Latifundio deportivo

RAICES HISTORICAS
            
            Mucho antes de que finalizará el siglo XIX, en Venezuela habían hecho presencia múltiples personalidades que dieron los primeros pasos, como iniciativa privada a la práctica de actividades deportivas y a fomentar su organización, la prensa pública de la época brinda no pocas reseñas de la importancia que nacionales y extranjeros dieron a la práctica del ejercicio físico como elemento fundamental en la formación integral del ciudadano moderno.

            Es extraño encontrar en  aquella época (últimas tres décadas del siglo XIX), la intervención del estado, y sin embargo algunos reseñas periodísticas nos dan fe de la visión que tenia el estado al aportar  recursos a la iniciativa privada a través de decreto del Ejecutivo Nacional, podemos constatar  esta práctica en el contenido de numerosas reseñas de prensa de uno de diversos diarios de la Caracas de finales del siglo diecinueve como el que reproducimos a continuación el cual era uno  de los de mayor importancia para la mencionada época. 

“El gobierno de la República, en vista de que los planteles de enseñanza pública carecen de los ejercicios higiénicos en los cuales se logre el desarrollo físico de los alumnos, y deseando así mismo introducir gradualmente esta importante mejora  en el Plan General de Educación. . . . . . . . . .  ha resuelto por la Tesorería Nacional, se pague al director del Gimnasio Higiénico establecido en esta capital. . . . . .  la suma de cuatrocientos bolívares, con el objeto de que concurran a los ejercicios de dicho establecimiento cincuenta alumnos, que serán designados oportunamente por el Ministerio respectivo”. [1]  

            Esto nos da una idea de la forma que se dieron los primeros pasos de importancia para el financiamiento de la actividad físico deportivo en nuestra nación. La actividad deportiva en nuestro país se ubica con la incursión de grupos y particulares (iniciativa privada) que abrieron los caminos en las últimas décadas del siglo XIX. En este sentido, se asemeja a la historia del coloniaje, pues se inicia bajo el impulso de actividades económicas que han traído el legado cultural correspondiente, de marcada influencia fundamentalmente europea al igual que en el resto del continente americano.

            El comienzo del siglo XX nos  brinda diversos ejemplos de la iniciación y germen de los movimientos de institucionalidad deportiva, las cuales siguen siendo de la misma orientación privada, basada en la iniciativa de grupos y con los mismos orígenes euro céntricos, y norteamericanos a partir del dominio de ese país como potencia mundial. Sin embargo no es sino ya bien entrado el siglo XX que encontramos organizaciones deportivas ya compactas, algunas federaciones que ya hacen vida tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Seguían siendo agrupaciones que a la luz de la influencia del deporte internacional, se conformaban y daban forma en lo nacional ala neo nata institucionalidad deportiva.


“CADA VEZ MAS CERCA DEL ESTADO”

            Para mediados del siglo pasado cuando el estado da el paso fundamental que institucionaliza el deporte en Venezuela, con la creación del Instituto Nacional de Deporte, muchas de las federaciones privadas ya tenían ganada una buena trayectoria en su experiencia y aún así dependen financieramente cada vez mas del estado para dar termino y consolidación al sistema que se promueve desde el ámbito de esas organizaciones.

            Un icono de la privacidad deportiva en Venezuela lo constituye el atletismo, a pesar de no ser   una de las primeras en ser fundada.
            Existe una coincidencia histórica entre el desarrollo del deporte en Venezuela y la penetración de las empresas petroleras internacionales.
             Las compañías norteamericanas explotadoras del petróleo fueron el factor fundamental en la práctica y organización del atletismo de los años 30 al 50. Lo que es un hecho, cierto, es que la organización del atletismo venezolano, empieza en los años 50 cuando se organizan las Federaciones Deportivas Nacionales, a fin de participar en los Juegos Bolivarianos.[2]
           
            Para finales de la primera mitad del siglo pasado, tres décadas de existencia no habían bastado para consolidar el modelo que se promovía a partir de los grupos entusiastas con iniciativa y perfil privado y que produjera lo se consumía, hacia falta un sustento financiero, tipo caja chica lo suficientemente sólido que garantice tal consolidación, y en tal sentido se recurrió al Estado.

