1 de octubre de 2012.- Este lunes el periodista José Vicente Rangel señaló que el triunfalismo le impide a la derecha evaluar ponderadamente los resultados presentados por estudios de opinión, los cuales desestiman, sin tomar en cuenta datos importantes que pudieron considerarse para revisar su campaña, como el que Henrique Capriles ni siquiera toca el techo del candidato presidencial en 2006, Manuel Rosales.
En su columna El Espejo, publicada en el diario Últimas Noticias, señala que encuestadoras como Hinterlaces e IVAD, las cuales han sido utilizadas por la oposición en comicios anteriores, han sido vilipendiadas en vista de que los números no favorecen a la derecha.
"Si las encuestas favorecieran a (Henrique) Capriles se hubieran convertido en instrumento clave de su campaña, pero como no es así las descalifican o las ignoran", escribió Rangel.
Para Rangel, el hecho de que las firmas de opinión con más prestigio den al candidato Chávez una diferencia irreversible entre los 15 y los 20 puntos, ha llevado a la derecha a desestimar un instrumento científico que se utiliza en todo el planeta.
Indicó como ejemplo, que en Estados Unidos, a dos meses de las elecciones para elegir presidente, las encuestas dan a Barack Obama un 48% de aceptación, contra un 43% del candidato republicano, Mitt Romney; y que éste, lejos de defenestrar a las encuestadoras por mostrarlo abajo del democráta, reacciona trabajando para revisar su campaña.
"Aquí no (pasa eso). El primitivismo de Capriles lo coloca en plan de disparar contra el mensajero", dijo Rangel, quien además consideró que el triunfalismo que muestra la derecha le ha impedido evaluar objetivamente los trabajos de opinión, obviando incluso que no toca el techo del otrora candidato presidencial contra Chávez, Manuel Rosales, quien perdió con 38% de los votos en 2006.
El caos programático de Capriles
El otro aspecto que destaca Rangel, para afirmar la ventaja de Chávez en las elecciones, es el del caos programático que presenta el candidato de la derecha.
Considera el comunicador, que Capriles vive "la tragedia de no saber qué hacer con su oferta programática"; pues está en la contradicción de ocultar su verdadero programa, que implica la vuelta al proyecto neoliberal de la Cuarta República, y en el que se encuentran comprometidos él y la mayoría de sus acompañantes, y tener que apelar a nuevos programas, negando el proyecto hecho por la Mesa de la Unidad.
Rangel señala que este ir y venir en cuanto a los programas, sumado a las limitaciones de oratoria y pésimas habilidades comunicacionales del candidato, desconcierta a sus partidarios, y por ello, aún con la campaña de recorrido por las calles del país, el apoyo no se evidencia en las encuestas.
Finalmente, Rangel señaló la ventaja de Chávez en el plano ético. "En el supuesto negado de ganar el candidato de la oposición, el compromiso del chavismo es aceptar resultados".
"Capriles está en desventaja: hasta ahora calla y su actitud hace presumir que juega con cartas marcadas".
