Saúl Rivas Rivas: Proyecto Intercultural Guaicaipuro busca reivindicar a las primeras civilizaciones

A la izquierda Saul Rivas y el moderador del Programa Historia, Hechos y Protagonistas Luis Salazar en entrevista radial

A la izquierda Saul Rivas y el moderador del Programa Historia, Hechos y Protagonistas Luis Salazar en entrevista radial

Credito: Somos Ambiente

20 de diciembre de 2010.-“No se puede reivindicar a la humanidad sin reivindicar a las primeras civilizaciones que poblaron al mundo. Eso es clave para la salvación del planeta y para la paz”, expresó el director del Proyecto Intercultural Guaicaipuro, Saúl Rivas Rivas.

El director del referido programa, adscrito a la Dirección de Educación Indígena del Ministerio de Educación y Deportes (MED), es uno de los principales promotores de la declaración del 12 de octubre como Día Planetario de la Resistencia Indígena.

“Hay aborígenes en todas partes, desde los de Nueva Zelanda hasta los del Norte de Europa, que sufrieron la tragedia de Chernovil. Esta es una lucha planetaria, vinculada, a su vez, con la lucha de todas las naciones oprimidas, de la autodeterminación de los pueblos y de los países a disponer de sus propios recursos”, subrayó.

Rivas Rivas, junto con otros luchadores indígenas de varias partes del mundo, ha propuesto en organismos internacionales la generalización de este día, que en Venezuela se celebra desde el año 2002.

El pasado 7 de septiembre, un Acuerdo de la Asamblea Nacional, publicado en Gaceta Oficial, exhortó a convertir este día de la resistencia en una celebración internacional e hizo un llamado, al respecto, a los movimientos campesinos, indígenas, afrodescendientes, ambientalistas y ecuménicos.

“Celebrar el Día de la Resistencia Indígena en todos los continentes representa un salto muy importante en la historia de la humanidad y en la defensa del planeta, precisamente porque se estaría reivindicando lo más negado”, resaltó Rivas Rivas.

No hay nada que celebrar

“Recientemente, en reunión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) todo el mundo hablaba de los afrodescendientes y de los latinos en Estados Unidos, pero se olvidaron de los indígenas de Norteamérica, que fueron víctimas de un genocidio que no ha concluido”, recalcó el estudioso.

Según relató Rivas Rivas, lograr en Venezuela la implantación del Día de la Resistencia Indígena fue un proceso largo y lento, que vio la luz con el advenimiento del Gobierno bolivariano.

“Se trata de una resistencia que tiene medio milenio. Durante el V centenario propusimos la no celebración del 12 de octubre e hicimos un balance crítico alternativo de los tres siglos de la conquista y de los dos siglos de colonialismo y neocolonialismo”, dijo.

“Eso tuvo repercusión mundial. Hicimos ese planteamiento por medio del Consejo Mundial de Pueblos Indígenas, en la V conferencia mundial de Lima, Perú. Allí estaban presentes aborígenes de todo el planeta. En Venezuela, se realizaron 14 marchas indígenas en varios puntos clave”, comentó Rivas Rivas.

“Desde un principio, quisimos darle una connotación ecuménica a la resistencia del 12 de octubre, pero fuimos silenciados por la prensa. En ese momento, la lucha de Guaicaipuro al panteón ya estaba en camino”, aseveró.

El pasado es el presente

En cuanto a las consecuencias de la implantación de este día, Rivas Rivas comentó: “Lo primero es una vuelta al ecumenismo y a la paz. Hay alrededor de 400 millones de aborígenes en el planeta y estos pueblos tienen la custodia de las reservas de agua y bosques de la humanidad, así que el ecocidio iría de la mano con el etnocidio y el genocidio”.

En cuanto a las posiciones de algunos estudiosos que califican a la lucha indígena de una causa del pasado, Rivas Rivas dijo: “De alguna manera, el pasado es presente. Esos son los mismos intelectuales que dicen que Bolívar es pasado. El poblamiento precolombino en América también es postcolombino, porque los indígenas están aquí ahora”.