            La gran Mayoría de las federaciones deportivas de nuestro país fueron fundadas a finales de la quinta década y principios de la segunda mitad del siglo pasado, cuando por necesidad y exigencia de representatividad en los III Juegos Bolivarianos a celebrase en Venezuela en el año 1951.  El estado que hasta la fecha e históricamente había mantenido una actitud casi pasiva frente al fenómeno deportivo, tomo la iniciativa de la construcción de las instalaciones deportivas y con la creación del Instituto Nacional de Deportes (I.N.D), dio forma real a su participación como componente de la institucionalidad que desbrozaría el camino hasta nuestros días.

FEDERACIÓN                      FECHA DE FUNDACIÓN                  PRESIDENTE ACTUAL
FÚTBOL                                          1926                                            RAFAEL ESQUIVEL
ATLETISMO                                   1948                                         NELSON RODRIGUEZ
ESGRIMA                                        1948                                           MANUEL RONDON
VOLEIBOL                                      1937                                          JUDITH RODRIGUEZ
BEISBOL                                         1927                                              EDWIN ZERPA

El factor fundamental que contribuyó a consolidar la estructura organizativa de las federaciones deportivas en Venezuela, las cuales empezaron a tener una conformación nacional, fue la realización en 1951 de los III juegos Bolivarianos en Venezuela.

            Es bajo la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez en la década de 1950 cuando el Estado Venezolano hace serios esfuerzos por involucrarse en esta actividad, pero participando sólo en la construcción de una infraestructura. Es así como en 1951 nacen las primeras instalaciones deportivas modernas para realizar los III Juegos Deportivos Bolivarianos.

Así mismo unos años mas tarde el I.N.D promocionó la creación de la E.N.E.D,  Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos, la cual tenía como objetivo primordial la formación de entrenadores como recurso humano que atendería el área del entrenamiento deportivo en todo el territorio nacional, bajo el control y mirada de las asociaciones  y federaciones estadas y nacionales respectivamente.

            El híbrido institucional que empezó a desarrollarse tuvo también sus consecuentes crisis, como la producida para finales de los años setenta, cuando el estado en su papel de regulador en el año 1961 había reglamentado el deporte y la educación física como actividades conjuntas y establecido mediante decreto presidencial la obligatoriedad del deporte escolar en todos los ámbitos de la educación primaria y media, además de instrumentar la educación física como materia promocional. En 1971 se reglamentó el decreto ley del Instituto Nacional del Deporte (IND), lo que pretendió democratizar el deporte y ser declarado como de interés público. El Comité Olímpico Nacional máximo exponente de la estructura privada, en conjunto con sus federaciones agremiadas, reaccionó contra el estado acusándolo de estatizador e interventor en asuntos deportivos cosa que para ellos era ya para esa época un hecho completamente inaceptable. Finalmente la movilización privada dio su resultado, el congreso terminó por sancionar la Ley del Deporte con un contenido que impermeabiliza el poder de decisión y control del ente privado sobre el deporte, traduciéndose esto en una lamentable perdida de soberanía de la nación en los términos jurídicos y administrativos de dicha área.  

La situación descrita se mantiene hasta nuestros días, con el agravante que para el año 1994 la COPRE, Comisión Presidencial para Reforma del Estado, en función de fortalecer la política neoliberal implantada para esa fecha en Venezuela, desarrolló la descentralización de este sector, lo que tuvo como efecto inmediato, la obligación de los municipios y estados de transferir los recursos económicos que la entidad privada solicite a cada uno de ellos (Ley del Deporte Art. 36 ).


