El Tuerto ilustrado

Dentro de las tantas variantes que se consigue uno en la calle, apareció un personaje al que apodan el Tuerto Ilustrado por el defecto que tiene en el ojo izquierdo y la variedad y cantidad de conocimientos que maneja con su léxico fluido y contestatario. El tipo se las sabía todas y no admitía contradicción alguna. Así pues, movido por la curiosidad se me ocurrió contactarlo para conversar e intercambiar ideas sobre la situación nacional.

Al comenzar la entrevista le comenté que acababa de enterarme sobre la promulgación de una ley que prohíbe definitivamente la pesca de arrastre en nuestro territorio, es decir en el mar, lagos o ríos que lo conforman. Ante esta buena noticia deseaba conocer su opinión y le pregunté ¿Cómo te parece este hecho?. Sin pensarlo dos veces el Tuerto expresó:

--- Entiendo que es una ley muy beneficiosa para el resguardo de nuestra riqueza marina y además los pescadores artesanales salen beneficiados.

Lo cual no significa que el pueblo se beneficie igualmente, y me pregunto, ¿y para que sirve esa ley si esos pescadores no tienen una conciencia social debidamente formada? Sabía usted, que esos mismos pescadores son los que sacan el pescado de la red para surtir de inmediato a los camiones de intermediarios que los están esperando. Le venden al camionero el pescado a un precio bajo con respecto al que tenemos que pagarles nosotros a orilla de playa. Igual sucede con el pescado que le llega a los mercados municipales. Así tenemos, que lo que come el pueblo son los corronchos y que se olvide del pargo o del carite porque su precio está por las nubes. Usted lo puede verificar si se da un paseito por esos mercados de Dios y pregunte a como está el Kg. de pargo o de carite a ver como le parece. Pienso y le digo, que lo primero que hay que hacer es educar a esa gente en una mentalidad socialista y de solidaridad con su propio pueblo. Sólo así se podrá evitar esa especulación. Y, si el gobierno les da tantas facilidades para comprar los motores para sus barcos, no debería de existir tanta especulación. Debería haber más control sobre el mercadeo por parte del gobierno.

El segundo tema que traté con él se relaciona con los huecos en las calles y el trabajito con que se premia en diversas municipalidades a los “bacheros”, o sea, a los que se encargan de tapar los huecos. Al respecto el Tuerto me dijo:

--- Mire señor ese es un negocio muy rentable, el que pone los “parches” no hace bien el trabajo para volver a repararlos y mantener su contratito permanente. Acuérdese del cuento con aquel celebre doctor de la pulga en la oreja.

Usted se ha preguntado el por qué esos baches ceden en un par de semanas y aparece de nuevo el hueco, lo que sucede es que en lugar de tomar una franja de calle suficientemente grande de largo por ancho, engranzonarla bien, pisarla bien con una aplanadora y luego poner la capa de asfalto correspondiente, es decir con su debido espesor. Cuando no se cumplen las normas el hueco regresa y el contratito se mantiene. ¿Comprende?.

Acertó de nuevo el Tuerto, y nos deja una enseñanza: Cuando vayas a hacer algo, hazlo bien de nada sirve hacer las cosas si no se hacen como deben ser. Si usted va a construir un edificio de cuatro o más pisos sin ascensor, usted está atentando contra la salud de las personas en edad que les tocará subir esos pisos por la escalera.

Si usted piensa llenar la ciudad de edificios o de complejos habitacionales aprovechando las áreas vacías u ocupadas por un cierto tipo de negocios en una ciudad como Caracas, en lugar de construir parques de esparcimiento, usted lo que está promoviendo es un gran congestionamiento de vehículos en esa ciudad. Si fuese por mi lo pensaría al menos cien veces.

El tercer tema que traté con el amigo - el cual ya me caía bien por su soltura y elocuencia en el hablar -, fue el tema del Poder Judicial y le pregunte: ¿Cómo ve usted Sr. Ilustrado el problema de la justicia en este país?

