1 de septiembre de 2012.- El jefe de la diplomacia rusa cree que contemplar la dimisión de Bashar al Assad como una precondición necesaria para poner fin al conflicto sirio no es una postura en absoluto realista.
“Hay posturas drásticamente diferentes hacia el régimen sirio. Pero mientras los combates en las calles continúan, decir que la única salida es la capitulación de una parte del conflicto es algo totalmente irreal. No es una cuestión de ideología, no apoyamos a ningunas figuras políticas en Siria. Sólo partimos de lo que es realista”, destacó Lavrov.
El canciller ruso recordó que los países occidentales y algunos países árabes exigen casi de forma abierta la dimisión del presidente sirio, pero Rusia y China, temiendo que ello degenere en una mayor escalada de violencia , insisten en que es necesario establecer el dialogo entre ambas partes del conflicto para que el pueblo sirio decida quién tiene que gobernarlo.
"La intervención extranjera debe ser positiva. Cada jugador internacional debe exhortar a ambas partes del conflicto a que ponga fin a la violencia ", subrayó Lavrov. "Decir que el gobierno sirio tiene que ser el primero en retirar sus tropas de las ciudades y que solo después le tocará a la oposición no es un plan viable", concluyó.
El canciller ruso matizó, que aquellos países que insisten en el cese unilateral de hostilidades por parte del Gobierno sirio "no están trabajando en beneficio del pueblo sirio, sino que persiguen sus propios intereses geopolíticos".
