A nuestra redacción llegó la siguiente denuncia remitida por Enrique Parparcén Girál la cual explica en el texto.
3 de enero de 2012.-Me refiero a los clientes que dependen del llenadero ubicado en los Cerritos, en Los Teques.
Existen unos teléfonos por medio de los cuales el cliente debe solicitar las bombonas que necesita.
Pues bien, estos no responden nunca y cuando por algún milagro lo hacen, le toman la clave a uno y le ofrecen el gas para dentro de cinco días. Ese pedido no llega jamás.
En vista de la nulidad de este trámite, ya no ocupamos ese servicio telefónico y vamos personalmente a la oficina central del llenadero de Pdvsa. Gas, donde igual le piden la clave a uno y le ofrecen “robóticamente,” pues los empleados son totalmente inexpresivos y ni lo miran a uno, que dentro de cinco días le llevaran la bombona. Por supuesto que eso no sucede.
Mientras, pasan los días y uno no tiene gas en casa. Insistimos decentemente en repetir el proceso de ir a la oficina y reclamar. Allí toman nota y le dicen que van a pasar el reporte. El gas no llega. Nos bañamos con agua helada y cocinamos en cocinas eléctricas compradas con urgencia, que además de ser de uso muy limitado consumen mucha energía eléctrica.
Este proceso de solicitar el gas puede repetirse hasta diez a quince veces. Si uno encuentra casualmente el camión que distribuye las bombonas el chofer le dice que lo traerá el lunes o en viernes. Nunca viene. En el momento en que escribo esta nota tengo un mes sin gas.
Comentando en problema con los vecinos me entero que son muchos los que sufren el mismo problema y mueren callados. Algunos me comentan que ellos le pagan al chofer la bombona a doscientos y hasta quinientos cada vez y no les falta el gas. Cuando les faltan llaman al chofer a su celular privado y el gas llega. Esto se ha convertido en una rutina y la gente piensa que es muy práctico pagar el soborno, pero yo no pago soborno aunque tenga que pasar trabajo.
Hay que recordar que existe un contrato firmado entre la compañía que distribuye el gas y nosotros, y que además dejamos un pago por deposito que ellos conservan y utilizan, que los compromete a suministrarme el producto cuando yo lo pida. Ellos estas maltratando al colectivo y faltando al contrato lo que tiene implicaciones de orden legal.
lo que más aborrecíamos de la cuarta republica era el uso de “palancas” para resolver los problemas con los servicios de la vida diaria. quien no estaba “enchufado” se las veía dificil para salir adelante. No queremos por nada del mundo que esa práctica se vuelva a instalar en el país.
