Ailí Labañino, hija de uno de los Cinco Héroes

Al Gobierno de EEUU no le conviene que el caso de los antiterroristas cubanos llegue a la prensa

Ailí Labañino, hija de Ramón, uno de los Cinco Héroes

Ailí Labañino, hija de Ramón, uno de los Cinco Héroes

Credito: El Correo del Orinoco

2 de septiembre de 2012.- El próximo 12 de septiembre se cumplirán 14 años de la encarcelación de los antiterroristas cubanos Ramón Labañino, Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero y Fernando González, a quienes el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) les niega la libertad por el “delito” de infiltrar organizaciones terroristas que operan en sus propias narices.

La lucha por su liberación depende de la solidaridad internacional y de dar a conocer aún más la verdadera historia de Los Cinco Héroes, como se les conoce en Cuba y en gran parte del mundo. Con este incentivo, sus familiares han emprendido una batalla de la que no se apartarán hasta volver a tener en casa a sus seres queridos.

Una de las personas que ha tomado esta bandera es Ailí Labañino, hija de Ramón Labañino, quien formó parte de una delegación de 120 jóvenes cubanos que visitó Venezuela para llevar a cabo encuentros de solidaridad. En entrevista exclusiva con el Correo del Orinoco, la joven de 24 años, graduada en Ciencias Informáticas, rememoró cómo se convirtió de “niña introvertida” en una luchadora por la libertad y la justicia.

También denunció que una de las barreras que aún no se ha podido derribar es la censura que mantiene la Casa Blanca, ya que Los Cinco son un tema vedado para la gran prensa de los Estados Unidos.

–¿Se ha ganado espacio para Los Cinco en la opinión pública norteamericana?

–Poquito a poco hemos sumado más personas a la campaña en Estados Unidos, pero no hemos podido llegar a la gran prensa en ese país. De hecho, cuando nos dan las visas nos ponen restricciones, como estar solo 30 días y no salir del estado en el que está preso nuestro familiar. Nosotros no podemos visitar a los otros cuatro compañeros que están en otros estados. Tampoco podemos tener roce alguno con la prensa o con grupos de solidaridad.

–¿A qué atribuye estas prohibiciones?

–A ellos (Gobierno norteamericano) no les conviene que se conozca el caso de Los Cinco, porque si se conociera, ellos, que dicen luchar contra el terrorismo y tienen al mismo tiempo a cinco antiterroristas en su país cumpliendo condenas injustas, se degradarían legalmente. Por eso cierran las puertas de la prensa. Nos han entrevistado grandes medios como CNN, pero a los periodistas no les dejan publicar esos trabajos.

–Hubo un momento cuando se pensó que Obama tendría la intención de firmar la excarcelación de Los Cinco, pero no ha pasado. ¿Cree que lo haga ahora?

–Yo hasta que no vea a Los Cinco en Cuba no creo nada, porque de ilusiones nos han hecho sufrir bastante. Ahora mismo no les conviene por las elecciones, y Obama podría tener una población en Miami en su contra; pero luego, si es relegido también podría hacerlo. No tendría nada que perder inclusive si no es elegido, porque podría usar el tiempo de entrega de gobierno para hacerlo.

–En caso de que ganara Mitt Romney, ¿qué cree que pasaría con Los Cinco y con Cuba en general?

–Sería mucho más complicado, porque Romney en sus declaraciones ha estado en contra de todo lo que tenga que ver con Cuba. Nada positivo podríamos esperar, en realidad.

NIÑEZ TRUNCADA

Con apenas 11 años de edad la vida le dio un vuelco al saber que su papá estaba preso en Estados Unidos. “Recuerdo que mi padre tenía como identidad supuesta ser un economista que viajaba a España y eventualmente regresaba a Cuba”, explicó.

La hija del primer matrimonio de Labañino rememora que, en esa etapa feliz de su niñez, su padre iba a buscarla a la casa los fines de semana y compartía con sus dos hermanas momentos de felicidad que se truncaron sin avisar.

“No fue hasta el año 2001 que nos enteramos todos que los habían apresado, pues los primeros 17 meses los pasaron en celdas de aislamiento total, sin poder contactar a familiares ni abogados”, recordó.

–¿Qué le decía su familia cuando la niña de 11 años preguntaba por su papá?

