Venezuela, un país desarrollado

Nota de Aporrea: Puede consultarse en:
http://www.espacioautogestionario.com/venezuelaDesarrollada.htm

Es un lugar común escuchar que Venezuela es un país subdesarrollado. Y por contraste, también es común escuchar el juicio de los expertos que indican que países como los EEUU son desarrollados. Si se usan los parámetros, basados en indicadores económicos, con los que miden los EEUU, es fácil adivinar que los resultados de la medición serán siempre favorables a ellos. Es necesario redefinir las reglas que permiten decidir si un país es o no desarrollado. En ese sentido, y tomando al hombre, y no al mercado, como el centro de la sociedad, se definen otros parámetros que hablan acerca de la calidad de desarrollo de un país. Por esto, la presencia de indicadores como la xenofobia, el fundamentalismo, el racismo, el individualismo y el terrorismo deben ser los que se usen, entre otros, para medir el grado de desarrollo de un país con respecto a otro. Comparemos los casos de Venezuela y los EEUU y usemos estos cinco indicadores.

En Venezuela la xenofobia es una característica ajena a sus pobladores, entre otras cosas, porque los venezolanos nos formamos de una rica mezcla de diferentes nacionalidades y razas, siendo siempre abiertos al visitante, de otro país, que se quiere integrar al nuestro. En los EEUU, la xenofobia es un fenómeno que ha llevado a la conformación de diferentes comunidades (la hispana, la china, la italiana, etc.) que tienen que unirse para poder sobrevivir. Peor parte la llevan los árabes residenciados en los EEUU, quienes han tenido que sufrir en carne propia la xenofobia enfermiza de muchos estadounidenses.

Desde el punto de vista religioso, los venezolanos, en su mayoría profesan el catolicismo, pero siempre hemos sido respetuosos y tolerantes a otras manifestaciones religiosas. En Venezuela conviven sin ningún problema, comunidades judías, islámicas, protestantes, etc. Para un venezolano, es perfectamente natural, formar lazos de amistad o de afinidad con miembros de cualquier otra comunidad religiosa. En los EEUU la mayoría es protestante y se fomenta que esta mayoría no se mezcle con otras comunidades religiosas.

Sobre el racismo, los venezolanos, por excelencia, somos antirracistas. Y los pocos que lo practican lo hacen más bien para imitar patrones extranjeros. En los EEUU el racismo es un problema grave que no termina de resolverse. El racismo es un indicador de intolerancia y de irrespeto hacia los semejantes.

La solidaridad es uno de los valores que distingue a los venezolanos. Por el contrario, se considera a los estadounidenses, como personas individualistas que viven dentro de una sociedad de consumo que los hace competir, cada vez más entre sí, por conseguir los productos que los acerque al ideal que promueven las campañas publicitarias. Si bien los venezolanos estamos a merced de las mismas campañas, también es cierto que dentro del pueblo venezolano sigue vivo, como siempre, ese sentimiento de solidaridad, hospitalidad, amistad, fraternidad y de unidad hacia el prójimo.

En Venezuela nunca se había conocido el flagelo del terrorismo. Sólo en los últimos años, y como producto de una receta importada por quienes quisieron atentar contra el Gobierno Bolivariano fue que se dieron casos aislados de terrorismo, en donde por cierto, estaría metida la mano de la CIA. En el caso de los EEUU, el terrorismo no sólo ha sido una práctica que han sufrido desde siempre, incluso, ha sido política de la mayoría de los gobiernos que ha tenido ese país.

Luego de la breve descripción anterior, no es posible que, usando estas reglas, sigamos definiendo a los EEUU como un país desarrollado. O que consideremos a Venezuela como un país subdesarrollado. Precisamente, el poseer valores como la Solidaridad ha hecho que los venezolanos alcancemos proezas como la de alfabetizar un millón de compatriotas en menos de seis meses. Para los venezolanos no importó con quien se trabajara, no hubo racismo, fundamentalismo o xenofobia, el objetivo era la alfabetización masiva, y se cumplió. Otra proeza que logró el pueblo venezolano fue la de restituir, en forma pacífica y sin recurrir a la violencia ni al terrorismo, la Democracia, luego del Golpe de Estado del 11 de abril de 2002. En aquella oportunidad, los revolucionarios retomaron el Gobierno y la primera acción fue la de perdonar, algo que los sentimientos de venganza y de terror de quienes estuvieron involucrados en el Golpe de Estado, no pueden concebir.

Venezuela puede exhibir toda una larga lista de logros que han sido posibles, gracias a los valores que posee el pueblo venezolano, pero, así como en Venezuela podemos hablar de un país desarrollado, la lista de países desarrollados se debe rehacer. Países como Cuba, por ejemplo, en donde los cinco indicadores descritos anteriormente hacen necesario redefinir su clasificación como país subdesarrollado, aunado a sus índices de salud, de educación y de calidad de vida, nos llevan a pensar que la lista de países desarrollados es más amplia.

Para concluir, es necesario decirle a los venezolanos y al mundo que Venezuela ES un país desarrollado.


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