Descargue la revista Comuna, Número 5, sobre Revolución y Diversidad

Mujeres, Afrodescendencia, Indígenas, Lesbianas, Homosexuales...

Tapa y contratapa del Nº 5 de la revista \

Tapa y contratapa del Nº 5 de la revista \

Credito: Comuna

Disponible versión digital de la Revista "Comuna, Pensamiento Crítico en la Revolución", Número 5
Corresponde al Año 3, Abril, Mayo y Junio 2011. Contenidos con plena vigencia (edición revisada y actualizada).

PARA DESCARGAR PINCHE AQUÍ: COMUNA Nº 5

Publicada gracias al apoyo de la Fundación Centro Internacional Miranda y la Fundación Rosa Luxemburgo


Temas abordados en este número:

Presentación

Mujeres Afrodescendientes en Revolución
Autora:Esther Pineda

Descolonización Cultural
Autora:Casimira Monasterios

Afrodescendecia,un Problema Político
Autor:Diógenes Díaz

Biodiversidad y Ancestralidad indígena.
Autor:Nicanor Cifuentes

La Sexo Genero Diversidad es También una Lucha Política
Autor:Simón Hurtado

Nosotras las Mujeres en la Revolución Bolivariana
Autora:Alba Carosio

Organizaciones Lesbianas en la Revolución
Autora:Marianela Tovar

El ser Humano en Revolución
Autor:Comuna Kunta Kinte

Homosexualidad:de la Opresión a la Liberación
Autores:Hiro Okita y James Nolan Green


Presentación de Luís Bonilla-Molina:

El mundo estaba organizado hasta que llegaron los rebeldes.Unos manda-
ban y otros obedecían, unos trabajaban y otros disfrutaban. Para los extraños,
los diferentes, los anormales se creaban las cárceles, los hospitales, las clínicas
encargadas de estudiar la relación mente-conducta y por supuesto los manico-
mios.La política como ética ciudadana fue sustituida por la política como arte
para mandar.

Pero resulta que esa visión que pretende legitimar la dominación es falsa.
Los rebeldes hemos estado presentes siempre, en la luchas de Espartaco y en
el Kamusatra liberador, en las luchas de los artesanos, los alfareros, los mine-
ros,los campesinos,en la Comuna,en los Zamoranos,en los movimientos de
independencia nacional, en las revoluciones democrático - burguesas y por
supuesto, desde la revolución industrial en el proletariado. Los rebeldes, los
revolucionarios,hemos sido el dolor de cabeza de los instalados en el poder de
cualquier signo.

En el siglo XX y lo que va del XXI, de no haber sido por los cimarrones,
los libres pensadores,los comunistas y los socialistas todo seguiría en sana paz
para los poderosos. Incluso en el propio movimiento comunista, en razón de
la burocratización de la experiencia socialista soviética,surgió la necesidad de
una revolución permanente para que el cambio fuera una constante y nunca
una eventualidad.

A comienzos del siglo XX, los blancos, los propietarios y los avispados
controlaban el mundo,mientras los negros,las mujeres,los sexualmente diver-
sos y los indiecitos no existían como ciudadanos.Pero siempre los comunistas,
anarquistas y alzados tenían que aparecer por todos lados,rompiendo la tran-
quilidad del mundo conocido. Peor aún, resulta que muchos socialistas eran
también mujeres,negros,indios y maricas.

Y continuó una feroz lucha por la igualdad.Como siempre los poderosos
trabajaban para enredar las cosas.A cada expresión,cada palabra que contenía
la fuerza de la emancipación en curso, la reinterpretaban, la resemantizaban,
le daban un contra sentido para confundir,para quitarle su fuerza y garantizar
que la dominación de muchos por unos pocos fuera la constante.

La derecha hizo suyas variantes del discurso socialista. La socialdemo-
cracia y los llamados sectores progresistas del liberalismo y la democracia cris-
tiana empezaron a enunciar en sus agendas y programas temas emancipatorios,
planteados desde la coaptación, quitándole toda la carga subversiva. Política
de género,derechos de los LGTB,diversidad e indigenismo constituyeron los
enunciados de estas propuestas programáticas.Surgieron numerosas líneas de
financiamiento para investigaciones que construyeran la viabilidad política de
la integración al sistema de los “anormales” con el menor grado de conflicto.
Incluso organismos como la OEA financiaron el establecimiento por ejemplo
del instituto Indigenista Interamericano o la ONU,el UNRISD,entre otros.