–Sí, yo preguntaba por papá y mi mamá me decía que se había complicado el trabajo o su relevo no había ido. Al principio nadie sabía realmente qué había pasado con él, y así pasaron los años. Una semana antes de que se diera a conocer por primera vez en el programa de televisión de la Mesa Redonda el tema de Los Cinco, fueron sicólogos a mi casa a conversar con mi mamá. A ella le explicaron que estaba preso en Estados Unidos, le dijeron las labores que realizaba y que comenzaría una campaña internacional para su liberación. La joven confiesa que la noticia la dejó “como en el aire”.

–¿Qué recuerda de esa conversación con su madre?

–Eso para mí fue un bombazo. Tenía solo 13 años, era muy niña e inmadura y no tenía noción de las cosas, como hoy. A pesar de que me explicó que mi papá estaba en Estados Unidos conociendo información para que no hubiera más daños en Cuba, lo que se me quedó en la mente no era lo que había hecho, sino que estaba detenido, y yo me decía: “Dios mío, y ahora ¿cómo hacemos con mi papá preso?”.

La joven activista comentó que luego comenzó a ver a Los Cinco en la prensa, la televisión y los grandes carteles en las calles. “Todo el mundo hablaba de los sucesos; veíamos a nuestro Comandante (Fidel) hablar de ellos y luego lo vimos personalmente. Fue un impacto emocional muy fuerte para los adultos, y aún mayor para los adolescentes”, recapituló.

“Así comenzó la lucha. No fue sino hasta los 16 años que pude comenzar a hablar públicamente, conversar con las personas, la prensa y la gente. Desde los 13 tuve que romper esa barrera, pues soy una persona muy introvertida y este tema me ha impulsado obligatoriamente a cambiar”, confesó.

–¿En qué cambió su vida ser la hija de Ramón Labañino?

–Me cambió. Hubiese sido introvertida toda la vida teniendo a mi padre al lado. Realmente lo hubiese preferido así, porque no estaríamos pasando estos momentos tan difíciles, no por mí sino por él; por todo lo que ha pasado junto con los compañeros en prisión.

Lo más importante es que tengo el orgullo de saber que ellos no pensaron solamente en sus familias, sino en todas las familias cubanas que hoy serían víctimas de actos terroristas. Los familiares de Los Cinco “seguimos haciendo nuestras vidas normalmente, estudiando, trabajando y haciendo las cosas en el hogar. Las personas en la calle ven en nosotros la cercanía con esos hombres que están presos y les mandan saludos, fuerzas y les dan a conocer las cosas que están haciendo para que se logre la libertad”. Algunas personas “nos reconocen, y te digo que nos da pena porque no creemos que a nosotros haya que reconocernos nada; es a ellos. Nosotros lo único que hacemos es, además de sufrir su ausencia, tratar de trasmitirla de alguna manera para que las personas se acerquen al caso y nos apoyen desde el punto de vista humano”, señaló.


UN PADRE TRAVIESO Y CARIÑOSO

–Háblenos de su padre. ¿Qué recuerdos tiene de esos fines de semana que compartía con él y sus hermanas?

–Él me venía a buscar y compartía en la casa o nos íbamos a la playa, que le encanta. Recuerdo que ayudaba a cocinar, le gustaba tirarse en el piso para que las tres jugáramos encima de él. Siempre fue retozón; se ponía tan muchacho como nosotros. Recuerdo que le encantaba hacernos cosquillas y cubrirse con una sábana para asustarnos. Nunca se ponía bravo, ni nos regañaba.

–Cuando tiene contacto con su padre, por teléfono o en persona, ¿qué le comenta Ramón?

–Siempre nos dice que no nos preocupemos por él, que está fuerte y luchando; y también nos pide que sigamos estudiando y trabajando porque ese es su orgullo, que sigamos adelante. Nunca nos ha pedido ni va a pedir que nosotros participemos en estas actividades por su libertad, pero nosotros lo estamos haciendo por nuestro deseo y responsabilidad que regrese. También porque sabemos que no es sino de esta manera, con la solidaridad internacional, que vamos a lograr la libertad.

–¿Cuál fue el encuentro más reciente que tuvo con él?

