Crónica Aporreadora

(VIDEOS) Guarenas y su grito profundo: "Te queremos Chávez, te queremos"

Guarenas rodea a Chávez, como siempre.

Guarenas rodea a Chávez, como siempre.

La visita de Chávez fue una fiesta popular

La visita de Chávez fue una fiesta popular

Desde temprano Guarenas estaba en las calles

Desde temprano Guarenas estaba en las calles

Caminito de Guarenas

Caminito de Guarenas

Caracas, septiembre 30 - Desde que Elías Jaua lo anunció por radio y Chávez lo ratificó desde Maturín, en Guarenas se encendieron todos los motores: “Chávez viene”. Como el novio que regresa de viaje y va a visitar a la prometida. “Seguro que esta vez sí habla”. Y es que el candidato de la Patria ya había estado varias veces en la zona, pero en recorridos sin tarima central. Guarenas, por tanto, esperaba.

Así, este sábado en Guarenas amaneció más temprano. Camionetas, franelas rojas, compras apuradas (no nerviosas), negocios sin el personal completo, algarabía permanente, todo indicaba que algo extraordinario pasaría en la ciudad.

La capital del municipio Ambrosio Plaza, Guarenas, ubicada a unos 20 kilómetros de Caracas, es junto a Guatire, el centro urbano que más clase media ha recibido en las últimas décadas, generando una explosión demográfica y de servicios de alto impacto. Fue allí donde se puso de relieve la perversión capitalista de la estafa inmobiliaria, y donde el 27 de febrero de 1989, y a nombre del país y de los pueblos explotados del mundo, Guarenas dijo "¡Basta!" y echó a andar.

Llegada de Chávez

A las 11 de la mañana no había paso por ninguna parte. Los centros comerciales comenzaron a cerrar para facilitar el tránsito, la afluencia y la seguridad. En la avenida principal de la 27 de febrero se veía por VTV a Chávez en Petare. "Coño, que no se demore mucho por allá. Lo estamos esperando" dijo una militante. Chávez lo sabía y por eso apuró el paso.

Su llegada al Samán de Guarenas fue memorable. El Samán es el testigo histórico de los acontecimientos de 1989 y es emblema de la ciudad. Ver a Chávez allí, conversando con algunos periodistas y con su equipo de campaña fue significativo. Diosdado Cabello, Aristóbulo Istúriz, José Vicente Rangel, Freddy Bernal, Jorge Rodríguez, allí estaban, de tú a tú con el pueblo. Sin embargo el que centraba las miradas (aparte de Chávez, claro) era Elías Jaua, hijo de Miranda y ampliamente respaldado por la población de Plaza, Zamora, Acevedo, Brión, Buroz, es decir, por los bajos mirandinos.

Chávez, luego de apreciar el Samán, se subió a su transporte de recorrido y junto a él su comando y una periodista (de la agencia AFP) libreta en mano. ¿Quién será esa? se preguntaban en la muchedumbre. Al lado del vehículo iban muchas personas de las que padecieron la violencia, la represión y el luto en los hechos históricos de 1989 en ese samán. El agolpamiento de personas era tal que en algún momento uno de los del protocolo del candidato cayó al piso. La gente paró en seco y lo ayudó a levantarse. Ya se sabe que cuando una marea roja avanza no ve para los lados. Esta vez sí.

Guarenas disfrutó de la música de Corazón de Pueblo, pero lo que se quería era que Chávez hablara para conjurar el silencio de otras veces. Luego de Héctor Rodríguez, el guarenero, quien dejó satisfecha a la población con sus palabras de bienvenida, todo se paró en seco: El Comandante entonó la canción de la Patria, el himno. El coro que lo respaldó fue impresionante.

Chávez entonces inició sus palabras. La Luna llena lo distraía, de tan hermosa que estaba presidiendo el escenario. El candidato estaba visiblemente emocionado y feliz. El pueblo también.

Detalles de sus palabras:

Si alguna ciudad detesta la palabra "Paquetazo" es Guarenas, que se levantó contra el de Carlos Andrés Pérez y cambió el rumbo de la historia contemporánea del país.

"¿Creen ustedes que después de lo que acá pasó el pueblo aceptará un nuevo paquetazo?"

