El “Mocho” Sanoja danzó siempre a la vida y a la dignidad

Se fue físicamente, pero dejó su legado, un hombre ilustre que impulsó y defendió la tradición de los Diablos Danzantes a nivel nacional

San Francisco de Yare, en el estado Miranda, y el país entero perdió físicamente a unos de los más grandes cultores y artífices de la cultura venezolana. Su nombre en vida: Manuel Sajona, mejor conocido como el “Mocho”. Profesión: Diablo mayor de los Diablos Danzantes de Yare, título dado por la universidad de la vida, con postgrado y doctorado de esos que no se fabrican en las universidades que castran académicamente a la gente. Padre ejemplar y constructor de una irrenunciable ética en el campo de la dignidad de la cultura local con proyección universal. Premiado y reconocido nacional e internacionalmente. Este ilustre personaje falleció de un infarto, el pasado domingo 7 de marzo, como resultado de la anemia falciforme, la misma que llevó a la dimensión espiritual al Diablo de Turiamo, Félix Mijares y a Norberto Iriarte, Diablo Mayor de Naiguatá. Pero hay otra enfermedad que nos está dejando sin cultores, se trata de la indiferencia y anulación del reconocimiento digno a los sabios de nuestra cultura tradicional, por parte de la burocracia cultural estatal, a quienes ni en la cuarta ni en la quinta República se les ha dignificado en el lugar que se merecen, pero -sin embargo- hipócritamente vemos que páginas enteras de los grandes diarios se llenan de felicitaciones cuando los representantes de las “Bellas Artes” o música clásica europea ganan un premio o dirigen una orquesta para reproducir el eurocentrismo musical. Eso se llama discriminación y racismo cultural institucional permanente.

Constructor de dignidad cultural

Hay seres humanos extrasensoriales que fueron predestinados por nuestros ancestros a asumir un papel histórico en la defensa de la cultura o lo que hoy se hace llamar Patrimonio Cultural Intangible, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Ya quedan pocos en Venezuela, y con ellos se extinguen configuraciones culturales de medio milenio sin mayor atención de parte del Estado. Decía el sabio africano Amadou Hampate Ba que “cuando un anciano muere es una biblioteca que se quema”.
El “Mocho” era un patrimonio cultural intangible de la Humanidad, y así se lo reconocimos en 1992, no fue necesario que el Estado lo hiciera, pues a los patrimonios vivientes, sólo debe ser el pueblo que le reconozca sus méritos, que les de ese título, que la oralidad entre con dignidad en las escuelas, que los niños los conserven en su memoria. Es así como se preservan las tradiciones, mas allá de la alcahuetería folklórica, por eso el “Mocho” decía, al lado de las otras diabladas, que la tradición de los diablos no era un hecho folklórico, pues danzar la vida es danzar la humanidad …es danzar la esperanza fuera de esos esquemas impuesto por la maquinaria despreciativa del “folklore” o del “oportunismo cultural.” Sin proponérselo, fue uno de los hombres-símbolos, que luchó por la preservación de ésta configuración cultural afro hispánica. Los Diablos Danzantes de Yare han sido dentro de las diabladas venezolanas las de mayor proyección. No obstante, con la iniciativa del Taller de Información y Documentación de la Cultura Afrovenezolana se pudo lograr una interrelación entre las distintas diabladas, promoviendo los encuentros de Diablos Danzantes de Venezuela, y allí el “Mocho” jugó un papel fundamental para crear la primera red religiosa afro católica de Venezuela, realizando encuentros de auto reconocimiento entre los Diablos de Chuao, Ocumare, Cata, Cuyagua (todos en Aragua), Naiguatá (Vargas), Tinaquillo (Cojedes), San Rafael (Guárico) y Yare (Miranda). Su presencia en estos encuentros fueron de guía espiritual y de mucho empuje para fortalecer las comunidades afrovenezolanas como Chuao (Aragua-1989), que estuvo a punto de ser violentada ecológicamente por proyectos turísticos irracionales o la rogativa (1992) que hizo por la salud del Diablo Mayor de Naiguatá, ya fallecido, Norberto Iriarte. Sanoja, sin apoyo estatal, dignificó la cultura de los Diablos Danzantes del territorio venezolano.

Danzar hasta su última morada

La investigadora Griselle Arellano, quien trabajó con el “Mocho” en la articulación de las Diabladas de Venezuela, nos describió lo que fue la última actividad que hicieron a Sanoja: "Desde las 6pm tarde hasta las 12 de la noche los diablos hicieron guardias el día domingo 7, ante su cuerpo sin vida. Cada cambio de guardia se hacía a cada hora y era acompañado por un toque de tambor llamado ‘corrió’. Luego a las 6am se retomaron las guardias de honor, era impresionante la cantidad de diablos que lo querían venerar. Al sacarlo de la casa se hizo un toque de muerte, como un llamado al ‘Viaje sin retorno’, que son dos golpes de tambor seguido. En la Iglesia hicieron las danzas de diablos corrido, bamba y el escobillado con las tres cruces marcadas en el suelo. Él se sentía muy orgulloso por una bendición apostólica que le envió el papa Juan Pablo II en el año 2000, fue para él una sorpresa, ya que fue entregado en una ceremonia eclesiástica.

La gente comentaba que parecía un día de Corpus Cristi por el gentío que había. Manuelito, su hijo mayor, no habló. Sin estar vestido de Diablo en la casa de los diablos se puso la máscara y bailó, haciendo cruces y tocando la urna que estaba ataviada con su traje y máscara que pareciera haber hecho para su último baile. Luego se arrodilló, como devolviéndole todo lo aprendido en gesto y sudores… era su padre, amigo, compañero danzante… fue muy, pero muy emotivo. El ‘Mocho’ recibió honores propios de su jerarquía de diablo. Las mujeres también lo cargaron, recorriendo las calles como recogiendo los pasos al compás del redoblante"… Así fue despido el ‘Mocho’ Sanoja”. Paz a sus restos y bienvenido al mundo de los ancestros que por siempre nos guiarán.

Tips
** Ya arrancó la campaña para las elecciones interna del PSUV en Barlovento. Para el día 16 de mayo desde ahí saldrá el candidato o candidata que dará la pelea el 26 de septiembre por un curul en la Asamblea Nacional. Entre los compatriotas están una tía de la alcadesa Liliana Hernandez, el pastor Vladimir de Caucagua, el doctor Villasmil de Río Chico y el actual diputado Modesto Ruiz. ¿Dónde están los de la Mesa de la Unidad opositora? Descartado Héctor Estrada como suplente propuesto por el alcalde de Río Chico, a raíz de nuestra denuncia, pues, Estrada, había firmado contra Chávez (“Morochito” Machado.)
** A María León, ministra de Estado para los Asuntos de la Mujer: En la actividad en homenaje a las féminas, realizada en el Panteón, el pasado lunes 8, para nada salieron relucir las heroínas afro de la historia de Venezuela, ni la Negra Matea ni Hipólita, a quienes desde el año 2005, el movimiento afrovenezolano viene proponiendo llevarlas al Panteón.
** En Ocoyta, el pasado domingo se instauró la Orden Cimarrona Manucha Algarin y el 7 de marzo como el Día de la Mujer Cimarrona, por iniciativa de la concejala Gregoria “La nena”, de la Alcaldía de Acevedo y la Red Afrodescendientes de Venezuela.


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Jesús “Chucho” García 



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