“La historia nos la han contado al revés. Se le resta importancia al genocidio de indígenas y de africanos y ese es un problema que no se ha resuelto, el mismo problema del racismo, del clasismo, del imperialismo y de luchas como las del equilibrio de género. Todo eso es presente”, subrayó.

Venezuela avanza en la lucha

Con respecto al caso venezolano, Rivas Rivas resaltó que la causa indígena ha tenido avances significativos en los últimos tiempos, tal como la declaración del Día de la Resistencia Indígena, la inclusión de Guaicaipuro en el Panteón Nacional el 8 de diciembre de 2001 y el reconocimiento constitucional de las tierras, lenguas y culturas aborígenes, entre otros.

“Los dos personajes más polémicos y con más méritos para llegar al panteón han sido el Libertador Simón Bolívar, que, por cierto, la oligarquía no quería repatriar sus restos, y Guaicaipuro, que tuvo que esperar años de lucha y actos masivos”, dijo.

Es por ello, que se pretende continuar el Proyecto Guaicaipuro en el Panteón Nacional, en su segunda fase, el cual consiste en la colocación en el primer nicho de ese recinto histórico del lado izquierdo un monumento alusivo a la indianidad venezolana y americana, según anunció Rivas Rivas.

“Los indígenas eran invisibles y estaban políticamente bloqueados. No tenían instrumentos concretos que les sirvieran como mecanismos de expresión de sus propias luchas. Hoy los tienen. A lo mejor no son suficientes todavía, pero esos son los vicios estructurales del capitalismo. Chávez lo dice todo el tiempo: es el viejo Estado que no termina de morir”, manifestó.

“El racismo está internalizado; todavía se piensa que el indígena es menor de edad, cuando lo que se trata es de una posición cultural intercivilizatoria, porque todos los pueblos tenemos que aprender de todos los pueblos”, expresó.


La segunda independencia

Rivas Rivas recalcó: “El proceso bolivariano ha puesto en marcha una segunda independencia que pasa por todas las naciones de América y del resto del planeta. Se trata de una política de alianzas entre aquellos pueblos que no están gobernando el mundo'.

“Pero, el Gobierno bolivariano tendrá que entender que no se puede hacer una política internacional que geste la multipolaridad si hacia adentro no tenemos un reconocimiento de nuestra propia diversidad cultural y lingüística. Ese reconocimiento tiene que comenzar con lo más antiguo, porque la historia de Venezuela y del resto de América no comenzó con la llegada de los europeos”, puntualizó.

Interculturalidad para la paz

En cuanto al Proyecto Intercultural Guaicaipuro, Rivas Rivas explicó que es un programa que tiene como Norte impulsar la interculturalidad en el sistema educativo venezolano, 'porque ya no se limita a los pueblos indígenas. Los pueblos afrodescendientes tienen derecho también a una educación que dialogue con las demás culturas”.

“Entre otras cosas, el proyecto trabaja en la declaración universal sobre la interculturalidad de los sistemas educativos a escala planetaria. Creemos que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) debe promover la interculturalidad con más énfasis, porque es un elemento clave para la paz del mundo, para el reconocimiento de los otros, para el intercambio cultural, para el intercambio lingüístico y para la preservación de las lenguas”, indicó.

Señaló, a manera de ejemplo: 'Si desaparecieran las lenguas indígenas del Amazonas, no se pudieran explicar todos los instrumentos de etnociencia que han cultivado durante miles de años los pueblos indígenas y que les han ayudado a preservar la selva. Desde ese punto de vista, es estratégico”.

Rivas Rivas agregó: “No basta con que el Estado quiera apoyar a los aborígenes si la población venezolana no está preparada para ejercer esa solidaridad. La salvación del planeta depende de los pueblos indígenas y todos seremos corresponsables del resguardo o de la destrucción mediante una solidaridad bien entendida”.


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