Puerto La Cruz, diciembre 3 - Aún recuerdo cómo trabajadoras y trabajadores, junto al gran Poder Popular del estado Anzoátegui, salieron a las calles para evitar la paralización de la refinería Puerto La Cruz durante el sabotaje petrolero de 2002”, rememoró el hoy directivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Raúl Párica, en entrevista con el Correo del Orinoco.
El dirigente recalcó que la “gerencia meritocrática” de la vieja Petróleos de Venezuela (Pdvsa) fue gestando el golpe con la implementación de supuestas paradas programadas de mantenimiento. “Previo al paro, instalaciones como la planta refinadora El Chaure (Guanta), entre otras, fueron paralizadas para presuntos chequeos”.
Manifestó que esta técnica de “mantenimiento innecesario” fue puesta en marcha, antes y durante el sabotaje, para hacerle creer a todo el país que Puerto La Cruz respaldaba las acciones terroristas: “La oposición preparó su arremetida, alentados por el golpe de Estado que habían dado ese mismo año, pero nunca pudieron modificar nuestra gran conciencia revolucionaria”.
“La gerencia meritocrática de Pdvsa de hace 10 años creyó que tenía el dominio de las trabajadoras y los trabajadores del sector petrolero, y por ello se animó a ejecutar el paro. Sin embargo, lo que vivimos aquel 11 de abril nos dio la experiencia necesaria para contrarrestar todos sus movimientos. La oposición nunca pudo paralizar la refinería Puerto La Cruz en 2002”, afirmó.
DETALLÓ EL PARO PETROLERO
Párica contó que la dirigencia sindical de izquierda y las comunidades porteñas bajaron hasta la refinería Puerto La Cruz, cuando las y los golpistas intentaron detener las operaciones del llenadero de Guaraguao: “Libramos una batalla campal e ideológica contra ese grupo de apátridas que pretendía paralizar el procesamiento de crudos medianos en todo el oriente venezolano”.
“Compañeros como Eudis Girot y Gregorio Rodríguez, entre muchos otros, rompimos un cordón de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), y a la fuerza logramos sacar del llamado ‘edificio Estrella’ de la refinería porteña a los gerentes golpistas que quisieron apagar el mechurro de nuestro complejo refinador. Una segunda pelea nos permitió efectuar este desalojo”, sentenció.
Resaltó que las trabajadoras y los trabajadores respondieron al llamado del comandante Hugo Chávez de no abandonar la refinería Puerto La Cruz. “Las intenciones de la derecha en 2002 eran acabar con la industria petrolera venezolana, por ello pusieron en marcha ese plan terrorista y genocida que fue el sabotaje petrolero. Gracias a Dios, no pudieron concretar su objetivo”.
TOMA DE PDVSA GUARAGUAO
“Una de las instalaciones que si pudo tomar la oposición, de manera momentánea, fue la sede administrativa de Pdvsa Guaraguao. Sin embargo, aquel 2 de diciembre de 2002 la dirigencia sindical bolivariana, acompañada por el pueblo y el entonces alcalde revolucionario de Puerto La Cruz, Nelson Moreno, consiguió desalojar al grupo de saboteadoras y saboteadores”, apuntó.
Subrayó el dirigente que la situación fue controlada exitosamente en Pdvsa Guaraguao, debido a la presencia permanente de la fuerza obrera en el edificio. “Hace 10 años derrotamos las pretensiones del imperio de convertir a Venezuela en el patrio trasero de los Estados Unidos. Bajo ninguna circunstancia dejaremos que la oposición vuelva a vender la patria”.
Indicó, además, que las y los golpistas trataron de frenar el embarque y desembarque de crudo que se hacía por el terminal marítimo de Guaraguao. “Las trabajadoras y los trabajadores no permitimos que el imperio tomara este muelle porque al estar parado el Complejo Refinador Paraguaná (CRP), Puerto La Cruz pasó a ser la única refinería activa en Venezuela”, recapituló.
Puntualizó que, en un principio, la derecha tomó posesión de los barcos que llegaban al muelle de Guaraguao, pero luego la fuerza sindical corrigió y controló la situación. “Hombres como Emiliano Urbano, un capitán de altura de la refinería porteña, se encargaron de movilizar los buques petroleros y evitar el estancamiento de la producción de combustible. Que viva Emiliano”.
“Durante la ejecución de estas acciones terroristas, la fuerza petrolera asumió su rol protagónico y comenzó a operar la refinería Puerto La Cruz sin saber muchos de los detalles que solo manejaban especialistas sobre el procesamiento de hidrocarburos. Esta maniobra pudo haber desencadenado una explosión, pero gracias a Dios y al pueblo logramos salir airosos”, añadió.
EL BASTIÓN DE LA DIGNIDAD
“El golpe petrolero de 2002 generó un gran resentimiento en la clase obrera contra aquellos dirigente opositores que participaron y promovieron estos hechos, tal es el caso de Antonio Barreto Sira en el estado Anzoátegui y de Henrique Capriles a escala nacional. Ninguno de estos dos es bienvenido en el municipio Juan Antonio Sotillo y menos a la refinería porteña”, dijo Párica.
Acotó que hoy más que nunca las trabajadoras y los trabajadores deben conservar su ideología para seguir luchando contra esa amenaza latente que es el imperialismo yanqui. “La refinería Puerto La Cruz es el bastión de la dignidad, porque fue la única que no se paralizó durante aquellos 60 días que persistió el sabotaje petrolero”.
“También podemos decir hoy que Pdvsa es del pueblo, que todas sus ganancias se distribuyen equitativamente en proyectos que mejoran la calidad de vida de nuestras comunidades, y que nunca más trabajaremos para llenar los bolsillos de las grandes empresas norteamericanas. Esta es la verdadera independencia por la que tanto lucha el comandante Hugo Chávez”, expresó.
UNA DÉCADA DE REIVINDICACIONES
El directivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Raúl Párica, rememoró que la fuerza petrolera fue reivindicada en los últimos 10 años. “Durante el sabotaje petrolero de 2002, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) tenía en nómina a 30 mil trabajadoras y trabajadores, hoy somos cerca de 109 mil mujeres y hombres que la amamos y la defendemos”.