DEPORTE BURGUES O DEPORTE SOCIALISTAS

CUANTO GANAREMOS CON ESOS EVENTOS Y SUS JUGADORES

            El deporte moderno, surgido al fragor de la revolución industria y del fortalecimiento de la burguesía como clase dominante, arrastró el contenido ideológico social de esa clase, y con ese ropaje se difundió a los más recónditos lugares del planeta donde se impuso a fuerza de cruz, mosquete y libra esterlina. Desde    la creación del Hockey Club en 1750 (primera actividad registrada como deporte en la Inglaterra del siglo XIII), pasando por la Football Assocación que vio la luz en 1863, el Amateur Athletic club, en 1869 y la Amateur Boxing Association en 1884, hasta nuestros días, la institucionalidad burguesa ha mantenido como punto de honor la acumulación de riquezas, produciendo con ello, el mismo fenómeno que en términos rígidamente económicos sucede en la estructura capitalista. Aun en los albores del Marxismo, sus creadores tuvieron una clara definición del papel que jugaba la gimnasia en unidad con el trabajo y el estudio como medio de la formación del hombre nuevo y la futura sociedad “la demostración práctica de la posibilidad de unir la enseñanza y la gimnasia con el trabajo manual, y viceversa: el trabajo manual   con la enseñanza y la gimnasia”. “educación que unirá, en todos los niños por debajo de cierta edad, el trabajo productivo con la instrucción y la gimnasia, y no solo como método  de aumentar la producción social, sino como el único método de producir hombres plenos”.[3]  

            Una gran coincidencia entre lo que expresa Marx y lo expuesto a principios del siglo XX por uno de los mas brillantes y preclaros educadores y políticos de izquierda de Venezuela, Luís Beltrán Prieto Figueroa : “La verdadera diferencia entre el trabajo y el deporte estriba en que el primero se produce tomando solo en consideración la alegría que proporciona, tiene en esta una realización inmediata, mientras que en el trabajo la actividad se dirige al fin remoto, remuneración y obra, pero ambos son creadores, satisfacen necesidades biológicas y sociales”[4]

            Así lo señala de manera singular Bhom, en su Sociología Política del Deporte, citando a B. Rigauer: “Los principios de la sociedad capitalista mercantil (producción mercantil, intercambio, confluencia, competitividad, racionalidad, utilidad, rivalidad) determinan estructuralmente el deporte (moderno). La marca representa en el deporte, una marca mesurable (medible)..... Una fuerza de trabajo específica ....... y por lo tanto una forma determinada de la mercancía.”[5]

            Sumado esto además, a lo que parece ser un propósito académico de la burguesía respecto al deporte “Dentro de la ciencia es uno de los fenómenos menos estudiado, se centra principalmente la atención en la dimensión técnica, estadística y física del problema…..desde el punto de vista social tiende a subestimarse e ignorarse como objeto de estudio, sometiéndose relativamente poco al fuego constructor de la critica”[6], son palabras profundamente certeras de Eloy Altuve en su “Juego, Historia, Deporte y Sociedad en América Latina. El marco socioeconómico de dominación capitalista que rige y dirige el deporte así lo modela, y es así por conveniencia ideológica para mantener el control social. 

            Señala también Altuve que “Pareciera por lo considerado en los análisis que el deporte está ausente o es ajeno a la crisis en América Latina”[7] y es realmente lo contrario, en su cada vez mayor crisis, el capitalismo se ve necesitado cada día con mayor intensidad de uno de los fenómenos sociales creados dentro del marco de su evolución como sistema y lo utiliza para soslayar las insalvables contradicciones sociales, económicas, culturales que contiene, de forma tal que el hombre y la sociedad se ven envuelto en el “velo mágico y apacible del deporte”.

            La crisis del deporte se parece mucho e incluso para nosotros llega a ser lo mismo que la crisis del capitalismo con su ley elemental de acumulación: Los pocos tienen mucho y de esto es ejemplo las decenas de gloriosos talentos que circundan los epicentros de transnacionales del deporte como son los casos específicos del béisbol norteamericano y el fútbol europeo; y Los muchos tienen poco, que son la inmensa mayoría de hombres, mujeres  y niños de barrios, favelas y entre muros de todos los pueblos latinoamericanos que realizan al margen de la inclusión, actividad física y deporte, construyendo desde la exclusión, la nueva institucionalidad  lúdica deportiva desde el hombre y para el hombre.
La solución del estado actual del deporte al cual fuimos arrastrados por el vertiginoso tren de la economía capitalista mundial, no puede ser el anual crecimiento del gasto para obtener un resultado: Record, Campeón, Medalla.

