Caracas, abril 12 - A la sarta de comiquitas de la televisión venezolana durante los sucesos de abril de 2002 se sumó la prensa escrita y, claro, las empresas privadas, incluyendo agencias de publicidad, bancos y empresas de comunicación.
Todos enviaban mensajes de "Paz y amor" mientras el pueblo era masacrado en las calles y el presidente Chávez, secuestrado, enfrentaba lo que iba a ser su asesinato.
Todo ello bajo la bendición sacrosanta de la asquerosa jerarquía católica venezolana.
Prohibido olvidar.
¡No volverán!