Caracas, diciembre 2 - "Cuando el paro boqueó", es el relato vivencial del paro petrolero del 2002, del periodista Eleazar Díaz Rangel, publicado este domingo en su columna Los Domingos de Díaz Rangel, por el diario Últimas Noticias.
A diez años de este hecho que marcó la historia contemporánea de Venezuela, el periodista narra la manera en que la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Fedecámaras y Gente del Petróleo convocaron al paro patronal con la vocería de sus directivos y gerentes, con el fin de sabotear la economía nacional y sacar a Hugo Chávez del poder.
Refiriéndose al paro petrolero expresó que "En la cabeza de quienes lo promovían había la seguridad de que se producirían estallidos en todo el país, explosiones sociales, que la gente se rebelaría y el país sería ingobernable".
Sin embargo, esto no sucedió, porque no tuvieron "la capacidad para pensar que el pueblo soportaría estas acciones", agrega Díaz Rangel, quien afirmó en su columna dominical que el pueblo sabía que "lo que estaba en juego era la salud del gobierno de Chávez, el gobierno de los pobres".
Recordó la organización del Grupo Colina, una unión cívico-militar que asumió la dirección del contragolpe, turnándose al timón de las instituciones petroleras abandonadas por la gerencia golpista, en su mayoría de la llamada "nómina mayor".
Destacó el heroísmo del venezolano, expresado en un pueblo que logró debilitar el paro antipatriótico y recapturar el buque petrolero Pilín León; enumeró tres conclusiones derivadas de este paro: "Primero, los partidos, comenzando por AD, Copei y Primero Justicia, aun y cuando estuvieran en desacuerdo, no tuvieron valor para oponérsele; temían hasta el castigo del silenciamiento por parte de algunos medios".
De igual manera, Díaz Rangel destaca en su segunda conclusión que "este episodio le costó al país mucho más de los 20 millones de dólares que se ha dicho", y en el tercer lugar ubicó "la ejemplar conducta del pueblo venezolano, en unidad con la Fuerza Armada", dando como resultante lo que él define de manera lapidaria como "el factor fundamental de la derrota del paro-sabotaje".
