Sin tetas no hay Paraiso

El próximo 25 se conmemora el Día Internacional de la No Violencia hacia las mujeres.

La violencia no es solamente golpear a la pareja, la violencia contra la mujer va de la mano con la sociedad patriarcal, con la dependencia económica, emocional y social a la que ha sido sometida la mujer en el transcurso del desarrollo de la especie, violencia que nace desde su invisibilización y sometimiento en todos los órdenes, la lucha contra la violencia de género es la lucha de la mujer por sus derechos humanos, por su derecho a la igualdad y la equidad.

Revisando la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se puede observar cómo todas las formas de violencia, las que enumeraré más adelante, suponen una transgresión de los siguientes derechos:

Artículo 1 : “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos..”

Artículo 2.1: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color o sexo..”

Artículo 3: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal..”

Artículo 5: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.

Artículo 7: “Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta declaración y contra toda provocación a tal discriminación”.

Artículo 16: “Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

La violencia de género es un problema general más allá de la relación de pareja, es la violencia social al sentenciar a la mujer a un segundo plano, a ser dependiente del hombre y a ser considerada como su propiedad o un ser que nació para servirle y procrear. La lucha dada tan solo por generalizar un lenguaje de género, visibiliza esta situación de violación de derechos, esta es una sociedad de hombres, de género masculino, se generaliza en cualquier expresión gramatical con “nosotros”, jamás con “nosotras”. ¿Qué sentirían los caballeros que me leen si los tratara en femenino? Si me refiriera a “ellas” en vez de “ellos” cuando defino a un grupo de seres mixtos? Esto es violencia contra la mujer.

En este sentido las Naciones Unidas define la violencia de género como: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción a la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en vida pública o privada”.

La violencia sicológica muchas veces no se hace notable, la identificamos cuando se desata en sus extremos de insultos y degradaciones públicos o íntimos, pero la mayor destrucción de la violencia de genero sicológica, convive a diario y es de donde nace la violencia física y el femicidio. Su constante y sutil efecto va desmoronando la personalidad de la mujer casi desde el inicio de cualquier relación, el “machismo”, su secuela cultural que hace ver a la mujer como propiedad del hombre, se expresa desde la seducción, donde el abuso está implícito en palabras que parecen amorosas pero cuyo objetivo final es el dominio físico y mental del hombre sobre su mujer.

Esta fecha debe ser entonces, la conmemoración de las luchas, de los derechos recuperados por la mujer ante la sociedad y sobre todo un día de difusión de los derechos de la mujer y de generación de la necesidad de que se denuncie todo atropello y violación de sus derechos.

La comercialización de la belleza, la prostitución, el trato de mercancía con que se facturan telenovelas, las boquitas pintadas vendiendo labiales, toda la cultura cosmética y erótica que renta con la imagen de la mujer es lo que patrocina y perpetua la visión de la mujer como mercancía, como propiedad del macho, es un problema cultural y económico, una dominación y explotación que va más allá del dominio intrafamiliar, el mercado capitalista somete a la competencia en base al fashion, a los implantes de silicona y al refrescamiento estético, a la visión de la chica cosmos y a los concursos de belleza y sentencia a la mediocridad y esclavitud a la mujer. Es la lucha que se se deberá enfrentar el próximo día 25: Sin tetas si hay paraiso.

brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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