La Matemática sin números y Fidel

Nunca he sido ni he de ser capaz de tratar apropiadamente todas las aristas de un tema. Sí estimo que el todo es más que la suma de las partes-como suele decir la gente por ahí-siento entrar en el terreno de la filosofía, así que reculo, obvio, es que tampoco me gusta tocar una tecla y otra tecla y no poder hilvanar una melodía pero, ¡qué carajo!-para luego es tarde- hablaré de Fidel, o, mejor decir, intentaré hablar acerca de Fidel, pese a que, hacerlo sin las apropiadas competencias lingüísticas, es como una temeridad insensata-valga la hipérbole-a menos que consulte a Noam Chomsky, es decir, ¡ a Chomsky ¡ ; pero, no, “Chomsky debe estar muy ocupado ahora”, y mucho menos me atendería, de él saber quien soy yo.

La capacidad de comprender cantidades infinitamente grandes o infinitamente pequeñas, requiere del establecimiento de relaciones entre el pensamiento, la imaginación y la memoria, y del ejercicio de percepciones muy complejas.

Uno a uno somos diferentes. La calidad y la cantidad de nuestros conocimientos acerca de las realidades que nos rodean, son distintas y, ese desequilibrio es una especie de energía que nos empuja hacia el acercamiento y/o hacia la confrontación. Ello es parte de nuestros enfoques acerca de la paz y acerca de la guerra.

Las energías que nos impulsan hacia uno u otro lado se enriquecen, para bien o para mal, con el conocimiento que tengamos acerca de nuestra realidad, lo que puede desembocar en la posibilidad de vivir en paz-efectivamente-o en guerra.

Pero, lamentablemente, las decisiones de hombres insensatos quienes ostentan posiciones de poder bélico, arrastran a millones y, en particular, a niños y a ancianos quienes no pueden decidir su propio destino.

Subsistir-una conducta primitivamente lógica, considerada desde la perspectiva histórica, y desde luego, anterior a las consideraciones de Charles Darwin-no pudo partir de talentos matemáticos porque, para entonces, obviamente, la Matemática no se había inventado pero, es de suponer que el hombre primitivo ya calculaba de manera intuitiva y, además, los procesos verbales han debido ser tan incipientes y rudimentarios como escasa es hoy, la compasión de los gobernantes guerreristas.

Por otra parte, las incidencias de mensajes religiosos que no están al día sino, fondeados en el pasado funesto de la inquisición medieval y, por supuesto, aferrados al más pernicioso dogmatismo, impactan de manera incesante a la cultura humana y le impiden avanzar hacia modernas formas de coexistencia como el socialismo bolivariano, universal por excelencia.

La plenitud de la conciencia ha de corresponder al ámbito de la Matemática sin números porque el conocimiento profundo se nutre de percepciones objetivas pero, además, de percepciones extrasensoriales.

Antes y después de cada percepción puede darse un proceso lógico pero, la percepción puede no estar entre procesos lógicos, no obstante, se presenta y resulta válida y además, trascendente.

El conocimiento no es sólo lo que se expresa sino, además, lo que no se expresa. Fidel expresa lo que debe expresar y se guarda lo que debe guardar, darle armas al enemigo es una grave falta de conocimiento.

Inclusive, la capacidad de acceder al conocimiento matemáticamente valedero, requiere de momentos precisos porque, si vas a algo antes o después de que puedas aprehenderlo, tendrías que resolver problemas adicionales y, es en el caso de los pueblos sometidos y esclavizados por parte de los poderosos, algo que debes intentar resolver, inventando estrategias de participación, de ahí, la democracia participativa.

Sabemos-como todo el mundo lo sabe-que el origen exacto de cada cuestión suele ser, un dato que falta, lo que nos obliga a trabajar sobre esquemas y, la unívoca característica del esquema es, ser incompleto.

Si la humanidad ha vivido hasta el sol de hoy, pero, especialmente, a partir de la insurgencia del capitalismo, en una guerra permanente con escasos momentos de paz, entre otras causas, puede haber influido la falta de conciencia respecto de una propuesta universal de humanismo, no del humanismo burgués sino del humanismo revolucionario porque para quienes militen a favor del humanismo revolucionario, nada en la Naturaleza parece estar aisladamente, aparte de que nuestros conocimientos al respecto, provienen de muy diversas fuentes, algunas apropiadas y otras, deliberadamente torcidas.

No saber cuanto conocer el mundo, es lo de menos. Para un hombre, si sabe donde está parado y además no se desentiende de lo que pasa a su alrededor, esto le permite orientarse en una dirección especial: el conocimiento.

