Roy Chaderton: Fallos de la Corte Interamericana son politizados, interesados y selectivos

Roy Chaderton Matos

Roy Chaderton Matos

Credito: Ciudad Caracas

16 de septiembre de 2013.- Por qué Venezuela tuvo que tomar la decisión de salir de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)?

—Porque se nos agotó la paciencia. La última gota que rebasó el vaso fue el fallo de la Corte a favor de los terroristas venezolanos (Chaderton se refiere a los tenientes retirados de la Guardia Nacional, José Antonio Colina y Germán Rodolfo Varela, solicitados por estar presuntamente involucrados en los atentados a las sedes diplomáticas de España y Colombia y en el edificio Teleport, perpetrados en Caracas en febrero de 2003. Nota del Redactor) que volaron parcialmente el consulado de Colombia, y de la Embajada de España y lanzaron una bomba contra la residencia del embajador de Argelia. Todo eso ocurrió durante el sabotaje petrolero de 2002 y 2003, pero hay una secuela de acontecimientos que no tienen que ver solamente con la Corte, sino con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que no es tal sino que es un sistema interamericano de injusticia comprometida. Comprometida porque sus fallos y sus sustanciaciones son politizadas, interesadas y selectivas porque escoge a determinados países, especialmente los países progresistas y de izquierda, porque además está sometida al control del imperio.

—Usted calificó la CIDH como un sistema perverso, ¿por qué Venezuela se adhirió a este sistema?

—Tiene toda la razón, no es el sistema, es la Corte como está constituida, como funciona, como opera. En algún momento era un sistema que se ocupaban de los DDHH en serio. Lo que ocurre ahora, es que en las denuncias de violación de DDHH que la Corte tiene procesados hay un interés en perjudicar a ciertos países miembros del sistema, que son los que no son afectos al sistema que opera a favor del imperio. El imperio está metido en todo esto.

Le voy a mostrar un solo ejemplo de cómo funciona la perversión del sistema. La CIDH se interesó en el Caracazo seis años después en 1995. Comenzó porque en aquella ocasión, y eso es aún hoy una vergüenza para Venezuela, no salieron los expertos venezolanos que tanto visitan ahora Washington a defender la masacre que existió contra el pueblo venezolano. Eso explica por qué nació Cofavic (Comité de Familiares de las Víctimas de los sucesos ocurridos entre el 27 de febrero y los primeros días de marzo de 1989) como una organización que agrupaba a los familiares de las víctimas del Caracazo. El caso de Cofavic, sobre el apoyo de todas las ONG internacionales y las instituciones que trabajan para el imperio, terminó convertido en el mejor de los casos en una institución burocrática, lamentablemente.

Así que la calidad con la cual nació la CIDH se desvaneció en el tiempo y sin embargo usted ve que a cada rato que asisten venezolanos a denunciar lo que se les ocurre. Lo último fue por ejemplo una matanza de yanomamis (caso de Irothateri, comunidad yanomami en el interior del estado Amazonas que fue supuestamente masacrada, agosto 2012), todo un montaje y, sin embargo, la CIDH sin siquiera consultar al Gobierno de Venezuela, sacó un comunicado expresando su preocupación por aquella “masacre”.

—¿Se retractó la CIDH cuando se comprobó que no hubo masacre?

—No, no, no se retractan. Hubo una investigación, no se comprobó nada, no hubo nada, la investigación fue hecha por nuestro Gobierno. La Fuerza Armada fue a toda la región de los yanomamis y no se pudo evidenciar nada. Fue un montaje.

—¿Y se disculpó la CIDH?

—No, no le interesa. Además, no solo que no se disculpa sino que no responde. A mí me ha correspondido en varias ocasiones en foros públicos increparlos con toda la decencia y toda la diplomacia del caso, en exigencia de respuesta. La respuesta de ellos es el gran desaparecido que ellos han inventado en toda esta historia: nunca han dado respuesta. No responden, si tu le preguntas a la directiva actual por lo errores, atropellos o perversidades cometidas por directivas de la CIDH años atrás y no responden, hay solidaridad automática.

En un parlamento usted está obligado a responder. La CIDH es una institución y como tal debe responder a los cuestionamientos que se le realizan. Si usted le pregunta a la CIDH por qué esto de apoyar el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, de por qué reconocieron a Pedro Carmona Estanga. No responden. Así son.

—¿Fueron estos parte de los antecedentes que llevaron al presidente Chávez a tomar esta decisión?

