Washington, noviembre 19 - Un centenar de ecologistas y y otros
ciudadanos protestaron en público en Washington D.C. para recordar al
presidente Barack Obama que debe suspender la construcción de un
oleoducto de tres mil kilómetros entre Canadá y Texas.
En una movilización convocada por los grupos Bold Nebraska y 350.org,
los manifestantes dejaron docenas de proclamas y desechos plásticos en
la periferia de la Casa Blanca este domingo como recordatorio de la
vacilación del gobierno ante el polémico proyecto.
Hace 10 meses
el Departamento de Estado indicó que la decisión final sobre esta
empresa iba a ser pospuesta hasta después de las elecciones generales,
que se celebraron el 6 de noviembre cuando Obama ganó otros cuatro años
en la Oficina Oval.
La instalación de este conducto a través de
un área predominantemente agrícola simboliza el desdén de Washington
sobre nuestra ecología y temas relacionados con el cambio climático,
comentó Jane Kleeb, de Bold Nebraska, en referencia al proyecto Keystone
XL.
Antes trascendió que la compañía petrolera TransCanada Corp
construirá por segmentos el oleoducto anunciado para atravesar Estados
Unidos, pero que luego fue desautorizado temporalmente por el gabinete
federal demócrata.
Voceros del grupo comentaron que -a un costo
de dos mil millones de dólares- su empresa planea comenzar el
levantamiento del canal en una porción de terreno entre Cushing,
Oklahoma, y las refinerías de Texas, en el sur del país.
El
rechazo del Presidente de Estados Unidos a la construcción de un
oleoducto es puro teatro político y electoral, afirmó un comentario
publicado en el diario canadiense National Post.
Al aceptar las
recomendaciones del Departamento de Estado y detener el plan, Obama
simplemente trató de solidificar su popularidad entre los llamados
votantes verdes (ecologistas y ambientalistas) de cara a los comicios,
señaló el Post.
Igualmente y ante la opinión pública general, el
jefe de Estado intentó que los republicanos fueran culpados por los
potenciales miles de puestos de trabajo que se dejaron de crear, acotó
el rotativo.
Los costos del conducto estaban valorados en siete
mil millones de dólares, se calcula mediría dos mil 700 kilómetros desde
Alberta, en Canadá, hasta la Costa del Golfo, en Texas, y se convirtió
en una polémica binacional desde su anuncio a mediados de 2011.