25 de noviembre de 2012.- Los catalanes acuden hoy a las urnas, en unas elecciones marcadas por la aspiración de las fuerzas nacionalistas de convocar un referendo para plantear la secesión de España de esa comunidad autónoma.

Unos cinco millones 400 mil personas están llamadas a votar para designar a los 135 diputados que integrarán el Parlamento de esa región del noreste español, de los que saldrá el próximo presidente de la Generalitat (Gobierno catalán).

En el cierre de la campaña electoral, el presidente catalán, Artur Mas, ratificó el pasado viernes su decisión de realizar una consulta para llevar a ese territorio, otrora motor económico de este país ibérico, hacia un Estado propio dentro de Europa.

El también candidato a la reelección por el partido Convergencia y Unión (CyU, derecha nacionalista) volvió a pedir a los votantes una mayoría excepcional para impulsar el proceso hacia la independencia de esa región, sumida en una profunda crisis como el resto de España.

Mas explicó que el primer paso hacia un Estado propio será hablar con el Gobierno de Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular (PP), para acordar un referendo sobre la autodeterminación de esa autonomía dentro de la legalidad.

Voy a intentar sacar adelante este proyecto, evidentemente, no es lo mismo sacarlo con un gobierno con mucha fuerza o con uno más débil, enfatizó, tras añadir que la mayoría absoluta asegura y da mucho peso al "proceso soberanista", rechazado de plano por el poder central.

Precisamente, Rajoy confió en que, ante algunas de las posturas que se están defendiendo en Cataluña, "la sensatez y el sentido común vuelvan", porque de lo contrario, advirtió, las cosas van a ser muy complicadas.

Pese a generar una quinta parte del Producto Interno Bruto de España, Cataluña es hoy la más endeudada de los 17 autonomías que conforman esta nación europea.

Sin embargo, se considera "expoliada" por el Palacio de la Moncloa (sede del poder central) y desde hace años reivindica un déficit fiscal de 16 mil millones de euros anuales, que cubriría su onerosa deuda de más de 40 mil millones de euros.

Otros analistas son del criterio de que las reivindicaciones secesionistas de Mas son sólo una cortina de humo para distraer la atención de los drásticos recortes aplicados en los últimos dos años, que afectaron servicios básicos como la educación y la sanidad.

Al frente de la Generalitat desde 2010, Mas convocó elecciones anticipadas ante la negativa de la Moncloa a renegociar un sistema fiscal que la región considera como un lastre para su salida de la crisis.

La coalición Izquierda Unida acusó a la derecha española y catalana de agitar el sentimiento separatista para ocultar su mala gestión frente a la debacle financiera que sufre este país ibérico.

En opinión del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal fuerza de la oposición en España, en los comicios catalanes se asiste a una gran mentira: la pelea entre CyU y el PP, dos formaciones políticas iguales aunque estén todo el tiempo enfrentándose.

El presidente de Andalucía y del PSOE, José Antonio Griñán, recordó esta semana que las agrupaciones de Mas y Rajoy se han puesto de acuerdo en cuestiones relevantes, como en los recortes sociales o en privatizar la sanidad y la educación.

"Es una alianza entre dos derechas: una nacional y otra nacionalista, pero una y otra terminarán entendiéndose y votarán juntas muchas cosas, como hicieron con la reforma laboral", sentenció el dirigente socialista.

Pese a tener asegurada la primera posición, CyU obtendría, según los sondeos, entre 60 y 64 escaños, frente a los 62 actuales.

De acuerdo con las propias encuestas, los principales beneficiados en estos comicios serían los partidos independentistas autodefinidos de izquierda, encabezados por Esquerra Republicana de Cataluña, que podría hasta duplicar sus 10 diputados actuales.