—Sí, pero son muchos más. Lo que pasa es que estos son los más resaltantes. Por ejemplo, otro caso emblemático fue el ocurrido con el artículo de opinión publicado por el diario argentino El Clarín, que es un diario de ultraderecha golpista, y que publicaron un artículo del señor Santiago Cantón (abogado argentino, primer relator especial para la libertad de expresión y secretario ejecutivo de la CIDH por 13 años consecutivos hasta el 2013. Chávez llegó incluso a calificar a Cantón como “excremento” por sus insistentes ataques contra el proceso bolivariano a través de la publicación de relatorías de DDHH contra Venezuela y otros países progresistas, como la Revolución Ciudadana en Ecuador. Hay quienes afirman que Cantón incluso formó parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. NR), que ejerció una suerte de dictadura burocrática durante 13 años al frente de la institución –Los comisionados son una suerte de jueces de alto nivel pero quien maneja el aparato, el poder es el secretario ejecutivo de la CIDH– donde este señor estuvo ocupándose de los derechos humanos, el problema es que él deslegitimó su gestión con su parcialidad, con su reconocimiento a Pedro Carmona Estanga y bueno, con este artículo que él escribió donde Cantón expresa su opinión sobre el ingreso de Venezuela al Mercado Común Suramericano (Mercosur), un tema polémico al que se opone. No importa, es su opinión, eso es parte del juego democrático, ¿pero sabes con que acompañó eso?, con esto (muestra una ilustración de un mandril con un mazo en la mano). Esto es un mandril con el rabo rojo, pero sabe quién es: Hugo Chávez.

Entonces, para acompañar un artículo sobre un tema sustantivo como el ingreso de Venezuela al Mercosur, este señor decidió utilizar una ilustración de un simio. Esto es racismo puro, desprecio a un hombre, a un jefe de Estado que proviene de un personaje que se supone defiende los derechos humanos. Eso es pura perversión.

—¿No fue Cantón quien además reconoció a Carmona Estanga luego del 11 de abril?

—Hay una comunicación, una nota oficial de la CIDH, dónde Cantón se dirige al ministro de Relaciones Exteriores de Carmona Estanga y se dirige a él en términos de “excelentísimo señor”. En esa nota, escrita el 13 de abril de 2002, este señor llama al gobierno de Carmona “su ilustrado gobierno”, mientras que al jefe de Estado, preso y secuestrado en La Orchila le llama señor Hugo Chávez, ni siquiera presidente le dice.

—¿Qué está detrás de la CIDH?

—Estos son personajes miembros de una mafia, de una mafia política, la mayoría de los cuales son egresados de la American University, institución financiada por la National Endowment for Democracy (NED, Fondo Nacional por la Democracia, por sus siglas en inglés) que financia a ONG y organizaciones de derechos humanos de todo tipo en misiones de desestabilización política. Existe una mafia de cripto-pinochetistas (cripto: ocultos) entre ellos, inclusive el último relator para Venezuela, Felipe González, en una ofensa adicional, es una persona enemiga del Gobierno que ahora ponen de relator contra Venezuela.

—¿Cuál fue la actitud de Chávez con la CIDH?

—Es un caso curioso porque el presidente Chávez, en medio de su inocencia sobre el tema internacional, se convirtió en 1999 en el primer jefe de Estado en visitar la CIDH. Él no sabía aún lo que había pasado con el Caracazo en la CIDH, y fue para allá de buena fe para expresar su voluntad por los derechos humanos. Luego, a raíz del golpe de abril de 2002, la CIDH vino a Venezuela y se regresó rápidamente a Estados Unidos y emitió una declaración contraria al Gobierno de Venezuela que había sido derrocado, esa fue redactada por el señor Santiago Cantón, pero también otros personajes. Repito: es una mafia y no es un cliché, son un grupo oscuro que responde a los intereses políticos pero aparte de eso, el problema con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos se ha convertido en un negocio, porque cuando las víctimas son indemnizadas les pagan a los abogados, entonces hay personajes que se han dedicado a denunciar violaciones de DDHH y a presentarlas ante la CIDH. Algunos viven de esos, como el caso del señor José Miguel Vivanco, quien lleva la organización Human Rights Watch que nosotros expulsamos del país, ellos necesitan estar denunciando permanentemente porque reciben fondos de Estados Unidos y si no hay violaciones a los DDHH se cae el negocio. Es tanto así que la Corte falló a favor de la indemnización de los familiares de unos muertos en Colombia que nunca murieron.

—La CIDH entonces utiliza la lucha por los DDHH…

—… Especialmente contra Venezuela. Cuando lo hacen con otros países lo hacen de una manera tibia cuando, por ejemplo, por hacer un saludo a la bandera denuncian ocasionalmente a EEUU, cuando allí la violación de los DDHH es masiva. Eso de tener el único campo de concentración en el continente (Prisión de Guantánamo) debería ser suficiente para llevarlos ante la Corte, pero no se puede hacer porque no son miembros del sistema.

—¿Y cómo se explica que la CIDH tenga sede en Washington pero EEUU no reconozca su jurisdicción?

—El poder imperial. Estados Unidos siempre ha hecho eso, lo mismo cuando sugirió la creación de la Corte Penal Internacional, obligó a todo el mundo a firmarla pero ellos no se someten tampoco a su jurisdicción. Además, que paga la mayoría de los gastos de la CIDH y educa a los expertos en DDHH con respecto a sus intereses e ideología.