--- Mire hombre, al respecto le voy a decir una cosa y no me la tome a mal, la verdad verdadita es que no hay voluntad política para resolver ese problema, esperaremos hasta el 2021 a ver si se encuentra solución.

Aquí, volvió a acertar el Tuerto. Lo cierto es que no hubo cuando pudo haberla, una ley habilitante o una ley por parte de la AN, que permitiese el control, restitución o destitución de jueces o magistrados que atenten contra la estabilidad del país o se vean incursos en decisiones inmorales que afecten a la colectividad.

Lo preocupante es, que sino se hace ahora, mañana puede ser demasiado tarde. Usted no sabe si se pierde la mayoría absoluta en la AN y no haya forma de promulgar esa indispensable Ley.

El cuarto tema que se me ocurrió tratar fue el de la corrupción y le pregunte: ¿A ver que le parece a usted el tema de la corrupción? A lo cual el señor ilustrado me respondió:

--- Este es un tema del cual yo no hablo porque es muy difícil de resolver. Hay muchos padrinos y amigos que la mantienen. ¿Qué más te puedo decir?

Es evidente, que ha sido muy lacónico. Yo esperaba algo más y que al menos me hablara sobre la situación de la administración pública en esa materia, pero nada. Opte por no insistir más sobre el tema de la corrupción pero, si quise saber su opinión sobre el grave problema de la inseguridad. Ante mi insistencia a el Ilustrado me dijo:

--- Reconozco el gran esfuerzo que hace el gobierno para combatir la inseguridad, no sólo es un problema de choros y de narco-traficantes, también está metida la mano de los factores oposicionistas más radicales, no ve usted como se asesinan campesinos impunemente mediante el sicariato y los paramilitares.

Además por ahí hay ciertas leyes que favorecen al delito y sobre todo si hay mucho dinero de por medio. Siempre aparecerá un leguleyo comprometido con la delincuencia. Si usted me pregunta cuándo acabamos con esa fragilidad que tienen nuestras leyes, le diría que no se cuándo, pero eso no significa que no soy conciente de que hay que eliminarla.

Ahora bien, quiero decirte algo, mientras exista gente pelando bolas y en condiciones amargas de pobreza, siempre habrá delincuencia y pasto para el negocito de las drogas. ¿No te parece? Y no olvides una cosa, el perdón mal otorgado es la madre de la reincidencia.

Hay un dicho muy acertado en estos casos que dice: “Si no hay penas ni castigo cuando se infringe la ley, entonces no te quejes que va a florecer la impunidad a todos los niveles”.

Sus últimas palabras te inducen a una profunda reflexión sobre ese tema de la inseguridad.

Saliéndome un poco de la problemática nacional, sobre la corrupción, la ley y la impunidad, se me ocurrió preguntarle cual era su opinión sobre el nuevo presidente de SUA, es decir sobre Obama. Al respecto el Tuerto, perdón el señor Ilustrado, contesto:

--- Obama es la misma miasma así que olvídate del pan de piquitos porque no lo vas a conseguir. Más bien hay que prepararse por si las moscas, cuando existen Santos y Uribe en la vecina República y es por ahí por donde pueden venir los tiros.

Para finalizar le pregunté al Sr. Ilustrado cual era su opinión acerca de los servicios públicos y me dijo:

Mire caballero, si algo da votos a un candidato es que los servicios públicos caminen como debe ser, muchos políticos no se dan cuenta de esa realidad porque quizás subestiman la condición humana y, no se dan cuenta de las arrecheras que se pasa cuando usted tiene que hacer una interminable cola para sacar la cédula, pagar la luz, el teléfono o los impuestos municipales. Si se hicieran microcentros dotados con oficinas para pagarle al Estado sin tanta dificultad, todo el mundo se lo agradecería.

Es posible que en esas áreas disponibles que tiene la ciudad, además de ser acondicionadas para el esparcimiento, se utilicen también para construir esos minicentros que hacen falta.

Definitivamente he llegado a la conclusión de que este personaje tiene muy bien asignado el apodo del Tuerto Ilustrado.


alexriver870@hotmail.com




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Alex Rivero


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