            De esta manera se descubre el telón del deporte moderno, para hacer visible lo que como principio metodológico y de supervivencia del capitalismo señalaron Marx y Engels, y con lo cual estamos plenamente de acuerdo,  el capitalismo vuelve todo lo que toca en mercancía, y en concordancia con esto, concluimos nosotros : hasta nuestro atletas son objeto de este   hecho, son convertidos en mercancía que vende mercancía  para luego ser desechados como seres humanos, de tal manera que aunque desaparezcan físicamente siguen vendiendo mercancía.

            Venezuela no es una excepción de este fenómeno, a partir de la formalización de la institucionalidad deportiva en 1949 hasta la fecha, incluyendo por supuesto estos diez últimos años en los cuales, estamos dando los primeros pasos en la dificultosa vía de construcción de un nuevo modelo económico, se ha manejado con una relajada cotidianidad, el principio de formar atletas para producir riquezas. De una u otra forma, las Federaciones deportivas y sus respectivas filiales regionales o locales (Asociaciones y Clubes), han trabajado sobre este esquema. Se suma a esto el reforzamiento que desde los organismos públicos (I.N.D , Ministerio del Poder Popular Para el Deporte), se viene dando a este tipo de política, hasta ahora no se conoce algún programa o proyecto venido de esos escenarios y que tome la Actividad Física y el deporte  para “la demostración práctica de la posibilidad de unir la enseñanza y la gimnasia con el trabajo manual, y viceversa”  y “  producir hombres plenos”.

            Lo que es visto por dirigentes, políticos, legisladores, asambleístas nacionales, con un cejo de incredulidad o cuando mas con un asombro momentáneo, para nosotros representa uno de los grandes peligros que se asoma en ese camino de construcción ideológica y material del deporte socialista, es precisamente el control económico y  el “ Dictar las normas técnicas y deontológicas de sus respectivas disciplinas en concordancia con las establecidas por su correspondiente federación internacional y velar por su cumplimiento”, que se otorga grupos opocisionistas


EN LA CULTURA, EN PDVSA, EN EL DEPORTE

La reseña que describimos en los textos anteriores reflejan una síntesis histórica del deporte en Venezuela, sin embargo todo esto no es sino una parte de un gran fenómeno social y político que se desarrolla y profundiza en todas las áreas del país, cada vez con mas fuerza desde que el Proceso Bolivariano y Revolucionario con el comandante Hugo Chávez a la cabeza, intenta refundar la República. Este hecho tiene en cada una de ellas sus matices, sin embargo poseen un factor común que entreteje una madeja de situaciones conflictivas basadas en la lucha de lo privado, exclusivo y exclusivista para mantener el estado neoliberal contra lo público, colectivo e inclusivo por hacer nacer el estado socialista, vigencia del pensamiento Gransciano, lo que ha de morir no termina de morir y lo que está por nacer no acaba de nacer. Vivimos en el presente periodo la lucha entre lo viejo que ha de morir y lo nuevo que ha de nacer.

Tomemos por ejemplo el caso de la Cultura, específicamente lo sucedido recientemente con el Ateneo de Caracas, una institución financiada por el estado y entregada al sector privado desde hace mas de veinte, y sin embargo esa misma institución que usufructúa los recursos económicos del estado, la a su vez impone al ciudadano común o sea al propietario social, el cobro por el sencillo uso o acceso a tales instalaciones. El estado neoliberal tuvo el preciso cuidado de pasar “legalmente” a particulares lo que con recursos de Estado y de los ciudadanos venezolanos construyó. Estamos en presencia de una de las aberraciones jurídicas más significativas de la nación: El edificio es del Estado, los aparatos son del Estado, el mantenimiento lo hace el Estado y a pesar de esto el ciudadano común propietario de lo público debe ser víctima de otro impuesto para poder usarlos.

