Caracas, 10 de agosto de 2012.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró la denuncia sobre el fraude electoral cometido por algunos partidos políticos de oposición, que falsificaron la firma de miles de ciudadanos para ser inscritos ante el Consejo Nacional Electoral ( CNE), con miras a participar en la elecciones de 2013.
Correa hizo esta declaración al finalizar la entrega anual del informe de gestión ante la Asamblea Nacional ecuatoriana.
Precisó que el CNE ha comenzado la verificación de las firmas presentadas por las agrupaciones políticas, y hasta el momento “el único movimiento que tiene las firmas para ser considerado movimiento nacional es Alianza País (que preside el Mandatario), a todos los demás, partidos políticos y movimientos políticos, les falta una cantidad sustancial de firmas”.
Agregó que “esa es la verdad que no se ha dicho y que ha sido manipulada o abiertamente falseada por ciertos medios de comunicación y, por supuesto, por la mediocridad de ciertos actores políticos”.
Instó a los partidos políticos que incurrieron en este delito de falsificación de rúbricas, a los que calificó como “partidocrácia unida moribunda”, a que “en lugar de ponerse a cantar, pónganse a recoger firmas decentemente”.
El CNE detectó las primeras irregularidades, al evidenciar que 293 funcionarios de esta institución estaban registrados en las nóminas presentadas por los partidos políticos sin su consentimiento.
La Constitución de Ecuador y el Código de la Democracia (Ley Electoral) establecen como requisito que las organizaciones políticas para su inscripción deberán presentar un registro de afiliados, que no podrá ser menor a 1,5% del Registro Electoral, lo que en la actualidad, a nivel nacional, equivale a 157.947 votantes, tomando en cuenta el último proceso electoral de 2009, en que se contabilizaron 10 millones 529 mil electores.
La cifra requerida ya fue superada por Alianza País, enfatizó el Mandatario.
Viene un desafío
Correa señaló que en la actual Asamblea Nacional hay parlamentarios “embusteros, faltos de ética, ni siquiera los puedo llamar inmorales sino amorales”, que han injuriado a la figura del presidente de la República y “harán lo posible por detener este proceso histórico”, que vive el país desde 2007.
En ese sentido, manifestó a los ecuatorianos que tienen “un gran desafío para las próximas lecciones, de mejorar sustancialmente la calidad de nuestro Parlamento nunca más permitir que especímenes así lleguen a ser nuestros representantes”.
Agregó que “el país necesita oposición democrática, con crítica bien intencionada”.