Una burda mascarada

Pildoritas 55 (año 03)

No para de causar, sorpresa que en pleno siglo XXI, con los adelantos tecnológicos con que se puede contar, si se quiere, para la realización, por ejemplo de elecciones trasparentes en las que se pretenda evitar que se generen dudas y rechazo a resultados como lo que está sucediendo ahora mismo en Colombia.

Sorprende ver cómo los noticieros internacionales, traen imágenes en las que se ve a funcionarios de la Resgistraduría, contando votos, en el piso y con una pequeña calculadora, situación que de por sí, lo que hace pensar es que tal situación facilita el fraude, prácticamente cantado en ese país, en que parece inconcebible que a estas alturas, los procesos electorales se mantengan aún como en la época de las cavernas, todo con premeditación y alevosía para que nada cambie y la oligarquía siga en su empeño de entregar el país al imperio.

Es una lástima que ese país, hijo de la gloria del gran Libertador, se esté cumpliendo aquello que salió de sus labios, producto del desencanto: “He arado en el mar”, y que tengamos que seguir presenciando cómo se desmorona la moral de un pueblo en manos de mafias, en las que se mezclan la política, el narcotráfico, el paramilitarismo y todo tipo de miseria humana, al servicio de intereses bastardos.

Prueba irrefutable de ello, el que con tanta facilidad, se haya burlado la justicia y dado una bofetada a la inteligencia de la gente, con la creación de un partido el llamado PIM (Partido de Integración Democrática), que agrupó a los allegados a delincuentes presos y que lograron nada menos que 8 puestos en el Senado, con los que seguramente van a negociar, con fines inconfesables.-

De ello el oposicionismo de aquí no dice ni pío, porque son sus iguales, se solidarizan automáticamente con todo lo que en Colombia sucede, y tratan de obviar y ocultar una verdad que tiene a ese país gobernado por mafias evidentemente ilegitimas, pues son el producto de una mínima participación de un pueblo, que algún día va a reaccionar, porque él y solo él puede poner los correctivos y tiene los antídotos contra una enfermedad social como la que sufre Colombia, que pareciera estar en fase Terminal, según se desprende del bochornoso espectáculo inocultable al mundo, del último proceso electoral, una burda y simple mascarada.-

MANZANAS PODRIDAS

Los salta talanquera son tan brutos, que compiten con el oposicinismo, no atinan a darse cuenta de que todos los que lo han venido haciendo, con el cuento de “diferencias ideológicas”, “imposibilidad para dialogar”, y otras excusas traídas por los cabellos, han terminado íngrimos y solos, autoexiliados, u olvidados por su pueblo, no uno solo, sino todos, el pueblo les ha dado la espalda, lo cual ha quedado demostrado en sendas derrotas, como en Guárico, en Aragua, en Sucre, en donde como gobernadores se creían reyezuelos y terminaron siendo una demostración de que el pueblo no perdona la traición. Es lo que le va a suceder al Henri Falcón, el último desertor y que ahora está aupando formar un llamado “frente revolucionario”, que pretende agrupar a los chavistas sin Chávez, cuestión que va a terminar en un rotundo fracaso, pues el pueblo de hoy ha madurado tanto que está bien claro en que la única salida, el único camino para la definitiva liberación es Hugo Chávez.-

Debemos alegrarnos, pues de que esas manzanas podridas que son los salta talanquera, no solo se autoexcluyan para que no dañen desde dentro al colectivo, sino que terminen como han terminado y así sirvan de ejemplo de lo que no debe ser dentro de una revolución.-

yuviliz40@hotmail.com


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Saúl Molina Z


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