Las elecciones locales y regionales en Venezuela, el día 23 de noviembre del 2008, son sin lugar a dudas, la prueba de unas cuantas realidades del país: la primera es que los que aún continúan viendo a Hugo Chávez como un dictador, allí tienen de nuevo una prueba de que están equivocados.
La democracia en Venezuela está muy viva y más que bien, con el 65.45% de participación lo cual confirma los resultados de las encuestas de LATINOBARÓMETRO que indica que Venezuela ocupa el segundo puesto en la lista de los países del subcontinente más satisfechos con la democracia.
Con 134 observadores internacionales, las elecciones venezolanas fueron las más monitoreadas en el mundo. En la opinión de los observadores, fue que un proceso muy transparente y sin mayores problemas; comentaron que la alta tecnología verificable y transparencia de las elecciones en Venezuela la acreditan como pionera en el mundo democrático.
Otro resultado en estas elecciones es el increíble debut del PSUV - Partido Socialista Unido Venezolano. El PSUV viene a ser después de las elecciones uno de los partidos, o tal vez el más, importante y poderoso en Latinoamérica. Ciertamente viene a ser el abrumador triunfador en estas elecciones. Obtuvo el control en 17 estados, mientras que la oposición solo obtuvo 5. De las 603 posiciones a las que aspiraban, el PSUV ganó 453, lo que representa el 76%. El PSUV obtuvo el 58% de los votos populares (5.5 millones de votos) -bajo cualquier criterio arrasó demostrando que el presidente Chávez continúa recibiendo un masivo apoyo de la población. Significa que la gran mayoría mantiene su deseo de vivir con un gobierno pro- Chávez a nivel regional y municipal. Nada malo por cierto para un partido que apenas se fundó este mismo año.
El triunfo del PSUV es mucho más admirable considerando que con una oposición rica y poderosa que tiene el 95% de los medios (radio, TV y prensa) de todo el país mantiene desatada una virulenta, constante y sucia campaña contra el PSUV y el Presidente Chávez. La oposición está respaldada por los EEUU que le proporciona no solo recursos sino también asesores electorales. La oposición perdió el control gubernamental en 3 estados que antes tenían, Aragua, Guárico y Sucre, pero mantuvieron el control del Zulia y Nueva Esparta y ganaron Carabobo, Miranda y Táchira; total, controlan 5 estados. Esos son estados importantes en términos de recursos ya que son industriales y Zulia es un centro petrolero, también son estratégicamente importantes los estados Carabobo y Miranda por estar situados al centro - norte del país, y Zulia y Táchira en la frontera con Colombia, lo cual significa que ellos pueden - y ya comenzaron- a ligarse con el gobierno de Uribe.
Igualmente la oposición obtuvo la mayoría en la Gran Caracas, la capital, aunque de los 20 municipios que la componen 15 fueron ganados por el PSUV y la oposicion solo obtuvo 5 - y en esos cinco -no sorprende- vive la élite, los más ricos y la clase media.
Esos son triunfos estratégicos para la oposición que lo usarán para atacar al gobierno central, pero cuán inteligente será, ésto es de dudar. Fueron electos dos personajes claves de la oposición: Antonio Ledezma, alcalde mayor de Caracas y Enrique Carriles Radonski, gobernador del estado central Miranda. Ambos individuos fueron líderes durante el golpe de estado contra el gobierno de Venezuela en el 2002 y del devastador paro de ese mismo año. Son conocidos debido a sus terribles ataques contra la constitución y las instituciones democráticas del país. Ledezma nunca dejó de atacar y desacreditar a las autoridades electorales del país CNE, que ahora lo proclamó ganador Y, Capriles Radonski, un desagradable personaje que durante el golpe de estado llevó al populacho para atacar a la embajada de Cuba, además lideró las turbas que apresaron y vejaron con golpes a un ministro del gobierno. Todo eso fue clara e inequívocamente filmado y expuesto al país y al mundo. En cualquier otro país esos personajes estarían tras las rejas.
La mayoría de Caracas, Miranda y Carabobo se perdió porque los gobernantes fueron ineptos, no hicieron esfuerzos suficientes para remediar las necesidades del pueblo, particularmente los problemas urbanos del tráfico, basura, el crimen y la inseguridad. Tampoco fueron buenos revolucionarios, el rechazo demostró el nivel de madurez política del pueblo venezolano. Dieron un mensaje de que no es suficiente ser “chavista” para obtener votos sino que es necesario saber ejercer. Desafortunadamente la alternativa, es decir los ganadores de la oposición, tampoco van a satisfacer esas necesidades populares. La más resaltante característica de la oposición es que no tienen ningún plan de gobierno, están desunidos en todo excepto en el deseo de salir de Chávez del modo que sea.
Los líderes de la oposición no tienen la intención de mantener la democracia venezolana. Ya comenzaron con una campaña contra el pueblo tratando de cerrar los programas que tiene el gobierno nacional en contra de la pobreza en las juridicciones en las que triunfaron – los programas que ofrecen cuidados médicos gratis y una variedad de de asistencia social para los necesitados. Lamentablemente veremos un aumento de ese tipo de acciones antidemocráticas en contra del gobierno central entre esos gobernadores y alcaldes de oposición, protegidos por la CIA - no les importa para nada la población y sus verdaderas necesidades ya que no reciben ayuda de EEUU para alimentar y ayudar aal pueblo, solo para acabar con el gobierno del muy efectivo, popular e inimitable, Presidente Hugo Chávez.
El PSUV y el gobierno necesitan ahora unir sus voluntades para reforzar las leyes – en particular prohibir el financiamiento extranjero que apoya a los candidatos, para luego introducir medidas que permitan reducir el uso de consultores electorales extranjeros. Es necesaria una estrategia concertada para detener los excesos de la oposición, por que de otro modo tendremos muy poca paz en los años venideros. El primer paso debe ser la organización, de acuerdo a la Constitución, para revocarlos a mitad del período.
Maria Páez de Victor , socióloga, nacida en Caracas, Venezuela, es miembro del Círculo Bolivariano Louis Riel de Toronto, Canadá.
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