"Noooo. Más nunca volverán", gritaba la multitud.

"Toda la clase media debería votar por Chávez el 7 de octubre. La clase media tiene mucho que aportar a la Revolución, tiene mucha capacidad técnica y profesional. Los necesitamos porque aquí cada día habrá más trabajo para los profesionales". (Nunca ha escapado al ojo observador de Chávez la enorme masa profesional que habita en la zona, y a la que presta atención).

“La mejor que ha pasado por Venezuela. Esos son ustedes, jóvenes venezolanos”. 

"Hay que ser pendejo para creer el cuento de la burguesía.  Ellos dicen que van a apoyar las Misiones. Este pueblo ya no es un pueblo de pendejos"

"Hay que decirlo: Guarenas fue la primera ciudad del mundo que se rebeló contra del paquetazo neoliberal impuesto por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial hace más de veinte años. Rindo tributo a su rebeldía".

Un señor, bastón en mano, lo ratificaba a gritos: "Aquí nació la Revolución, Chávez, aquí, aquí..."

Una bandera argentina captaba la atención del candidato: "¡Viva Argentina, Viva Cristina, Viva Kirchner, viva el Che!" correspondió Chávez.

"Ojalá surja una oposición democrática, con la que se pueda hablar. Yo les tiendo la mano, porque tenemos que aprender a convivir la izquierda con la derecha, nosotros, que somos mayoría con la minoría, pero tenemos que respetarnos para vivir en paz y en democracia".

"Vamos a consolidar el viejo proyecto de hacer en Carenero un puerto Internacional alterno al de La Guaira".

"Es necesario engranar la educación con el trabajo en el país, con lo cual se garantizará que cada uno de los venezolanos graduados tenga su trabajo, de acuerdo a sus capacidades y formación".

Chávez no sólo midió la calidad. Tuvo elogios para la concentración y anunció su visita para este domingo en la costa oriental del lago de Maracaibo, en el Zulia.

Luego soltó su tubazo: "La ofensiva final será de Sabaneta de Barinas a Miraflores y luego el jueves 4 de octubre, todos a Caracas".

"Se va a desbordar Caracas con la avalancha bolivariana, el huracán de la patria, vamos a llenar siete avenidas y más porque se nos queda pequeña la avenida Bolívar".

La despedida

Entonces vino el final, vibrante, inolvidable: "Han pasado 14 años y no les he fallado porque ni me vendo, ni me venderé. Me ha tocado enfrentar la muerte misma para cumplir mi compromiso con el pueblo al que amo más que a mi vida. Con toda la moral que tengo por dentro, dándoles la cara siempre a ustedes, se los voy a repetir: Como no les fallé el 4 de febrero, como no les he fallado en estos 14 años, tampoco les fallaré el próximo período presidencial."

Las gargantas estaban ya desgarradas.

"Chávez no miente. Chávez no se vende... Veo a Dios en la Luna. Allá está. Danos coraje  y conciencia para seguir construyendo tu reino en la tierra"

¿Ustedes quieren más Patria? ¿Más educación? ¿Más salud? ¿Más vivienda? ¿Más desarrollo? ¿Más dignidad? 

Si, sí, sí.

"Los que quieran Patria, vengan con Chávez".

La adrenalina colectiva estaba en su máximo nivel:

"Viviremos y venceremos. ¡Viva Guarenas, Viva Miranda, Viva Venezuela!

El coro fue total: "Te queremos Chávez, te queremos". Y Chávez: "Nos amamos chamos, nos amamos, nos amamos pueblo, nos amamos"

Chávez soltó el micrófono, avanzó por la tarima, cargó a una niña con la bandera pintada en su rostro, volvió a caminar por la tarima... No se quería ir, pero debía hacerlo.

Los cohetones anunciaron el fin del acto y los guareneros, así como los llegados de otras localidades, se aprestaron al regreso a casa.

La fiesta continuó tendido y parejo: Chávez había acudido a su cita y había compensado con creces a Guarenas, la ciudad que grita "Te queremos Chávez, te queremos". Grito cierto, y de compromiso leal.

Video Fuente: http://www.youtube.com/user/MultimedioVTV

Video Fuente: http://www.youtube.com/user/sucreranda



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