            Gracias a la participación oportuna y decidida de nuestro gobierno revolucionario, la industria petrolera es hoy propiedad legal de los venezolanos y en ella decide el estado, sin embargo por muchos años, y a pesar de la denominada nacionalización petrolera, fueron entregadas a manos privadas nacionales y foráneas lo que por derecho natural pertenece al venezolano. La estrategia de recuperación de esos espacios tanto materiales como administrativos, la desarrolló el gobierno revolucionario a partir de demostrar lo ilógico de esta situación, por un lado lo anti económico que resulta para el país cancelar a empresas o instituciones privadas por operaciones que se realizaban con instrumentos de trabajo nuestros, y seguir manteniendo la sobre explotación de la fuerza de trabajo venezolana en función de producir cada vez mayor plusvalía. “las estatizaciones representan ahorros de $756 millones al año”, señalo el ministro Ramírez, con lo que el estado pagaba por el uso de una gabarra en el trabajo petrolero del Lago de Maracaibo, se pueden instalar varias fábricas de procesamiento de materiales plástico, con el consecuente ahorro de divisas y producción de empleo.

            Lo que hoy sucede en la cultura y PDVSA es ejemplo para lo que debemos hacer en el deporte, las embarcaciones, los medios e  instrumentos de producción recuperados para la nación ejemplarizan las acciones necesarias a ejecutar en el deporte para favorecer el establecimiento de un modelo publico, inclusivo y socialista.

            En el deporte el fenómeno no es diferente, como ya describimos anteriormente, las Federaciones Deportivas se apoderaron del control del deporte nacional. En los términos jurídicos la Ley del Deporte, sancionados en los años finales de uno de los periodos más oscuros de nuestra patria, y con la colaboración de grupos seudo revolucionarios, constituyó la entrega al esquema neoliberal y a la maquinaria transnacional, gran parte de las riquezas sociales y materiales de nuestro país. 

En tal sentido el Art 36 y sus ocho numerales de la Ley del Deporte, hasta ahora vigente, más que un artículo de ley parece una receta de cocina, a través de la cual se cuece el estofado que se ha servido en bandeja de plata a los organismos y personalidades privadas.

Articulo 36. Corresponde a las federaciones:
                        Numeral 7. Presentar al Instituto Nacional de Deportes sus planes y programas a los fines de suministro de la asistencia financiera, económica y técnica por dicho organismo, así como rendir cuentas del manejo de los fondos públicos aportados, de conformidad con el ordenamiento jurídico venezolano.
            En los términos sencillamente administrativos, resulta opuesto a toda lógica que un “Estado tan Grande”[8] como el nuestro, tenga que suministrar “asistencia financiera, económica y técnica” a la empresa privada para atender lo que le corresponde como tarea obligada: la formación física e intelectual de los nuevos ciudadanos.
            Seguimos entregando a los promotores de la exclusividad y la exclusión, los recursos para mantener su modelo privado y neoliberal, por un lado directamente dinero en efectivo para sus gastos*, por el otro, instalaciones deportivas y administrativas (hasta las sedes de la gran mayoría de las federaciones las cancela o las entrega el estado: léase IND o MPPD). El agua, la electricidad, los instrumentos deportivos, la uniformidad, los viajes de preparación, la formación del recurso humano y no se que otra cosa que se nos escape las cancela el estado y a pesar de todo ello es la privacidad el que tiene la voz y última decisión.
            No nos queremos quedar en la pasiva y contemplativa actitud, desde hace mas de dos años, hemos propuesto a las instancias respectivas  de estado revolucionario, programas e instrumentos para modificar lo que desde nuestro punto de vista, histórico, lógico y conceptual sigue siendo una anomalía en el deporte nacional.


LATIFUNDIO DEPORTIVO

            En Venezuela existen, según nuestras estimaciones un aproximado de diez mil espacios deportivos, contando cachas, estadium (pequeños y grandes), gimnasios de diferentes disciplinas que en conjunto abarcan una inmensa cantidad de terrenos en manos de la entidad privada (Federaciones, Asociaciones y clubes), todos esos espacios son propiedad legal del estado y sin embargo son los entes privados los que controlan el acceso a estos, son los organismos privados los que dicen cuales niños y de que grupo social entran o no a hacer uso de esa propiedad publica.  

            Para muestra un botón: hace unos tres o cuatro años atrás, el estado invirtió miles de millones en recuperar y modernizar una de las piscinas más antiguas del país, nos referimos a las instalaciones de deportes acuáticos del “Teo Carriles” a no mas de cincuenta metros del despacho ministerial, pues resulta que los cientos de niños y niñas del barrio La Vega, ubicado a cien metros mas adelante no tienen acceso a tales instalaciones a menos que paguen su respectivo peaje mensual (de ochenta a cien bolívares fuertes), a los señores feudales de los clubes privados que allí funcionan.

