáles son los productos que los países miembros están importando de lo que se denomina extrazona que puedan suplir las empresas venezolanas, sean públicas o privadas”, aseveró.

Una vez asentado ese proceso, acotó, se puede pensar en la zona Brics desde la perspectiva de las exportadores, porque como planteó antes, Tripier sostuvo que los importaciones o acuerdos de cooperación económica con ese bloque ya están en marcha. Y vendrán más, la Unión Europea y el Sudeste asiático.

“Hay grandes como oportunidad, pero necesitamos hacer como un primer ejercicio de alienación tecnológica. Eso significa que las plantas que podamos crear acá, que hoy no las tenemos o disponemos de muy pocas, estén en capacidad de suplir esa gran mercado como lo es Brasil o Argentina. Son otras escalas que se deben considerar”, reflexionó.



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