22 Ene. 2013 - Los intereses geopolíticos de las antiguas metrópolis de Africa constituyen la principal razón de la presencia militar de Francia en Malí y el apoyo a acciones interventoras por parte de Bélgica, Alemania, Italia y otros estados europeos, opinó un experto.
Francia, declaró el experto al canal internacional Russia Today, nunca salió de Africa, y tiene militares en Chad, Senegal y Costa de Marfil.
González dijo que lo que puede interesar a París es el oro, uranio, gas, petróleo y los diamantes. Hay un montón de minerales para explotar, sostuvo, en un análisis de la geopolítica en torno a los conflictos en el continente africano, y la presencia de antiguas metrópolis.
Opinó que la organización Al Qaeda ayuda a Francia y aliados occidentales a mantener su presencia en Africa y en otras regiones estratégicas. "Todos los líderes de Al Qaeda, desde Osama Bin Laden, han trabajado para gobiernos occidentales", concluyó.
Tras el avance de grupos armados islamistas basados en el norte de Malí, desde marzo de 2012, las autoridades de Bamako pidieron ayuda militar a Francia.
Al respecto, el analista Andrei Grozin llamó la atención en cómo el presidente galo, Francois Hollande, dio un giro total ante estos acontecimientos.
Evocó formulaciones del mandatario de hace unos meses, cuando aseguró que Francia nunca más sería gendarme de Africa, para desmarcarse de su antecesor Nicolas Sarkozy.
Con la intervención en el conflicto maliense, París dio un paso demostrativo del regreso de Francia al papel de potencia líder en Africa Occidental, declaró Grozin a la radioemisora La Voz de Rusia.
Las operaciones militares francesas tienen el visto bueno de gobiernos aliados como Alemania, Bélgica, Italia, España y Reino Unido, pero de momento son solo pronunciamientos oficiales.
El enviado especial del presidente ruso para los asuntos de Africa, Mijail Marguelov, observó, de otro lado, que el despliegue militar de Francia no ha sido del que hablaron en el Consejo de Seguridad de la ONU, aunque no le restó legitimidad a la intervención, según declaró.
Reiteró que la posición de Rusia es invariable en cuanto a que el pueblo maliense tiene que recibir un apoyo legítimo contra los extremistas, bajo la égida de la ONU y de la Unión Africana.
Desde nuestra más profunda convicción, los problemas de Africa los pueden y deben resolver los mismos africanos. El Consejo de Seguridad solo tiene que brindar apoyo, manifestó el enviado especial ruso.