Se fueron construyendo expresiones propias de la torre de Babel que
anunciaban cambios tolerables. Explotación, dominación, resistencia y lucha
comenzaron a dejar de ser malas palabras y, resignificadas, se incorporaron al
vocablo de “cambios que profundizaran la gobernabilidad”de las sociedades.Se
propiciaron cambios nada sustantivos. Se comenzaron a escuchar críticas a la
radicalidad o tono inapropiado de algunas expresiones.Se comenzó a decir,por
ejemplo,que palabras como “marica”o “negro”eran políticamente incorrectas.
Por qué ocurre este fenómeno. Desde el poder se requería subyugar lo
subversivo.Lamentablemente una parte importante de la izquierda revolucio-
naria,durante un buen periodo de tiempo consideró a las luchas emancipato-
rias de diversos sectores sociales como “diversionismo ideológico”.Todo lo que
no encuadrara en la perspectiva elemental de la lucha de clases,que no formara
parte de las tareas centrales de la clase fue cuestionado.

En los sesenta se dio una explosión de las agendas emanciptorias alternati-
vas.Los negros,las mujeres,los sexualmente diversos,los indígenas comenza-
ron a plantear con fuerza sus aspiraciones libertarias y comenzaron a acercarse
a una izquierda que aún no comprendía la complejidad de lo estaba ocurriendo.
Surgieron luchas indígenas y campesinas en todo el territorio nuestroame-
ricano y en el planeta.Los negros se organizaron y plantearon el poder negro
en los Estados Unidos con los Black Panther Partyy posteriormente los Weather
Underground.El feminismo,ecosocialismo y la diversidad sexual constituyeron
vértices del mayo francés. Pero había que borrar los visos libertarios de estas
experiencias. Lo políticamente correcto se deslizó hacia formas de colabora-
ción y eufemismos.

Nos comimos el cuento de que a nuestros bisabuelos los hicieron escla-
vos porque venían de África y no por su color de piel y, entonces prohibimos
del léxico popular la palabra “negro”aunque la expresión venezolana de mayor
muestra de amor es “mi negra(o) bella(o)”.A la llamada “servidumbre”la toma-
ban por su color de piel para que se diferenciara de la piel del patrón,no porque
viniera de África.

A nuestras mujeres dejó de hablárseles sobre las relaciones patriarcales de
poder y dominación,anteriores al modelo capitalista de sociedad,pero profun-
damente intrínsecas a él, para deslizarnos hacia propuestas de simple partici-
pación electoral y ocupación de puestos de decisión en proporción de 50-50,
que colocan el centro del debate sobre el sexo y no sobre las relaciones de domi-
nación sexual.

Algo similar ocurrió con nuestras maricas, dejaron de serlo para conver-
tirse en LGTB a secas y en muchos casos la fuerza de sus (nuestros) proyectos
de emancipación perdieron ímpetu.Esto llegó a reflejarse en el giro a la dere-
cha de buena parte de los sectores sexualmente diversos en Europa una vez
que alcanzaron los derechos básicos de inclusión. Por ello decimos Adelante
maricas libertarias,la lucha continúa

A nuestros indígenas se les quiso asimilar para la cultura del blanco domi-
nante y las sectas religiosas en una competencia por feligresía,crearon en vastas
comunidades indígenas un sentido de aislamiento social que se encubrió con
visos de discurso emancipatorio. Es la revolución Bolivariana la que logra
constitucionalmente y en la práctica avanzar en una dirección distinta, más
progresiva.

Por ello, este número de COMUNA: pensamiento crítico en la revolu-
ción Bolivariana se construyó a partir de debates en el Centro internacional
Miranda (CIM) que colocan todos los argumentos y elementos sobre la mesa.
En consecuencia, desde este editorial nos atrevemos a problematizar algu-
nas áreas y conceptos, para que este número, como los anteriores, preste una
sustantiva contribución al avance programático y práctico de nuestra revo-
lución. Finalmente queremos interrogarnos provocadoramente: ¿Acaso en
Venezuela, en revolución, no se hace necesario repensar estas agendas, para
resignificarlas como partes integrales del gran proyecto emancipatorio de la
sociedad venezolana?

Luis Bonilla-Molina



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