14 de Noviembre.- Este miércoles, el primer ministro Pedro Passos Coelho enfrenta la tercera huelga general en su contra por la política económica de recortes impuesta al pueblo portugués y dictada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La huelga, convocada desde el pasado 29 de septiembre por el secretario general de la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), Arménio Carlos, es una denuncia a la política de "ajustes" que condena al país a "un desastre irreversible".
Carlos exigió a la llamada "troika" (Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional) que "vea cómo estaba el país cuando empezó a venir aquí y cómo está ahora y que saque las conclusiones pertinentes".
"En los últimos dos años, el poder adquisitivo de los portugueses ha descendido en un 10%. Y va a deteriorarse mucho más, ya que el presupuesto previsto para el año que viene es más restrictivo aún", agregó.
El metro de Lisboa está cerrado y los autobuses circulando por las calles de la capital son pocos. Los barcos que unen la capital con localidades de la periferia se sumaron a la protesta. La mayoría de los trenes de corta distancia están paralizados. La situación se repite en Oporto y la compañía aérea TAP ha cancelado 200 vuelos. Sólo los hospitales prestan servicios mínimos, detalló un reporte de EFE.
El presupuesto 2013 presentado en octubre por Passos Coelho ha sido calificado como el "más restrictivo" de la historia de la democracia portuguesa. El objetivo de reducir el déficit a 4,3% del Producto Interno Bruto para el próximo año a través de un "enorme" agravamiento de impuestos, entre ellos el de la Renta, la eliminación de subsidios y exenciones.
El recrudecimiento de las tasas fiscales coincide con la decisión del Tribunal Constitucional de revocar la medida que suprimía hasta dos pagos a trabajadores públicos y pensionados por tratarse de "discriminatorio" con respecto a los empleados del sector privado.
Para compensar la salida de 2.000 millones de euros por el restablecimiento del pago extra, el gobierno conservador advirtió que subirá el impuesto de la renta a todos los trabajadores y agravará las transacciones de capital y las tasas sobre el patrimonio.
"Nosotros fuimos colonizadores. Afortunadamente, ya no lo somos. Pero ahora estamos siendo colonizados económicamente", dijo el secretario general de la CGTP.
El lunes, centenares de portugueses salieron a las calles de Lisboa para protestar contra la canciller de Alemania Ángela Merkel, de visita en Portugal para "supervisar" la marcha del paquetazo impuesto en el país como condición del rescate por 78.000 millones de euros pactado en 2011.
Bajo la consigna "al infierno con la troika" y "Merkel no manda aquí", los manifestantes cubrieron de mantos negros, a modo de luto, estatuas y monumentos, para expresar su rechazo a los "ajustes" diseñados por las tres instituciones financieras internacionales dedicadas a salvar al gran capital en crisis.