La inteligencia humana tiene factores generales que nos competen a todos. Esos factores no están siendo abordados sino, contrariamente, manejados para llevarnos a la confrontación y, Fidel lo viene diciendo de una u otra manera, a través de sus reflexiones.

La información es una peligrosa arma de guerra si está manipulada, los grandes medios de difusión de informaciones están globalizados bajo un solo patrón: mentir, mentir y mentir. Para nada, la ética tiene que ver con lo que se difunde a los pueblos, sólo es cuestión de taquilla y nada más.

Pero, mientras todo esto sucede, nosotros los venezolanos vemos a Fidel a cada rato, transformado en frascos de medicamentos, en médicos que andan por ahí curando al pueblo, lo vemos en los bombillos ahorradores de energía eléctrica, en monturas de lentes, en operaciones quirúrgicas de alta tecnología capaces de devolver la vista a los más pobres e inclusive, a los no tan pobres, en computadoras capaces de sistematizar los síntomas de determinadas enfermedades, en muchas cuestiones pero, una de las más impactantes formas a través de las cuales uno puede ver a Fidel es mediante sus reflexiones cargadas de vaticinios y de esperanzas respecto al porvenir del socialismo.

Pudiese pensarse que Fidel ya no está en el poder pero, tal vez suceda que él haya pasado a otra forma de poder muy superior, a la que sólo llegan los hombres verdaderos, tanto que nadie pueda destronarlo, me refiero al cariñito del pueblo, un lugar sagrado al que, de uno llegar ya no puede echase pa`tras, y es que el Universo tiene un centro tal como lo tienen todas las cosas, la rueda, no podría girar con armonía sin un centro al cual referirse, las hormigas van y vienen a buscar su comida respecto de un centro de operaciones, igual que lo hacen las abejas, y el obrero que va todos los días al trabajo y regresa a su casa a descansar. El centro respecto al cual gira la vida de un revolucionario verdadero no es otro que el cariñito del pueblo trabajador.

Total, que de lo que se trata es de la naturaleza del centro, si éste cumple o no sus funciones y, el sentido de descentralizar lo que debe tener un centro para que pueda funcionar, está asociado con el caos, con el desorden, con la ineficacia y con la destrucción.

El imperialismo se desvela por matar a Fidel de alguna u otra forma. Físicamente ya no podrán hacerlo, así que tratarán de matarlo de otra forma y tampoco podrán pero, mientras haya en el Hemisferio un solo niño que desconozca quien es Fidel, la tarea no será nada fácil.

El Gringo trata de destruir el centro de toda actividad constructiva en cada uno de nuestros países.

Quieren matar no sólo a Fidel sino, a Chávez porque Chávez es el centro aparente de nuestra acción política acá en Venezuela. Quieren matar a Evo, a Correa y, a Ortega-por iguales razones-. A Cristina no pero, sí pretenden arrodillarla y torcerle el brazo. A la Bachelet, ni con el pétalo de una flor- Bachelet es una simple muñequita con hilos que es movida desde El Pentágono y desde el Departamento de Estado, con gran delicadeza para no remover las huellas de Pinochet-. Y, Lula no tiene carácter suficiente para hacer una revolución en Brasil.

Pero, ante todo, el gran centro es el corazón del pueblo trabajador, que determina con su esfuerzo infinito la correlación de todos los factores de la producción. Y, el gringo ataca ese centro de manera incesante y deliberada, con el arma de la ignorancia.

Lo primero que hizo el gringo antes de atacar a Irak, fue un embargo de alimentos y de medicinas. En consecuencia, lo primero que deben hacer nuestros países, es asegurar la producción de alimentos y de medicinas. Lo primero que hizo Fidel luego del triunfo de la revolución fue asegurar-tengo entendido- el suministro de leche para los niños menores de catorce años.

Fidel es Fidel pero, a cada pasito del tiempo más parece él, estar por ser Fidel. Y es que nada se mantiene como primitivamente era, por fortuna o por desgracia los seres humanos siempre estamos entre límites muchos de los cuales deben ser traspasados audazmente y con inteligencia; los límites que tratan de cercar la conciencia popular y confinarla a la esclavitud de la producción capitalista son, por excelencia, objetivos de todo proceso verdaderamente liberador, para ser derribados. El analfabetismo es tan pernicioso como el academicismo encopetado y opresor. La ignorancia y el conocimiento pueden ser la misma cosa si éste no está al servicio de la sociedad, si no está en función de un planteamiento ético válido.

La ética de la burguesía es una y la ética revolucionaria es otra. Lo que es válido para un sinvergüenza no puede serlo para nosotros, así de sencillo; decidir entre el sí y el no puede ser un dilema para algunos agazapados dilemáticos a la hora de la chiquita, así que en la medida en que podamos contribuir a elevar el nivel de conciencia de cada persona, estaremos en el camino verdadero.

