Bogotá, febrero 2 - Siguiendo con la tendencia de los últimos años, el presidente de Estados Unidos le hizo un nuevo y agudo recorte a la ayuda que Washington le entrega al país anualmente.

Así, al menos, queda claro en la propuesta de presupuesto que Obama envió este lunes al Congreso y en la que se detallan los gastos previstos por la administración para el año fiscal 2011, que se inicia en octubre del presente.

El recorte implica una disminución para Colombia de más del 10 por ciento de la asistencia en fondos del Departamento de Estado, que en el 2010 alcanzará unos 520 millones de dólares (aproximadamente), de acuerdo con los documentos oficiales. Según el presupuesto del 2011, Bogotá recibiría únicamente 464,5 millones (aproximadamente).

La reducción es significativa si se tiene en cuenta que de los 55,5 millones, 44,9 millones serían eliminados específicamente de la cuenta con la que se financia la lucha contra el narcotráfico y que suele incluir recursos para la fumigación, interdicción y fortalecimiento del sector justicia.

En el 2010, esa cuenta prevé un desembolso de 248,9 millones de dólares. Para el 2011, sin embargo, baja a 204 millones de dólares. Aunque el departamento de Estado no da luces sobre qué programas en particular sufrirán la disminución (dato que se conocerá en un par de semanas), se especula que habrá reducciones en fumigación de cultivos y otros, asociados con la Fiscalía y la Procuraduría.

Otros rubros, como los aportes al desarrollo social y económico, fondos específicos para el Ejército y destrucción de armamento, también presentan ligeros recortes en relación con los gastos aprobados para el 2010.

En ayuda, social, por ejemplo, se piden 202,9 millones (6 millones menos que en el 2010) y para el Ejército 5,5 millones (3,5 millones menos).

La propuesta de Obama, vale anotar, no es definitiva, pues aún requiere su trámite en el legislativo, donde puede ser modificada. En su explicación, el Departamento de Estado dice que con los nuevos fondos se prevé "consolidar" los avances de Plan Colombia y mejorar los esfuerzos en erradicación e interdicción.

Aún así, en líneas generales, la ayuda que recibe Colombia de E.U. ha venido cayendo de manera sistemática desde el 2007. En total, el país ha perdido más de 150 millones de dólares en fondos aportados por el Departamento de Estado en los últimos tres años: de los casi 630 millones que recibía cuando los republicanos controlaban la Casa Blanca y el Congreso, a los 464,5 que recibiría ahora. Esa caída es aún más aguda si se tiene en cuenta que todos los recortes han salido del llamado 'componente militar de las asistencia', que incluye recursos para las Fuerzas Armadas y programas antinarcóticos.

Para ponerlo en contexto, en el 2007 esos recursos sumaban unos 480 millones de dólares. Pero ahora, (presupuesto 2011), habrían bajado a 228 millones, o más de la mitad.

Aunque tanto el gobierno colombiano como el estadounidense se refieren a esta tendencia como un proceso natural de "nacionalización", en el que el país asume cada vez más responsabilidades, hay alarma por la aceleración de los recortes.

Tan solo la semana pasada, el vicepresidente Francisco Santos le escribió una carta a miembros del Congreso en la que les pide no continuar con los recortes al componente militar pues se podrían poner en riesgo todos los logros alcanzados en los últimos años. Y, de hecho, el lunes entrante estará en Washington el ministro de Defensa, Gabriel Silva, para insistir en este mismo punto.