            Son espacios que fueron robados al pueblo y que permanecen en manos de los plagiarios, con la vista gorda de los Presidentes del IND, Viceministros y ministros que hemos puesto allí durante estos últimos diez año, aún ha sabiendas que una de las grandes opciones para por lo menos aliviar el índice delictivo, es empezar a pasar estos latifundios deportivos a manos del pueblo para hacerlos productivos y operativos en la construcción del hombre nuevo.

            Creemos que es una necesidad impostergable la sanción de una Ley de la Actividad Física y el Deporte, que dicte las nuevas pautas para la administración de esta área disciplinar considerando que:
·        La Ley vigente no brinda a la nación el marco adecuado para el desarrollo de un modelo de inclusión.
·        El modelo actual de asociaciones y federaciones es excluyente y contrario al modelo socialista propuesto por nuestro gobierno revolucionario.
·        El sistema deportivo actual obstaculiza la inclusión de millones de niños, y adolescentes que se ven empujados a delinquir.
·        A pesar de que el recurso económico dispuesto durante los últimos diez años supera a lo entregado por la cuarta república en toda su existencia, los resultados deportivos no concuerdan con lo invertido.
·        Para construir un sistema deportivo revolucionario y socialista hace falta modificar de raíz la estructura privada federativa que ha dominado históricamente en Venezuela y que se mantienen en nuestra revolución.

       A partir de estas consideraciones proponemos se declare:
·        Gratuidad absoluta para la práctica del deporte, la participación en actividades competitivas, eliminando el cobro de matriculas, mensualidades y cuotas especiales en los eventos programados por las organizaciones deportivas nacionales, regionales y locales.
·        Declarar al Comité de Recreación y Deporte de los Consejos Comunales como base legal, jurídica y administrativa del deporte y de la actividad física para la salud.
·        Entregar a los Comités de Recreación y Deporte de los Consejos Comunales, en concesión de uso y mantenimiento todas las instalaciones deportivas del país, eliminando el obsoleto sistema de manejo de estas instalaciones por parte de la organización privada.
·        Aplicar como se contempla en la Ley de los Consejos Comunales, la administración de los recursos económicos del deporte a partir de esta instancia de organización comunal.
·        Desarrollar un sistema eleccionario para las federaciones y asociaciones deportivas en el cual participen todos los actores del deporte (Atletas, entrenadores, árbitros y dirigentes) mayores de quince años, activos por lo menos dos años continuos antes de las elecciones y con derecho a elegir todas y cada una de las instancias.



[1] Diario “La Opinión Nacional” 13 de agosto de 1890.
[2] www.ind.gob.ve
[3] K. Marx, El Capital, Libro 1, Fondo de Cultura Económica, México, 1946, p 404 
[4] L.B. Prieto F. “La actividad lúdico y el trabajo” Ensayo.1936
[5]  Brom. Sociología Política del Deporte. Fondo de Cultura Económica .pag 102
[6] Altuve Eloy. Juego, historia, deporte y Sociedad en América Latina
[7] idem
[8] Visitar las oficinas del MPPD o el IND, significa darse cuenta rápidamente que el estado revolucionario, sigue sufriendo “la inercia de la cuarta”: decenas de jóvenes licenciados, con muy buena preparación técnica (como es el caso de los recién graduados en las mejores universidades de Cuba) son depositados en las oficinas, lo que hace crecer la burocracia a la vez que dejan desolado los campos de preparación y canchas de todos los rincones del país.
 
8 Tomando como ejemplo el año 2008, lo transferido desde el MPPD hacia los instituto regionales y municipales no llega a los ocho millones de bolívares fuertes, cifra que es superada con solo sumar lo entregado a tres o cuatro federaciones privadas que hacen uso de este recurso solo en el nivel de elite y sin tomar en cuenta que parte del dinero que se transfiere a los entes regionales y locales son reconducidos a la entidad privada en sus respectivos niveles geográficos.    




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