—Desde la óptica de las relaciones internacionales, ¿cuál es el mensaje que envía Venezuela con su retiro?

—Venezuela marca una referencia en cuanto a la necesidad de revisar ese organismo, el cual solo responde a los intereses de Estados Unidos.

—¿Usted cree que ese precedente tendrá repercusiones en la región?

—No lo dudo. Sin embargo Venezuela no está sola en esto. Hay que recordar que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, también asistió, y hay que destacar que fue la primera vez en la historia de la OEA que asistía un jefe de Estado al hemiciclo, para rechazar la actitud sesgada y parcial de la relatoría de Prensa de la OEA en contra de Ecuador.

—Y con respecto a la oposición, ¿cuál es el mensaje que intenta llevar la derecha venezolana al presentar justo ahora una denuncia por los comicios presidenciales del 14 de abril, a casi seis meses de su derrota en las urnas?

—Esto tiene que ver con el escenario de las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre. La idea es parte de un plan en el que están previendo un escenario electoral favorable en las municipales, de esta manera al denunciar ahora mandan un mensaje de que se hizo trampa en las elecciones del 14 de abril y suponen, que con un supuesto resultado mayoritario en las municipales sería la prueba de ello. Esto es algo dirigido para al exterior, planificado desde el imperio, para seguir intentando deslegitimar la figura del presidente Nicolás Maduro.

—EEUU aún no ha reconocido al presidente Maduro.

—No en un comunicado, pero en los hechos ya lo hizo. Estados Unidos reconoció la legitimidad de Maduro cuando el canciller Elías Jaua se reunió con el vicepresidente de EEUU, John Kerry. Quiéranlo o no ya lo hicieron. Hay algunos países que defienden la tesis de que no hace falta reconocer o desconocer la legitimidad de un gobierno, sino mantener relaciones cordiales con el gobierno electo.

—¿Qué implicaciones tendrá la salida de Venezuela de la CIDH?

—Básicamente, Venezuela sigue dentro de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero no forma parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Eso quiere decir que Venezuela no podrá ser denunciada en esta instancia pero sigue siendo parte de la institución y reconoce la Carta Democrática Interamericana. Venezuela no ha renunciado a la OEA, para ello tendría que renunciar a la Carta Democrática Interamericana.

___________

Un servidor público con decencia

Abogado por formación, diplomático por oficio, Roy Chaderton Matos no tiene reparos en reconocer su pasado como funcionario público de los gobiernos de la Cuarta República. “Creo que he sido un funcionario público que hizo un trabajo con decencia. Viví la decadencia de la Cuarta República y el nacimiento de un gobierno progresista y revolucionario en esta Quinta República”, asevera.

Chaderton señala que cuando conoció a Chávez, en sus tiempos de candidato en 1998, le causó una impresión favorable, y confesó que en esas elecciones votó por el Comandante, “no por venganza, sino por redención”. Asimismo reconoce que el presidente Chávez le permitió vivir “una segunda juventud” en la que rescató la esencia de aquellos tiempos de lucha universitaria como dirigente socialdemócrata idealista y creyente en la construcción de un mundo utópico. De padre inglés y madre guayanesa militante del Partido Comunista de Venezuela en los tiempos de persecución, tortura e incluso la desaparición, Chaderton confiesa que heredó de esa mezcla la ironía y el sarcasmo con el que teje sus singulares intervenciones. Enemigos y compañeros de trabajo le reconocen su compostura y más aún su capacidad de adaptación en las más adversas circunstancias.

Prueba de ello quizás son las batallas que le toca librar desde la mismas fauces del imperio mismo, en Washington, donde el diplomático no se ha amilanado hasta el momento ante amenazas ni bondades del sistema estadounidense.

____________

Ud es muy mal pintor

Diplomático muy diplomático, excepto en los temas relacionados con la dignidad del presidente Chávez, a Roy Chaderton es difícil sacarlo de sus casillas. Un solo caso se le conoce en el que sus dotes de paciencia llegaron al límite, y ocurrió precisamente cuando el exrepresentante de Panamá en la Organización de Estados Americanos, Guillermo Cochez, quien por cierto era conocido de Chaderton desde sus tiempos de militancia socialcristiana, descalificó al sistema venezolano y sugirió la muerte del Comandante, cuando este aún combatía entre la vida y la muerte. “Estamos en presencia de una democracia enferma”. sentenció Cochez en enero de 2013. “Usted no es un político, un diplomático ni un caballero. Señor embajador de Panamá, usted es un patán, y nadie se ha atrevido a decírselo pero, es muy mal pintor”, fustigó entonces Chaderton con su característico estilo, en presencia del hemiciclo continental.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 5075 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Notas relacionadas