Cuba ha sido sometida a dura prueba y ha resistido con estoicismo porque ha estado en el camino verdadero, otros se habrían rajado, Cuba no se raja, hay que volver los ojos hacia Cuba, para vernos en ese espejo de dignidad y coraje.

Fidel tiene mucho que ver con la moral de Cuba. Hay quienes se distraen considerando que Fidel es el centro y, no lo es, el centro de Cuba es el corazón del pueblo cubano pero Fidel es un hilo conductor como lo es Chávez acá, o como Evo, Daniel y Correa en otros lugares de nuestra Patria Grande. Así que la manía del gringo, de intentar destruir el centro, seguirá fracasando.

Fidel es un “Boxeador inteligente” que sabe usar sus añagazas de manera estupenda, usa la matemática sin números magistralmente cuando, más que reflexiones hace sentencias acerca del destino de la humanidad. Es que ante un enemigo peligroso y prepotente como los gobiernos de USA, esgrimir la moral y la inteligencia en su más alto nivel es una gran defensa.

Pero, además, Fidel emplea los números y eso no está demás. Él cita cifras que ponen en evidencia el contexto escalofriante del mundo capitalista.

Puesto que he aprendido de las magistrales orientaciones que hace Fidel en sus cotidianas reflexiones. Me permito citar- en consecuencia-alguna idea extraída de la cotidianidad del trabajo de los obreros.

La defino como “estrategia del colector” y voy al grano: El colector de una cloaca suele tener diámetros que varían- de par en par- entre 8 y 22 pulgadas, de acuerdo a las necesidades; se trata del tubo matriz al que van empotradas las descargas de cada casa, y que va a lo largo de la calle.

Cada descarga suele bajar al colector mediante tubos de 6 pulgadas de diámetro. Y, a lo que quiero llegar es a los siguientes detalles.

La pendiente del tubo de descarga debe ser de 1,5 centímetros por cada metro lineal; mientras que la pendiente del colector central debe ser de 4 milímetros por cada metro lineal.

Si estos parámetros no se cumplen va a ocurrir que se obstruya la cloaca. Es que si se le da mayor inclinación- es decir, mayor pendiente-al colector, ocurrirá que el líquido se escurre muy rápido y deja sólido en el camino, que al acumularse, tapona el flujo total.

Y, si le das menor inclinación, entonces tampoco fluirá lo que debe fluir.

En cuanto a la descarga de la casa, esta debe fluir de manera óptima bajo el parámetro matemático expresado.

A los contra revolucionarios hay que aplicarles la estrategia del colector para que bajen, tanto en sus formas líquidas como en sus formas sólidas, por donde deben bajar hacia el gas de los pantanos, hacia el basurero de la historia.

Hay que hacer grandes esfuerzos para desarraigar los condicionamientos de lo perverso y encaminarnos hacia la felicidad de los pueblos, mucho de lo que desarraigamos con la marcha de una revolución verdadera, puede servir de “abono” pero hay “desechos” que deben ir a parar a alguna parte, por irrecuperables, por inservibles. Pero, hay que desentenderse de los factores contaminantes, de manera metódica y no a lo loco. Nunca debemos descartar que alguna alhaja ruede inadvertidamente por el inodoro y haya que rescatarla en la curvatura del sifón.

El Socialismo que puja por nacer debe comportar un nuevo humanismo revolucionario, ajeno al humanismo burgués, que es otra cosa muy distinta aunque suene igual, es que la validez de un concepto tiene mucho que ver con la realidad social, lo que es válido para algunos no lo es para otros, para un sinvergüenza es válido esquilmar al pueblo trabajador pero, para nosotros, todo lo que perjudique al pueblo debe ser enfrentado y abatido.

Hoy, los pueblos del Sur están más atentos a su destino y, Fidel tiene mucho que ver en ello, su ejemplo, su constancia su entrega total al pueblo cubano ha traspasado los límites entre los cuales el imperialismo quiso encerrarlo, subestimando el coraje del pueblo.

Si en una fábrica el trabajador aislado trata de arreglar su problema con el chupasangre, siempre va a ser vencido.

La unidad de los trabajadores en torno a un liderazgo verdadero, es indispensable y, hablo de liderazgo, más que de líder. El principio vital y cualitativo que comporta la unidad verdadera de los trabajadores es superior a la suma cuantitativa de los mismos, hombre por hombre.

Fidel se ha encaramado más arriba del clásico concepto de poder y desde ahí formula sus teorías.

Las teorías también se corroen como la mayoría de los metales pero, las de Fidel parecen de oro.


oceanoatlanticoguillermo@gmail.com


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Guillermo Guzmán


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