La guerra es una mierda y ¡Que viva la Paz!

La Paz, esa enorme arma de transformación, capaz de convocar y reunir a la inmensa humanidad que se opone a un pasado de guerras, esas tres letra blancas y hermosas que defienden el vuelo inocente de la paloma blanca cuyas alas abiertas dibujaron ayer una equis para decir ¡no a la guerra!, congregó a más de un millón de cubanos en la Plaza de la revolución y a millones más detrás de las pantallas en el resto del planeta.

La guerra es una mierda” fueron las palabras de Miguel Bosé ante la multitud,  una plaza blanca y emotiva convirtió en un triunfo para el pueblo cubano y la humanidad al temido y controversial concierto de Paz sin Fronteras que Juanes promoviera desde hace meses y que luego de tanta controversia, sobre todo nacida de la disidencia cubana en el exilio y grupúsculos de  la izquierda ortodoxa, que fueron superados por el gigante sentimiento unificador que genera la Paz como arma de lucha por un nuevo orden mundial. 

Paz, estas tres letras que encierran un contenido tan difícil de conceptualizar, fue la palabra en la que todos nos reunimos a clamar por el fin de un camino que lleva a un irremediable holocausto a nuestra humanidad. Paz, la humanidad pide Paz. 

No puedo dejar de darle contenido político a lo que sucedió ayer en la Habana, es un suceso altamente político que trasciende a lo coloquial, habrá muchas formas de concebirla, de entenderla y de asumirla como palabra de lucha, mal podría yo tratar de parcelarla o de tomarla para un grupo o ideología particular, pues lo más hermoso de lo que el mundo entero vivió en este concierto es la confluencia, el encuentro, la unión de una diversidad gigantesca de posiciones que todas pudieron confluir y clamar juntos por el final de los conflictos armados, por el final de la dominación por medio de las balas y las bombas, por las torturas, por las persecuciones, por las desapariciones, las invasiones, los actos terroristas, la delincuencia, la agresión en el más mínimo de sus expresiones y a la que nos opusimos por la fuerza del amor como lugar de encuentro, de congregación y de confluencia para la lucha por la nueva humanidad. 

Más allá  de lo positivo de que Cuba halla sido el escenario y de su inequívoca lectura como un rompimiento mundial al bloqueo cruel e injustificado que Estados Unidos ejerce y obliga a ejercer a otros tantos países sobre esta pequeña isla, cuyo único delito es haber tomado la decisión de ser libre y autodeterminarse, más allá de esta enorme victoria de Cuba, este concierto por la Paz marca una unión planetaria que viene a unirse a las bases de paz que hoy por hoy se constituyen en  Suramérica ante las Bases de Guerra Norteamericanas, a la Marcha Mundial por la Paz que partirá de Australia en las próximas semanas para darle la vuelta al mundo en 93 días, organizado por el movimiento humanista, a la Paz como el futuro necesario y reclamado por todas y todos los que habitamos el planeta sin pertenecer o defender a las fuerzas del egoísmo o del pasado. 

Ayer fue un domingo de Paz para quienes vivimos, fue un reclamo a todos los gobiernos que invierten en armas dineros con los que en muy poco tiempo daríamos alimento a todos los que mueren de hambre, salud a miles que mueren  por enfermedades, educación y dignidad a quienes están condenados a la exclusión. Ayer se levantó una ola incontenible de amor por la vida, en la que estuvimos juntos y lo pudimos hacer, quienes en otros escenarios nos separamos. Ayer fue una gran victoria de la humanidad, la Habana y Cuba enorme y victoriosa fueron el epicentro de las miradas y los oídos de todos, habló el ser humano, cantó, bailó el son del futuro hermoso de la esperanza. 
 
 

Todos vestimos la esperanza, todos entonamos el canto general exigiendo abrir las puertas a la verdadera historia. Una canción eterna de futuro y esperanza, un canto y una lucha que deberá continuar su avance indetenibles hasta lograr salvar nuestro planeta de las garras de los intereses obsesivos de quienes creen más en el dinero y el egoísmo, en la guerra y la destrucción. 

Que no se detengan estas voces… que se realice en Gaza otro concierto, para que canten los que hoy lloran el dolor de la más reciente agresión, que se cante en Chile, en defensa de la ofensiva en contra del pueblo Mapuche,  en África para apoyar al pueblo oprimido del Sahara, en España para pedir el cese de los atropellos fascistas, en Honduras para pedir la Paz a un pueblo mancillado. 

La Paz nace de nuevo en el fondo del espíritu de todos, la Paz se opone a la terrible industria de la guerra, esa que destina más de doscientos mil millones de dólares del presupuesto Norteamericano, para armas, en el próximo año 2.010. 

No se podrá  detener esta marcha, cada día deberá convocar mas gargantas y actos de resistencia pacífica ante tanta injusticia. L a Paz será el punto de encuentro de todos los que apostamos a la vida. 

PAZ SIN FRONTERAS!

VENCEREMOS! 


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Raúl Bracho


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