30 de enero de 2013.- El enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Siria, Lakdhar Brahimi, hizo un llamado urgente a solucionar el conflicto en ese país, mientras que el gobierno del presidente, Bashar Al Assad, convocó nuevamente a todos los sectores a respaldar una reconciliación nacional.
En la jornada del martes, Brahimi se reunió con el Consejo de Seguridad de la ONU y le solicitó a sus 15 miembros la necesidad de implementar la denominada Declaración de Ginebra para resolver la crisis en la nación árabe, reseñó Prensa Latina.
El enviado señaló que ese documento "contiene muchos elementos que pueden conducir hacia una razonable solución" del conflicto en Siria, que lleva casi dos años y le ha costado la vida a miles de personas.
Brahimi presentó un informe ante el Consejo y alertó que la crisis siria se puede expandir por la región, advertencia que efectuó por primera vez desde que se desempeña en el cargo.
"El país se está desmoronando a la vista de todos. Sólo la comunidad internacional puede ayudar, sobre todo el Consejo de Seguridad", expresó.
La Declaración de Ginebra recoge los resultados de una conferencia realizada por el llamado Grupo de Acción para Siria y cuenta con el respaldo de Estados Unidos, Rusia y China, tres miembros permanentes del organismo dependiente de la ONU.
En ese documento se propone un proceso de transición dirigido por los sirios y la creación de un cuerpo provisional de gobierno integrado por miembros de la actual administración y de los grupos de oposición.
Por su parte, el ministro sirio para la Reconciliación Nacional, Ali Haider, dijo que la crisis en su país puede ser superada a través del diálogo, en el cual esté "inmerso toda la ciudadanía", informó la agencia Sana.
El funcionario aseveró que el gobierno de Al Assad apoya cualquier iniciativa popular y de la sociedad civil que contribuya a respaldar los esfuerzos de paz, de manera organizada e integral.
En una entrevista con la televisión pública de Siria, Haider denunció que los grupos terroristas han incrementado los secuestros de civiles en las últimas semanas.
El ministro agregó que estas agrupaciones, financiadas desde el exterior, "buscan incitar al sectarismo u obtener beneficios materiales".
Haider remarcó que la población siria no ha sido engañada por la campaña de desprestigio contra el Ejército y las fuerzas de seguridad.
El funcionario reconoció que el país "requiere planes de emergencia integrales, que apunten sobre todo a garantizar las necesidades básicas de los ciudadanos, como el pan y el combustible".
