9 de enero de 2014.- El ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, (MPPSP), fue sede de una reunión entre diputados de la Asamblea Nacional, el procurador general de la República, Manuel Galindo y la titular del MPPSP, Iris Varela, con el objetivo de analizar una reforma a la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNA).
Manuel Galindo, procurador general de la República, comentó que el objetivo principal de la intervención de su despacho en este tipo de reuniones, es aligerar la formación de las leyes, incorporando abogados de la Procuraduría General en las discusiones previas a los proyectos de ley.
“Se realizó una lectura general de las leyes, los abogados de la Procuraduría van a integrar mesas de trabajo con los ministerios y los diputados de las comisiones de la Asamblea Nacional, con el fin de brindar apoyo”, afirmó Galindo.
Por su parte la diputada María León, señaló que se discutieron temas fundamentales en relación a la reforma de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y el Adolescente (LOPNA), atendiendo el régimen de protección y el régimen penal.
“Estamos trabajando, consultando la opinión de ministerio que dirige Iris Varela, nos encontramos satisfechos al ver el avance del tema penitenciario en relación a los adolescentes, superando el ocio, incentivando a los jóvenes e inspirando valores”, dijo la parlamentaria.
“Toda la experiencia novedosa aplicada por parte de la ministra Iris Varela debe ser incorporada en la reforma de la (LOPNA) que estamos llevando a cabo”. resaltó la diputada León.
Finalmente en dicho encuentro, intervino el viceministro de Atención al Adolescente en Conflicto con la Ley Penal del MPPSP, Ramón García Utrera, quien estacó que la responsabilidad penal de los adolescentes es el punto fundamental discutido en esta primera reunión con miras a la reforma de la LOPNA.
Señalo García Utrera, para culminar su intervención, que muchos de los puntos tratados tienen que ver con las Entidades de Atención, de las sanciones, la seguridad, las privaciones mínimas que no quieren decir ínfimas y el cumplimiento efectivo de las privativas de libertad para lograr la transformación del adolescente que ha cometido un delito.
