08/05/13.-Aunque este martes, el diálogo entre los asambleístas revolucionarios y opositores quedó sellado por un “acuerdo de caballeros”, tras la trifulca de la semana pasada, la secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, opinó este miércoles que “por el momento no se ha iniciado un diálogo nacional para resolver la crisis política en Venezuela”.
“No estamos hablando necesariamente de un ganador o un perdedor, sino de prácticas democráticas que tienen que ser observadas, a las que todos nos hemos comprometido bajo la Carta Democrática Interamericana, y que son necesarias para que la gente sienta que forma parte del proceso democrático” agregó Jacobson, representante del país que ostenta el record en violaciones de derechos humanos en el mundo.
En evidentes declaraciones injerencistas, Jacobson comentó “hasta ahora no hemos visto que comience ese proceso de diálogo nacional, y es algo que queremos ver”.
Asimismo, expresó que “lo ajustado de las elecciones ha reflejado una sociedad venezolana profundamente polarizada, prácticamente dividida en partes iguales, que necesita un proceso de reconciliación”. Sin embargo, Jacobson califica de “ajustada” la diferencia de más de 224 mil votos entre Maduro y Capriles en los comicios del 14-A, y parece olvidar que el presidente Barack Obama le ganó por sólo 44 mil votos al candidato Mitt Romney. La ventaja de Maduro sobre el empresario casi quintuplica la votación por la que ganó Obama las elecciones en USA.
“Los 49% de venezolanos, más de 7 millones de personas, que votaron por la oposición, sienten que sus voces deben ser escuchadas”, recalcó la secretaria, haciéndose eco de la matriz de opinión opositora, e ignorando el proceso de impugnación y auditoría electoral que se está realizando en Venezuela, como respuesta precisamente a las peticiones opositoras y en demostración que la institucionalidad venezolana funciona sin contratiempos.
Además Jacobson, explicó que a Estados Unidos le gustaría tener “una relación más productiva y funcional con Venezuela, pero es necesario que ambas partes se impliquen para hacerlo”. Sobre ello, es importante aclarar que muchas veces el Comandante Chávez intentó dialogar y relacionarse positivamente con el gobierno gringo, pero éste con sus propósitos imperialistas, se ha prestado para todo tipo de saboteo y desestabilización a nuestro país, participando incluso en el golpe de estado de 2002. Ahora, con el presidente Maduro, seguidor del legado del líder eterno, el gobierno de Barack Obama mantiene esta línea injerencista, apoyando abiertamente a la oposición con el fin de invadir nuestro país y apoderarse de nuestras amplias riquezas.