–El pasado 6 de agosto regresamos mi tío y yo de visitarlo. Pudimos compartir el cumpleaños del tío Hermito, que fue casualmente el 26 de julio. En las visitas no se puede pasar nada en absoluto, ni siquiera cartas o fotos. Solamente te permiten entrar dinero con el que se puede comprar comida. Nosotros compramos unos dulces y los pusimos en la mesita. Les dimos forma de cake (torta) para cantarle muy bajito felicidades a mi tío. Como mi papá es el más grade de sus hermanos, y como es un jodedor, se puso a cantarle cumpleaños cada cinco minutos y le decía a mi tío “vaya estás creciendo” cuando la verdad es que tiene ya 41 años”.

–¿A pesar de todos estos años de cárcel conserva su sentido del humor?

–Sí. No solo él. Los Cinco mantienen el mismo optimismo y la misma fuerza del primer día. No te lo voy a negar, hay días en los que uno amanece un poco triste, como en nuestros cumpleaños, día de los padres o 14 de febrero, días que tenemos el deseo de compartir con ellos y no podemos, pues dependemos de una visa norteamericana. Ellos siempre nos levantan el ánimo a nosotros. “Mi padre siempre me dice que falta poco, todo el tiempo está haciendo planes de lo que haremos cuando lleguen a Cuba. Nos dice que vamos a subir el Pico Turquino (el punto más alto de Cuba). Siempre nos habla de cosas bonitas para no recordar las ausencias y los malos momentos de la prisión”, apuntó.

–¿Cómo es la relación entre las familias de Los Cinco?

–Ya somos una sola familia porque Los Cinco se consideran hermanos. Nos hemos tenido que unir en esta batalla y quisiéramos que Los Cinco salieran a la par. Las familias estamos muy unidas y eso lo aprovechamos para poder estar en varios espacios. Nos dividimos las tareas para tocar a jóvenes, personas mayores, medios de prensa, niñas y niños. Nos sostenemos unos con otros. Cuando alguno de nosotros se siente un poco mal nos decimos que no tenemos derecho de sentir tristeza o cansarnos, porque son ellos los que realmente están en situaciones difíciles. Es de allí, de adentro, que nos nace la fuerza y la energía para seguir en esta lucha.

–Después de estos 14 años de lucha, ¿qué nuevo se puede hacer para convencer al Gobierno de EEUU y al mundo de que Los Cinco tienen que estar libres?

–Siempre se puede hacer más, y cada día hay iniciativas nuevas que nos sorprenden. La campaña del 5 por Los Cinco nació en Latinoamérica; los actos frente a las embajadas norteamericanas se han hecho en muchos países. Ahora hay cinco muchachos que salieron desde Venezuela para hacer el mismo recorrido en motocicleta que hizo el Che, y hablan con la gente sobre Los Cinco.

No obstante, agregó Ailí Labañino, “no se puede decir que hemos hecho todo por ellos hasta que no estén en Cuba. En Argentina unos jóvenes se unieron a esta batalla al escalar el Aconcagua, la cima de América, acción que luego se replicó en varios países latinoamericanos en los que los jóvenes subieron los puntos picos más altos de sus patrias por la libertad de Los Cinco”, manifestó.

–¿Cómo ha visto el movimiento de solidaridad en Venezuela?

–El comandante Chávez ha sido muy activo, al igual que Rafael Correa, Evo Morales y Daniel Ortega. Para nosotros, como familia, es un gran orgullo que Chávez le entregara la orden Libertador a Los Cinco, y vemos cómo cada vez que encuentra el espacio público para hablar del tema, lo hace.

“También el pueblo venezolano; es increíble cómo las personas por las calles los conocen y quieren apoyarlos. Antes era difícil explicar la historia desde el principio; hoy ya no es necesario. Hoy conversamos de las cosas que se han hecho y de las que haremos para alcanzar la victoria. Esto nos deja un sabor a futuro más positivo, a pesar de que estamos conscientes de que tenemos que seguir trabajando para llegar cada vez más a los medios de prensa y dar a conocer aún más el caso de Los Cinco”, indicó.

–Sigue creyendo en ese futuro esperanzador en el que su papá vuelve a casa. ¿Cómo imagina ese día?

–Imagínate…Si yo, que tengo la libertad, pierdo las esperanzas…



Esta nota ha sido leída aproximadamente 4004 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Notas relacionadas