21 de Septiembre de 2007. - El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo hoy que su homólogo colombiano, Alvaro Uribe, y el guerrillero Manuel Marulanda Vélez "tienen en sus manos decisiones" de las que dependerá el éxito de su mediación para conseguir la liberación de los secuestrados por las FARC.
"Uribe tiene en sus manos decisiones (...) Marulanda también tiene en sus manos decisiones, y yo no", dijo Chávez a periodistas en la ciudad brasileña de Manaus, donde explicó que su papel como mediador es "moverse entre ambos y plantear opciones".
Según Chávez, esas "decisiones" que tienen en sus manos Uribe y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "bien pueden ser tomadas oyendo el clamor de las mayorías del pueblo de Colombia y más allá".
El presidente venezolano apuntó que, "con mucho respeto a los actores" en el conflicto, es necesario admitir que "las posiciones llamadas inamovibles tendrán que evaluarse", para poder lograr la liberación de las 45 personas secuestradas por las FARC.
Chávez dijo que está "a la espera" de una reunión con "un enviado de Marulanda", que dijo no saber aún si será Raúl Reyes o "uno o varios miembros del secretariado de las FARC".
Ratificó que esa reunión "será en Venezuela", pero no confirmó que vaya a ser el próximo 8 de octubre ni el Palacio de Miraflores, como había insinuado la senadora colombiana Piedad Córdoba, aunque confirmó que Reyes propuso esa fecha.
Según Chávez, esa será "una buena reunión" y está convencido de que "ahí habrá no sólo un camino para el canje humanitario, sino un camino para la paz en Colombia".
Sobre una posible reunión con Marulanda, aclaró que "eso será más lento".
"Marulanda propuso reunirnos en Colombia, pero el presidente Uribe no quiere que sea allá. Yo he propuesto que sea en Venezuela", indicó.
El presidente venezolano aseguró también que él mismo tiene "una posición inamovible", que es "lograr" una solución para el canje humanitario, y garantizó que moverá "cielo y tierra, hasta donde se pueda", con ese objetivo.
También explicó que hoy recibió en Manaus un firme apoyo a sus gestiones de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Ecuador, Rafael Correa, quienes se interesaron en el asunto y dijeron estar dispuestos a colaborar en lo que sea posible.
"Hasta el gobierno de Estados Unidos dijo que lo ve con buenos ojos", apuntó en relación a la "gran expectativa" que se ha generado en torno a sus gestiones.
